Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal.
Sistema de Información Científica. Alfredo Rico Chávez. Un modelo para armar.
Revista de Estudios de Género. La ventana ISSN: 1405-9436
[email protected] Universidad de Guadalajara México
Rico Chávez, Alfredo Un modelo para armar Revista de Estudios de Género. La ventana, núm. 19, 2004, pp. 257-260 Universidad de Guadalajara Guadalajara, México
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88401916
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Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
EN LA MIRA
ALFREDO RICO CHÁVEZ
UN MODELO PARA ARMAR
257
ra de los capítulos y no pasa nada. Igual se aprende de ellos. Aunque los divide en cuatro partes pretendiendo una se-
A Diego, recién venido al mundo
cuencia, se puede acudir a ellas de manera arbitraria, según el interés de
A STELARRA, Judith. ¿Libres e iguales?
cada quien. Pero hay que leerlo todo.
Sociedad y política desde el feminis-
El libro aporta al menos dos aspec-
mo.C E M Ediciones, Santiago de Chile,
tos importantes: da cuenta de la ma-
2003.
nera como va desarrollándose el análisis que realizan quienes estudian las rela-
Es un modelo para armar. Judith
ciones de género, por lo que quien se
Astelarra nos presenta una serie de
acerca al libro (que puede ser como yo,
escritos que realizó a lo largo de dos
un neófito en la historia del análisis
décadas, que reflejan las reflexiones que
realizado por las feministas) descubre la
desde principios de la década de los
manera como se planteaba la discusión,
ochenta y hasta los noventa desarro-
el tipo de argumentos y las dificulta-
lló. Su gran virtud es que en ellos se
des que se tenían para llevarlo a cabo.
observa no sólo la evolución de una
El segundo aspecto tiene que ver con
investigadora, sino también del análi-
que el trabajo de Astelarra puede ser
sis que el feminismo fue profundizan-
utilizado como libro de texto de la teo-
do para demostrar las desigualdades
ría feminista de los últimos 25 años,
entre hombres y mujeres, producto del
pues la combinación entre claridad y
sistema patriarcal.
profundidad, así como la cierta inde-
Digo que es un modelo para armar
pendencia entre los textos, lo hacen
—y tal vez no esté bien que lo diga—
manejable, funcional y, sobre todo,
porque se puede comenzar en cualquie-
ilustrador.
258
LA VENTANA, NÚM. 19 / 2004
Más por limitación que por sapien-
feminismo; acusa el sexismo en la so-
cia, casi nunca digo esto de los libros
ciología; muestra con claridad que bue-
que leo; muchas veces los termino pes-
na parte de la situación que se vivía
tañeando o los dejo a la mitad. Pero
hace 20 años se sigue viviendo hoy.
éste es digerible. Ante todo, y ésas son
Deja claro que todavía, a pesar de cier-
de las cosas que se agradecen en estos
tos avances, falta mucho por hacer.
tiempos, la autora reconoce su pasado
En el prólogo, Norbert Lechner, aun-
militante —no sólo del feminismo, sino
que halagador, no es complaciente; se-
también de la izquierda— y advierte que
gún él, “el movimiento parece estar
sus escritos fueron producto de tres
desmotivado en lo intelectual y
tipos de actividades que desarrolló en
desactivado en las tareas de organiza-
la época en que fueron realizados: en la
ción.” No obstante, dice del libro que
militancia feminista, en la labor acadé-
“ayuda a hacer memoria” porque el
mica y en el diseño, aplicación y eva-
movimiento feminista “no puede defi-
luación de políticas públicas.
nir la situación en que se encuentra ni
Pero no les he dicho de qué trata el
mucho menos visualizar los desafíos
libro. Habla de todo, todo lo que se
futuros, sin reflexionar su trayectoria.”
relaciona con el análisis y la teoría fe-
El prólogo de Lechner puede ser leído
minista; se queja de la izquierda; se
también de manera independiente,
pelea con el análisis marxista; nos
pues se trata de un verdadero artículo
cuenta de 20 años de feminismo en
que anticipa la calidad analítica de lo
España; insiste en que las feministas
que leeremos a lo largo de los textos
instan a replantear el concepto de la
de Astelarra.
