OJOS. VENDADOS. 7. Invirti" en ella la fortunita de su mujer, y se qued"
esperando el nombramiento. Hab"a sido empleado provincialdesde que ten"a
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Una maes trita .
die z minutos del corazón de Buenos Ai re s en la línea del tren eléctrico se halla l a e stación de Belgrano Central rodeada de h o te l it o s suntuoso s y quintas co n sobe rbios j ardines ; y a u n a cuadra de l a estación e n e l Baj o Belgrano se encuentra l a calle M iguelete s A
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S in empedrado m a l ed i ficada con la s e squi nas baldias po rque su s propietarios agu a rd a n que e i progreso de l a población valorice los te rrenos c o n trasta su aspecto con e l de los alrededores A lo largo de las veredas corre un zanj ón y fren te a cada puerta hay un puentecito Allí los edi fi cios m ás suntuosos no son moradas humanas sino caballares s tu d : que costean los ri c o s porte ñ os co n su s rentas y a vece s también con manteniendo a cue rpo de rey aquellos e l capital nobles b rutos destinados si se po rtan como l a gen te a te rm in a r su c a r r er a emba l sam ad o s en el es ca parate de u na talabartería L as casas de f amilia se d i stinguen de l os s t ud s por su modesti a ,
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En lugar d e tener un vistoso frente d e ladrillo de s nudo con adornos de portland tienen un a malla d e alambre alta de dos varas a ras de la acera y un valladar tupido de renuevos d e ligu st ro s que de fi ende el j a rd in c ito B asta m irar C ómo se lo cul t iv a para saber si hay niñas en la casa C uando sólo se v en le chugas y ceb ol l in es puede creerse q ue los dueños son personas d e edad y no á i t enen hij os ; pero si a m s de l a s l echuga s h ay j azmines y claveles y alguna mata de a ris to c ra t í cos cri santemos debe pensarse que a la siesta o al atardecer habrá en l a puerta de l a calle alguna mu chach a por quien los mozos del barrio se acer qu en a la esquina ,
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El j a rd in c it o nunca tiene más de sei s trancos v sobre él se abre la ventana d e la primera pieza q u e e s generalmente el comedor Luego siguen las otras en hilera resgu ardadas por una galeria haci a el f ondo donde h ay algunos árboles f rutales y un g a l li n erito y donde se pone a secar la ropa en uerdas tendidas de pared a pared U n enrej ado de tablillas pintado de verde es conde e stas interioridades cuad r a ndo e l patio y alli se enreda u na rosa t repadora o u na madre selva o u na vigorosa tripa de f rai le q u e en ve rano se llena de f lores De ese estilo e r a la casita que comp ró don Pe d ro de G aray cuando vino de Santa Fe cinco añ os at rás c on la esperanza ( le u n puesto naci onal ,
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OJ O S V EN DADO S
I nvi rt ió en ella l a f ort un ita de su muj er y se quedó espe r ando el nombram iento Había sido empleado provincial de sde q ue tenia u so de r azón y no concebía que exi stiera gente c apa z d e vivi r sin serlo Comenz ó su carrera admini strativa cebando m a tes al co mi sa ri o d e S ant a Ros a viej a pobl ac i ón costera sobre un brazo del Paraná T enía diez y ocho a ñ os cuando e l j e fe politi co d el departamento observó su a fición a leer dia rios y alrnan aque s y lo hizo escribiente de l a se cret a ria y despué s secretario de l a j e f atura en Helvecia y de pronto lo llevaron a Santa Fe co n un empleo en l a Ca sa G ris a m a rilla en a uell os ti empo s q ,
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C omo era respetuoso de las pe rsonas y de l a s leyes y poc o moved iz o los go bie rn os p a sa ban y é l permanecía en su puesto ni envidioso ni en v id ia d o sati s f echo cuando podía en l a m isma o f icina e cha r un vistazo a los dia r ios locales y luego en fr ascarse en la l e ctu ra d e al gún gran dia rio po rteño que leia con avi sos y todo Las r aras vece s que el exceso de t rabaj o no ie pe rmitía conclui r su lectu ra sentia se desazonado y en su casa reem prend ía su tarea hasta darle f in N unca leia un diario recién llegado si no habí a c on c l u id o el anterior — Sería u na lástima decia se aprende ,