política y la manera de actuar en el es-
Podríamos decir que el libro abor-
pacio público; nos habla del matrimo-
da los temas sustanciales en donde han
nio intrínseco entre democracia y
incidido las feministas: la política y el
EN LA MIRA
259
Estado. De las cuatro partes que com-
ministas para que sus demandas pu-
ponen el libro, todas hablan invaria-
dieran ser incluidas como parte de las
blemente de ello. A lo largo de todos
acciones del Estado. El camino impli-
los textos la autora señala la insisten-
có un debate y una lucha, desde dis-
cia del feminismo, en el discurso y en
cutir qué tipo de Estado era necesario
la acción, de cambiar la concepción
para que las mujeres pudieran vivir en
política y sus prácticas. Dice que no
condiciones de igualdad, hasta de sa-
debemos preguntarnos qué les ocurre
lir a las calles para que les fuera reco-
a las mujeres que no les interesa ni
nocida su condición de ciudadanas, del
participan en la política; sino que la
derecho al voto hasta la instrumenta-
pregunta debe ser qué pasa con la po-
ción de políticas públicas.
lítica que no interesa a las mujeres.
Al abordar los temas relativos al
Plantear la pregunta de esta otra
Estado señala dos cosas fundamenta-
manera cuestiona de origen la manera en
les: los Estados autoritarios impiden
que se desarrolla el trabajo teórico, pues
en mayor medida la posibilidad de las
el objeto de la investigación se invierte:
mujeres para organizarse y luchar con-
no hay que investigar a las mujeres, hay
tra la discriminación; y el sistema de
que investigar a la política. Como bien
parentesco, la familia moderna, opera
dice ella, el tipo de pregunta condiciona
como el mecanismo que permite al
el tipo de respuesta. Aunque lo intere-
Estado controlar y reproducir las prác-
sante es responder en las dos direccio-
ticas que mantienen en el poder a de-
nes. Con las posturas feministas, se
terminado grupo social, donde las
cuestionan también los enfoques tradi-
mujeres viven en condiciones de sub-
cionales de las ciencias sociales.
ordinación. Añade que es en Estados
Los textos dan cuenta del largo
democráticos donde el movimiento
camino que tuvieron enfrente las fe-
feminista ha podido desarrollarse me-
260
LA VENTANA, NÚM. 19 / 2004
jor, pero sobre todo ha conquistado
esto fue que en los países socialistas
cambios más importantes y profundos
las mujeres seguían viviendo condicio-
en la condición de las mujeres, por-
nes de desigualdad.
que en ellos hay mayor margen para
La respuesta de las feministas fue
cuestionar la situación económica,
en el terreno de la discusión teórica.
social y política, y porque al suponer
Criticaron al marxismo (corriente pre-
la noción de derechos individuales, las
dominante entre los grupos de izquier-
mujeres se asumen como individuos.
da) porque su análisis no alcanzaba
Otro de los temas que se abordan
para explicar la realidad de las muje-
en el libro tiene que ver con la discu-
res; demostraron que el sistema eco-
sión que desde la década de los seten-
nómico era independiente del sistema
ta y a principios de los ochenta tuvieron
de género, que en este caso se trata
las feministas con los partidos y orga-
del sistema patriarcal.
nizaciones de izquierda, así como el
En fin, son estos y otros temas los
debate con la teoría marxista. Astelarra
que se abordan de una manera magis-
deja evidencia de la actitud que asu-
tral y rigurosa, pero a la vez clara y sen-
mieron la mayoría de los grupos de iz-
cilla, sin que esto signifique abandonar
quierda, quienes descalificaban los
las posiciones políticas que tiene la
planteamientos que las feministas ha-
autora; pues, de hecho, hacia el final
cían, considerándolos como demandas
confirma el sentido de su trabajo y de
postergables o sujetas a la transfor-
su lucha: “llevar la democracia también
mación revolucionaria que ellos repre-
al terreno de la identidad personal”. Si
sentaban, con el argumento de que con
deseamos aprender de estos temas o
el triunfo de la revolución se resolve-
queremos refrescar la memoria, no está
rían los problemas de las mujeres. El
de más echarle un vistazo. Y como dije,
argumento más contundente contra
en el orden que a cada quien le plazca.