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r eal mente después de veinte añ os de con s tan cia don Pedro de G aray tenía idea s gene r ales ,
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sobre todo y podía emitir de soo ei m un j u i cio redondo y de finitivo S abia cuál era el pueblo más moral d e la tierra e ] estadi sta más lad rón el me j or : iS l C l "1 e lec t o ral y la más per fecta máqu ina d e e s cribi S in haber viaj ado conocia m ás o meno s lc que ocu rría en todos los p a ises —Yo no he estado en G roenlandia decia pero segu ramente allí los v es t id l e l a s l Ll Í C I C S comienzan más arriba y acaban más ba j o m c : l q u í En I nglaterra hay una l ey contr a los c nv en c n a d a re s d e l pueblo ; yo no he estado e u I n gla te rra pe ro sé que hay una ley ,
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Su s conocimientos cre cientes n o mod f i c a ro n la sencillez de su s gastos n i e l bull ic i o d e l as C iu d a d es d it l pó en su corazón el m e l a n có ico a m m s r Du e blo natal L a viej a y apacible S anta Rosa sus calles d c arena su s f rescos naranj ales su río barrancoso y pro fundo su i sla siempre verde y bu lliciosa con l a a lgarabí a de las aves silvestres y e l h o s pita l ia rio orgu llosos de su pueblo s e ñ orío de su s habitante s e l m ás criollo de la comarca , y de su larga paren te la y de sus tradi cionales apellidos todo f orm aba u n a imagen impere cede ra emocionante como una vi sión soñada Ap rovechaba l a s v ac a c io n c s para re f resca r su vida y se pasaba dos meses com iendo sandías en l a ve reda de su casa du rmiendo siestas d e pa t ria r ca y j ugando al truco en e l al macén donde comen i
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n oticias d e su di a ri o que r ec ibía en pa a n j osé S o í u es semanale s mensaj er a de r l a o t p q del Rincón y desparramaba su s conocimi entos A l a s ombra fragante d e los naranj ale s tej ió e l un i co romance de su vida con Prese ntación T roncoso un a linda morocha que veinti cinco a ñ os de spué s no conse rvaba de su mentada be lleza m ás que los oj os n eg rí sim os y ardientes en que ch ispeab an los re cue rdos E ra hij a úni ca d e uno de l o s ri cos de l lugar due no de dos o tres chacras de maní y d e u na legua de campo y de un mi llar de vacas muy fecundas pero de cuernos inconmensu rable s criolla s como el c a ra cú Don Pedro hubie r a sali do de pobre de no habe r se dej ado tentar e l suegro po r un t rapaló n que le vendió un molino de aceite en C ayast a cuya h e rru m b ra d a maquinari a sacaba tanto aceite de u na parva de mani como s i hubie r a molido en su l uga r un tej ado del tiempo del Rey Con todo al liquidarse l a herencia le s quedó una t a l eg u it a de dinero que le s llegó e n los dias en q ue don Pedro obtuvo su j ubi lación De ahora en adelante podía sentarse a leer e l d ia ri o en e l zaguán de su casa o en medio de l patio s i n dar cuenta a nadie de su holganz a L a men su a l id a d le correría igual aunque un tanto mer mada p orque don P edro q uis o ob tenerla antes de cumpli r e l tiempo nece sario para que le otorgaran el sueldo integro S e había dej ado indu cir en tentaciones Se h a ta ba l as
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f uerte en su s cuarenta y cinco anos v su m uj er y su s dos hij as y sobre todo su hij o lo a s ed iab an para q u e con el dinero heredado y la j ubilación conseguida se marchasen a Buenos Ai res donde f ácilmente en con t ra ria n empleos pa ra todos D on Pe d ro revol v ió mu cho l a id ea antes d e d e l l ab a