EN LA MIRA
ALFREDO RICO CHÁVEZ
UN MODELO PARA ARMAR
257
ra de los capítulos y no pasa nada. Igual se aprende de ellos. Aunque los divide en cuatro partes pretendiendo una se-
A Diego, recién venido al mundo
cuencia, se puede acudir a ellas de manera arbitraria, según el interés de
A STELARRA, Judith. ¿Libres e iguales?
cada quien. Pero hay que leerlo todo.
Sociedad y política desde el feminis-
El libro aporta al menos dos aspec-
mo.C E M Ediciones, Santiago de Chile,
tos importantes: da cuenta de la ma-
2003.
nera como va desarrollándose el análisis que realizan quienes estudian las rela-
Es un modelo para armar. Judith
ciones de género, por lo que quien se
Astelarra nos presenta una serie de
acerca al libro (que puede ser como yo,
escritos que realizó a lo largo de dos
un neófito en la historia del análisis
décadas, que reflejan las reflexiones que
realizado por las feministas) descubre la
desde principios de la década de los
manera como se planteaba la discusión,
ochenta y hasta los noventa desarro-
el tipo de argumentos y las dificulta-
lló. Su gran virtud es que en ellos se
des que se tenían para llevarlo a cabo.
observa no sólo la evolución de una
El segundo aspecto tiene que ver con
investigadora, sino también del análi-
que el trabajo de Astelarra puede ser
sis que el feminismo fue profundizan-
utilizado como libro de texto de la teo-
do para demostrar las desigualdades
ría feminista de los últimos 25 años,
entre hombres y mujeres, producto del
pues la combinación entre claridad y
sistema patriarcal.
profundidad, así como la cierta inde-
Digo que es un modelo para armar
pendencia entre los textos, lo hacen
—y tal vez no esté bien que lo diga—
manejable, funcional y, sobre todo,
porque se puede comenzar en cualquie-
ilustrador.
258
LA VENTANA, NÚM. 19 / 2004
Más por limitación que por sapien-
feminismo; acusa el sexismo en la so-
cia, casi nunca digo esto de los libros
ciología; muestra con claridad que bue-
que leo; muchas veces los termino pes-
na parte de la situación que se vivía
tañeando o los dejo a la mitad. Pero
hace 20 años se sigue viviendo hoy.
éste es digerible. Ante todo, y ésas son
Deja claro que todavía, a pesar de cier-
de las cosas que se agradecen en estos
tos avances, falta mucho por hacer.
tiempos, la autora reconoce su pasado
En el prólogo, Norbert Lechner, aun-
militante —no sólo del feminismo, sino
que halagador, no es complaciente; se-
también de la izquierda— y advierte que
gún él, “el movimiento parece estar
sus escritos fueron producto de tres
desmotivado en lo intelectual y
tipos de actividades que desarrolló en
desactivado en las tareas de organiza-
la época en que fueron realizados: en la
ción.” No obstante, dice del libro que
militancia feminista, en la labor acadé-
“ayuda a hacer memoria” porque el
mica y en el diseño, aplicación y eva-
movimiento feminista “no puede defi-
luación de políticas públicas.
nir la situación en que se encuentra ni
Pero no les he dicho de qué trata el
mucho menos visualizar los desafíos
libro. Habla de todo, todo lo que se
futuros, sin reflexionar su trayectoria.”
relaciona con el análisis y la teoría fe-
El prólogo de Lechner puede ser leído
minista; se queja de la izquierda; se
también de manera independiente,
pelea con el análisis marxista; nos
pues se trata de un verdadero artículo
cuenta de 20 años de feminismo en
que anticipa la calidad analítica de lo
España; insiste en que las feministas
que leeremos a lo largo de los textos
instan a replantear el concepto de la
de Astelarra.