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Realm ente las necesidades d e su f ami lia cre cían S u h ij a mayor Lau ra ib a tocando los veinte a ñ os ; su hij o segundo aquel badulaque tumu ltuoso y mi mado de Pulgarcito acababa de en ro l a rse como ciudadano y la h ij a menor M atilde tenía qu ince años ca bales S u muj er m uy hacend osa y ec onó m i ca s e e staba a g ria n d o en lidia perpetu a con l a servi dumbre u na ru n f l a de ch initas que cada v e rano traía de S anta Rosa y habría deseado f re e mentar las diversione s públi cas visitar a su s rela c iones vestirse a l a moda E l m ismo sentía l a n e de m ayores comodidade s habría querido c e s id a d “ tene r u n escritorio y una b ib lioteq u ita con l a C o “ ” le cción de O bras Famosas y la histori a del M un ” do que le o f re cían por mensualidades L a j ubilación no al canzaba para todo aparte d e que las f inanzas provin ciales andaban e nre d ad i simas y pasaban semestres enteros sin que el go bi erno pagase a su s empleados E ra imprescindible re forza r las entradas Don Ped r o habría inve rtido con éxito e l dinero de la he rencia en u n negocio que en r iquecia a cuantos siempre que anduvieran en bu e s c dedi caban a él .
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O J O S V E NDADO S
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térm inos con los hombre s de l gobie rno : l a compra de sueldos que en e s a época de atrasos era l a industria m ás floreciente No faltaban nunca empleados faméli cos que vend ían sus derechos co n unas quitas f ormidables como vendió E saú su pri S i e l comprado r e ra am igo de un m i n vogen it u ra ci rcunstancia que solia ser n ist ro o del gobernador la base del n egocio lograba secretamente u na o r den de pago a su f avor Pero don Pedro había vendido en época d e apu ros algunos sueldos C onocía po r expe rienci a lo in f ame d e aquel t rá f ico d e negreros y tuvo ve r g ü en z a de ej erce r lo U n amigo que se de cía in fluyente en e l gobierno n acional lo il u s io nó c on l a pe rspectiva de un pues to en Buenos Ai re s y eso concluyó con su s vacila ciones no s
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buen d ia los diarios sa nta f ec ino s anunciaron que don Pedro de G aray con su f ami lia se instalaba en la Capital Federal Don Ped ro recortó las am a bles noti cias dadas con motivo de su viaj e y l a s gu ardó para mostrarlas en el nuevo lugar de su residencia ¡ Pero qué di stintas en l a r ea l idad eran las c o sas en Buenos Aires ! El que no caminaba tre s cuadras e n l a ciudad provinciana sin detene r se diez veces ; é l que cono c ia e l vecinda r io desde el gobe rnador hasta los c o ch eros y era saludado po r todos con u n a sonrisa y con todos podía cambia r alguna broma se pasa ba Un
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días enteros errando por las calles porteñas detrás de su s tres hij os rem ol c an d o a mi sia Presentación perdidos como un grupo de náu fragos sin ha l l ar u n solo conocido A lo m ás de cuando en cuando a igu n a cara que le s recordaba alguna relación — M ira papá aque l señor : ¡ l a misma traza d e d on Régu lo ! ¡ H ombre ! ¡ Parece mentira que no s ea él m is mo ! Voy a p reguntarle si es pariente ,
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Déj alo ; v a apurado ¿ Y e s a se ñ ora a quién te hace acordar mamá ? M isia P resentación miraba pero nada veía la emoción de las novedades l e v end ab a los oj os — ¿ A quién ? preguntaba humildemente — A Rosita Ri a l d a B uena m o z o na como e lla p — ¡ ! s Ci erto es cierto ! ¡ ni que fueran h e rm a nas ! A l cabo de ocho días como e l nombramiento no se p roduj era ni don Pedro hallase manera de l l e l hasta e l presidente de rep ú bli ca y como el a a r g hote l los fundía pensaron en alquilar u n a casita para segu ir esperando en mej ores condi ciones E l am igo en esta emergencia demostró m ás acti vidad pues en otros o cho días les hizo comprar con los últimos pesos heredados u n a casita de él m ismo en l a calle M ig uel ete s La tarde que fi rmaron la escritu ra d o vie ron por La casita e ra nueva y simpát i ca ú ltim a v e z L a ocupa c o n su galeria y su enrej ado de rosas r on sin ta rdar adqui rieron u nos catre s d e lona .