política y la manera de actuar en el es-
Podríamos decir que el libro abor-
pacio público; nos habla del matrimo-
da los temas sustanciales en donde han
nio intrínseco entre democracia y
incidido las feministas: la política y el
EN LA MIRA
259
Estado. De las cuatro partes que com-
ministas para que sus demandas pu-
ponen el libro, todas hablan invaria-
dieran ser incluidas como parte de las
blemente de ello. A lo largo de todos
acciones del Estado. El camino impli-
los textos la autora señala la insisten-
có un debate y una lucha, desde dis-
cia del feminismo, en el discurso y en
cutir qué tipo de Estado era necesario
la acción, de cambiar la concepción
para que las mujeres pudieran vivir en
política y sus prácticas. Dice que no
condiciones de igualdad, hasta de sa-
debemos preguntarnos qué les ocurre
lir a las calles para que les fuera reco-
a las mujeres que no les interesa ni
nocida su condición de ciudadanas, del
participan en la política; sino que la
derecho al voto hasta la instrumenta-
pregunta debe ser qué pasa con la po-
ción de políticas públicas.
lítica que no interesa a las mujeres.
Al abordar los temas relativos al
Plantear la pregunta de esta otra
Estado señala dos cosas fundamenta-
manera cuestiona de origen la manera en
les: los Estados autoritarios impiden
que se desarrolla el trabajo teórico, pues
en mayor medida la posibilidad de las
el objeto de la investigación se invierte:
mujeres para organizarse y luchar con-
no hay que investigar a las mujeres, hay
tra la discriminación; y el sistema de
que investigar a la política. Como bien
parentesco, la familia moderna, opera
dice ella, el tipo de pregunta condiciona
como el mecanismo que permite al
el tipo de respuesta. Aunque lo intere-
Estado controlar y reproducir las prác-
sante es responder en las dos direccio-
ticas que mantienen en el poder a de-
nes. Con las posturas feministas, se
terminado grupo social, donde las
cuestionan también los enfoques tradi-
mujeres viven en condiciones de sub-
cionales de las ciencias sociales.
ordinación. Añade que es en Estados
Los textos dan cuenta del largo
democráticos donde el movimiento
camino que tuvieron enfrente las fe-
feminista ha podido desarrollarse me-
260
LA VENTANA, NÚM. 19 / 2004
jor, pero sobre todo ha conquistado
esto fue que en los países socialistas
cambios más importantes y profundos
las mujeres seguían viviendo condicio-
en la condición de las mujeres, por-
nes de desigualdad.
que en ellos hay mayor margen para
La respuesta de las feministas fue
cuestionar la situación económica,
en el terreno de la discusión teórica.
social y política, y porque al suponer
Criticaron al marxismo (corriente pre-
la noción de derechos individuales, las
dominante entre los grupos de izquier-
mujeres se asumen como individuos.
da) porque su análisis no alcanzaba
Otro de los temas que se abordan
para explicar la realidad de las muje-
en el libro tiene que ver con la discu-
res; demostraron que el sistema eco-
sión que desde la década de los seten-
nómico era independiente del sistema
ta y a principios de los ochenta tuvieron
de género, que en este caso se trata
las feministas con los partidos y orga-
del sistema patriarcal.
nizaciones de izquierda, así como el
En fin, son estos y otros temas los
debate con la teoría marxista. Astelarra
que se abordan de una manera magis-
deja evidencia de la actitud que asu-
tral y rigurosa, pero a la vez clara y sen-
mieron la mayoría de los grupos de iz-
cilla, sin que esto signifique abandonar
quierda, quienes descalificaban los
las posiciones políticas que tiene la
planteamientos que las feministas ha-
autora; pues, de hecho, hacia el final
cían, considerándolos como demandas
confirma el sentido de su trabajo y de
postergables o sujetas a la transfor-
su lucha: “llevar la democracia también
mación revolucionaria que ellos repre-
al terreno de la identidad personal”. Si
sentaban, con el argumento de que con
deseamos aprender de estos temas o
el triunfo de la revolución se resolve-
queremos refrescar la memoria, no está
rían los problemas de las mujeres. El
de más echarle un vistazo. Y como dije,
argumento más contundente contra
en el orden que a cada quien le plazca.