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para dormi r y u na mesa para come r mient r a s re c ib í a n de S anta Fe l o s viej os muebles que dej aron a rru m b a d o s en previ sión de l a aventu ra M isia Presentación que e ra hacendosa y limpia pu so relu cientes hasta l o s ladrillo s d e la v ered ita del fondo por donde se iba sin embar ra rse al gallinero C ompró g allinas y u n chanch ito para ceb a rl o y hacer chorizos Ella mism a cocinaba co n u na maestría a d m i rable S iempre tuvo buena m ano ! de cía d o n Pe d ro rel am ién d o se a eso d e la s once cu ando ella le ponía en l a punta de l a mesa u n a taz a de caldo o u n a empanada para q u e abriera el apetito L as much achas no holgaban ; lavaban l o s vid ri os ponian los vi si llos clavaban ab a n iq u ito s en las pa redes inventariaban las plantas de l j ard ín con l a ilu sión de la novedad estimuladas por su padre que leía los d iari o s o dev o r aba su t entee npié Pulgarcito en los primero s momentos intentó ayudar a su madre y a su s he rmanas ; dij o que ib a a pone r l a campanil l a eléctrica cosa que según é l había estudiado en el colegi o nacional en l a P i sica de G anot Pidió cinco pe sos para comprar alambre v no volvió en todo el d ia Al anochecer lo traj o un vigi lante que lo halló perdido y mue rto d e cansancio Al otro d ia volvió a sali r y se e stuvo t re s sin dar senales de vida co n la poli cia detrás d e él ; hasta q u e volvió contando aventuras m a r a v il l os a s que sólo don Ped r o se negaba a c r ee r ,
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Así comenzó a conocer la gran ciudad y en e se t ren d e a ctividades siguió Du rante anos y a ñ os un rollito d e alamb re permane ció arrinconado en e l comedor — ! s para la campanilla eléctrica u e va a pone r q Pu lgarcito expli cab a la madre y las hermanas ; hasta que don Pedro comenzó a gastar el alambre en atar una gallina clueca al pie d e un naranj o p a ra q u e los pollitos no s e entraran al gallinero donde las otras gallinas los pers eguian — N o necesita más ej erci cio u e el u e yo le h a q q decía don Pedro g o hacer todas las m ananas q u e revisaba prolij amente la atadu ra Y era ve r dad T odas las mananas e l arriaba l a clue ca co n su s pollitos a l a calle marchando lenta rr en te hasta la esqu ina u n solar baldío en los u e q m u chachos j ugaban al f ootball ,
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Alli aguardaba algunos minutos al r epartidor del dia r io q ue pasaba por e se lado medi a hora antes q u e por el otro ; s e a f irmaba al poste d el cerco des ple g aba el papel y se absorb ía el a r ticulo d e fondo su desayuno espi ritu al m ientras l a gallina y sus p0 ll ito s escarbaban en los tarros d e basu ra o pica ban el pa s tito verde en la cuneta d e la calle A más de e sa tarea don Ped ro s e impuso la dc lavar diariamente u n a j aul a d e palomitas f rancesas que construyó é l m i smo en u n ángulo d el j ardín po r pu r o a f án de actividad Pero eso lo hacía des pués de su le ctu ra mat inal antes d e la empanada o de l a taza de caldo A la ta r de dormía su siesta v ,
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despu és e staba libre para la futura ocupación q u e habían de darle —T engo lib re —decia él siem pre q ue sol ic itaba empleo desde l a s t r es a las siete más o menos Esto no qu iere deci r que no aceptaría un carg o qu e tuv iese h o r ar io di sti nt o sino q ue m e ve rí a obl i ga do a cumpli r mi s demá s obligacione s a otras ho r as H e ah i todo Con los mueble s de Santa Fe hicieron veni r tam bién a la negra S atu r nina un a si rvienta viej a de Santa Rosa que habia visto nace r a los t res hij os ” “ y que a mi sia P r esentación le decia la ni ñ a ,
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L a n eg ra llegó
albo r oz ada porque ib a a ve rlos de nuevo sin imaginarse q ue seri a un a ve r da dera dester r ada en aquel gran mundo ,
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T od os se habituaron a é l Pulga rc i t o v ivía en l a ca l le o en los s tud s ; mi s ia P resen tac ión se dis t ra ía re corriendo l a s tiendas h urgu etea n d o sin compra r nada ; las muchachas go z aban r espi r ando e l aire porte ñ o y don Pedro había empezado a emplear sus ho r as libres en los cinematógr a f os de tal modo que un tiempo después llegó a creerse e l homb r e m ás ocupado d e l Río de l a P lata S olamente la negra S atu rn ina no pudo a com o da r su co r a z ón a las novedades Al ata r decer cuando todos estaban f uera en aca bando de r e f rega r su s cace r olas se sentaba en l a e cal erita d e su cua rto u n al t il l ito d e madera cons t ru id o sobre l a cocina y se ponía a tomar mate .
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veces s e quedaba abso rt a y el mate se le e n f riab a en la m ano S entía horror por l a calle por el bulli cio por el olor a los automóviles por el rumor d e los trenes por la mali cia d e los pilluelos y apenas s e asomab a a l a puerta si no era el alba los domin g os para i r a la primera m i sa en la iglesia d e las M ercedes a media cuad ra de alli De los e cos de la inmen sa ciud ad só l o el to q ue d e aquell a armoniosa campana d e l o s padres agu s t i nos l e acari ciaba el oído : ¡ clan clan cl a n ! A esa hora d e la tarde s e l lenaba d e n osta l g i as Echaba d e menos l a ch arla de las vecinas a la puer ta de calle como en S anta Rosa S entadas en la vereda las se ñ oras y l as sirv ien tas de pie arrimadas al marco de la puerta c o n l as m anos cruzadas sobre el regazo y en la oscuridad porque los mosqu itos acudían en enj ambres no bien desmenuzaban los pocos sc encendía u n a lámpara s u ce sos de sus vidas En aquella quietud las cosas m ás reducidas adqui rían importan cia T odas las cuestione s eran de i nterés todos los ru idos se a grandaban A sí cuando callaban l as convers a ci ones sen tí an el rumo r del río que roía eternamente la barranca a t r einta pasos de l a calle y d e cuando en cuand o el golpe de u n t rozo de greda que se d esm o ron ab a sobre la corriente ¡T odo l o echaba d e men o s ! E l per fume d e las hue r tas de na r anj os l a a l garabía de las gallinetas A
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y de los chaj a s en la i sla e l cenago so olor de l o s camalotes q u e llegaba en e l viento Hablaban siemp r e d e lo m i smo del río que c re cía su pe rpetu a preocupación ; de que don Franci s co S ilva o d on Pedro de G aray tení an su hacienda en la isla q u e se estaba anegand o y quién sa be si se podrían sostener allí más tiempo Comentaban l a s fechorías de los cuatre ros : que a d on Ramón Be r gallo el d í a antes le h abían c a rn ea d o un a vaca y a d o n A u d elino M o n ru l l le habían robado un caballo v el comi sa rio se reía de ellos y se pasaba el d í a j ugando al monte en el almacén Hablaban de las en fermedade s d e pa rientes y co n o c id o s y de los noviazgos en puerta C uando d o n Ped ro de G aray se l a llevó de S anta Rosa a S anta Fe hacía veinte a ñ os de e sto ella n O cambió mu cho de costumbres Viv ia n en los b a rrio s del sud d e l a ciudad donde le f u é fá ci l re la y cio n a rs e con todas las sirvientas de l ve cinda r i o a cie rt a hora s e ib a a comad rear co n e llas sentadas en el za g uán o en el patio llevando a veces para convidarlas su mate y su y erbe ra y de cuando en cuando algunas tortas con azúcar ¡ Cómo no habría de ext ra ñ ar todo e so allí en Bu enos Ai res donde las vecinas n i se saludaban d onde al atardece r sólo se r eu nían en l a ver ed a pandi llas de mu chachos za f ados o de carreristas m aliciosos que hablaban de f ootball o de ca rrera s y cantaban atrocidade s ¡Vay a po r Dios ! ,
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Pero tenía tanto amor a la casa d e don Pedrit o “ ” por los ninos q u e s o rb í a su s lágrimas y d is im u laba su aburrimiento Los acompañ aría hasta la muerte en los buenos en los m alos t iempos ¡ Ay ! los m alos tiempos habían llegado y a Don Pedrito no encont rab a empleo ; y aunque vi “ ” v ian en casa propia y l a niña Presentación era un p rodigio de e conomía y ella no les apu raba por s u sueldo d e cocinera limitándose a pedirles centa “ ” x o s para su s vi cios e l mate y e l cigarro como la v ida s e encarecía cada vez y habí a q u e vender la j ub ilación con enormes quitas a los u su reros y Pu l ga rc ito no hacía más que gastar y las mu chachas eran unas señoritas obligadas a andar bien puestas pasaban vergonzosas est re ch e c es S atu rnina se consolaba de sus penas mirando a ia s j óvene s Lau ra la mayor apenas salía de la casa como no f uera a acompaña r a su hermana o su madre Vi v í a ocupada siemp re ; cosia toda la ropa blanca y los ve stidos de las tres muj eres e n un ta l l erc ito donde una ve cina bondadosa le enseñaba mara villas E ra muy bonita : tenía los oj os verdes de su pa d re y una timidez provinciana que d ul ci f ic ab a su s gestos M orena ági l como una j udía sólo en su s m anos e stropeadas por los trabaj os caseros s e no taba la humildad de su posi ción social Cuando l e di rigían un elogio se so rp rendía m ás
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f ascinada por e l carácter impetuoso de la
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P a r a aq uella mad re las inqui et u des sin sen t id o s on u n a f u e rz a y la paz de un humor equilibrad o u n a debi lidad E l temperamento de las dos m uchachas se con f i rmó con l o s años Laura había conseguido des pués de inf initas andanzas u n puestito de maestra de labores en u n a escuelita de Belgrano y como eso no l a ocupaba todo e l d í a ayudaba a su madre en l o s quehacere s de l a casa Y estaba contenta M a ti lde se había recibido y a d e maestra y su he rmoso diplom a nacional q ue Laura admiraba pendía en un cuadro en la pared del comedor Pulgarc i to lo clavó e l m ismo d í a que la ni ñ a 10 traj o y se f rotó l a s m anos alegremente : — Aho r a vos sos m aestra le dij o y yo soy emp leado de l J ockey C lub Vam os a ver q ué c s me j or C orrieron meses y meses S i antes M at ilde s e p a saba el d í a ente ro fuera de su casa y en d o a c l a s e ahora se veía obligada a pasarlo t a m bién pc re g rin a n d o por las o fi cinas de gobierno con l a coro na de su belleza en l a f rente y l a cruz de su x e rgon zante m i seria en los hombros T odavía le f altaba lo más di fí cil gana r se l a vida co n aque l dip loma que l a hacía m ás exigente pero no menos necesitada O t r as que no eran maestras podían aceptar em l in f e riores en tiendas o en o f i cinas E l a tenía l eos p ,
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LOG
O J OS
VEN
DA DOS
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que espera r todo de l E stado que le había puesto su sello como u n seno r f eudal a su s sie rvos que le h abía in f undido l a ilu sión d e aquella ca rr era y que t e nía obligación de emplearla Fué m il veces al M inisterio y oyó mi l vece s l a ex cu sa con que l a despedían para otra opo rt u n i “ ” ( lad j Hay tantas maestras l Y esa e ra l a verdade ra cau sa d el mal Antes el m agisterio era u n apostolado a l cual se ib a sólo por vocación po rque es un sacri f i cio El maestro c r eía en Dios y amaba de ve ras a l o s ni ñ os aunque n o lo p regon a se y aunqu e l os casti gara c on du reza ; y si no t rabaj aba po r gu sto t ra baj aba co n gusto Pero entró en el mundo el feti chi smo d e la ins t r u cción : nada había m ás grande y dign o de l a gra t it ud y de l a admi ración de la humanidad que el m aestro mode r no ,
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En los altares vacíos d e l a imágen de Dios se pu so al maestro y millares de j óvene s creyeron que esa era la llave de oro q u e ab rí a las pue rtas de l a f o r tuna y d e la gloria y cada f am i li a ob rera o bu r guesa quiso tene r u n hij o diplomado como anti g u am en te querían tener un h ij o sacerdote o u n a h ij a monj a A si se c reó l a nueva esclav itud Por un dipl o i a un j oven o u n a ni ñ a llenos de i lusión vendían al Estado su cerebro su j uventud su libe rtad Y “ una vez he cho el pacto el Estado l es decía : Ese papel c on mi f i rm a no te si rve para nada ; h ay d e ,
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H UG O
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W A ST
m as ia d os
maest r os ; quema tu diploma olvida lo q ue aprendiste y si e res hij o de obrero vuelve a los obreros y si eres h ij o d e bu rgués vuelve a la ” bu rguesía M ati lde comprendió q ue el diploma colocaba a s u s d u e n o s en u n a condi ción híbrida La instru cción per f e ccionando al individuo des a rro l l ab a en él necesidades espirituales más fuerte s q ue las f i siológi cas ne cesidades d e higiene y de el e ga n c ia q u e eran amor a la belleza a f i ciones a r tis ticas q u e eran noble a f án de cultura Pero n o l es daba cóm o satisf acerlas E l obrero ganaba más q u e el maestro y necesi t aba menos E l obrero era f uerte y el E stado l e temí a y lo adulaba ; m ient r as que el maestro s e hallaba inde f en so porque e ra extra ñ o a todas las clases soci a l es ; desde ñ ado po r los de arriba y exe crado por los d e abaj o S i era hij o del pueblo el obrero lo odiaba por tráns f uga ; si era hij o de burgueses lo odiaba por bu rgués N o concebí a q u e pudiera haber entre ellos qu ien merecie ra su compasión po r ser más pobre y m ás desval ido que él C omo una golondrina con las alas queb r adas M atilde s e n tia s e p risionera d e su título que no h a bí a hecho más que sus citar en ella l a ansiedad de la altu ra y de l a libertad Entonce s comprendió que también el magisterio se rvía pa r a mu cho a condi ción de sabe r ahando n arl o a tiempo ,
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II
Carl os L ink
Al principio misia Presentación no ve ía con bue no s o j os las andanzas de las niñas en la calle C ada vez que Mati lde salía sola se llenaba de a fli cción ¡ M amá ; v oy a l a escuel a normal ! Espe ra que se levante Pulgarcito para que te a compa ñ e .
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Pulgarcito no se levanta antes de l as doce — Despiértalo — M e ti rará con los botines — Que te acompa ñ e Lau r a — E stá ocupada — S í mamá estoy ocupada pero ¡ N adie me v a a comer ! — Bueno hij a que Dios te a yude No m e entran e s tas costumbres po rte ñ as Don Pedro de G aray que a esa hora solía estar limpiando la j aula de l a s paloma s f rancesas a c ep taba el criterio de las much achas — H ay que adaptarse al medio ambiente decí a -
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H UG O
24
wa s r
—La muj e r mode r na debe tene r
libe rtad del
la
hombre Di os nos asista ! — Las ne cesidades han aumentado ; no todas s e casan y mu chas deben ganarse la vida ¿ Cómo h an de hacerlo si no tienen libertad ? M i si a Presentación cedía ante l a sup r em a ra z ó n : hab ia que gana r se l a vida Cada d í a el gob ie r n o d e S anta Fe se d e sa c red it ab a más y los usu r e ros imponían mayores qu itas al compra r los suel dos d e los j ubilados .
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Para aumentar su s recu rsos tomó un pen sionis ta y l e alquiló l a pieza d e Pul gar c ito m andando a é ste a dormi r al comedor Era un j oven santa f esino estudiante de medici na al q ue l e f altaba muy poco para recibi r se ,
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H abía nacido en el pueblo de H elvecia y su pa d re u n herrero d e origen suizo alemán l e pu so a estudia r medi cina como pu so a sus he rm anos en e l arado a lab rar su s chacras de maní o en la f ra g u a y a sus h ermanas en l a m áquin a de c ose r v al lado del f o g ón ,
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D on Ped ro d e G a ray c onoc ía d e m u ch os años atrás al pad r e de su pensioni sta un hombre cor pul ent o d e ba r ba c a staña de ant eoj os d e níqu el se rio puntual sin imaginación pero apasionado po r todo lo que signi f i caba un p rogreso o un conocí m iento Do n Carlos Linc k tenía cinco h ij os y a su mue r ,
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Lo s
am
a
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te cada uno he r edaría u n a c onc esión de v eint ic in co hectáreas ente r amen te labrada media legu a d e campo en la i sla y doscientas vaca s ; y otro tanto su muj er E ra pue s un hombre ri co que habí a h e cho su f ortu na a ma rtil la z os j unto a la f ragua y que r ía que su s hij os ante s de heredar a pren dieran a gana r Cada quince días esc ribía u na ca rt a a l estudian te que se llamaba C arlos com o é l mandándole no t ic ias de l a s haciendas y d e l a s chac ras del precio del maní de l a altu ra del río algo de políti ca siem p r e en contra del gobie r no cuyos representan te s apa ñ aban a los cuat r eros y se enrique cían co n las coimas que sacaban de l as ca sas de j uego ,
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ca rt a inva r iablemente comenzaba deseá ndole s a lud y asegu r ando que por allí todos estaban bien aunque a renglón segu ido vinie r an novedades co “ m o éstas : S abrá s q ue tu he rmanita menor está c o n escarlatina y q u e t í a j uana mu rió de viej a a n teaye r S ab r á s que me h a n quemado u na pa r va con veinte quintales de maní q ue al pre cio de hoy valía cu atrocientos pesos La
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“
Y te rminaba invari ablemente : Disculpará s lo s bor r ones y l a mala letra porque estoy apu rado y l a pluma no si rve T e abra z an y te be ndicen tu s padre s ” que te quieren ,
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S iempre aquellas ca rt as llenaban de emoción a Ca r lo s L ink po rque le av i v ab an l as d o rrn id a s im presiones de su ni n ez ,
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H UGO
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wa s r '
S u padre no debió el egirl e a él para q u e estudia ra medi cina sino a cualquiera de su s otros h er m anos menore s E l tenía corazón de labrador o de herrero y h abría sido feli z inventando u n a má qu ina para sembrar maní o ideando una rej a nue v a para el arado Pero estudió tenazmente con el pensamiento de volve r a Helve cia donde trabaj aría como m e di co y fué ganando su s anos sin gran brillo pero con solide z S u cabez a e ra du ra y las ideas ent raban lenta m ente ; pero una v e z dentro no salían nunca C uan do aprendía al g o e ra para siempre Fa l táb an l e dos anos para conclui r su carre r a cu ando u n día po r encargo d e su pad re fué a vi si tar a la f amili a de don Pedro de G aray ,
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Lle g ó en un momento d e intensa a f li cción Don Ped ro yacía en la cama sin conocimiento víctima de un ataque de a popl eg í a M i si a P resentación l e d e svestía para f ric c ion a rl o Laura l e ponía sinapis m os en las piernas ; M at ilde lloraba y l a negra S a t u rn in a había volado a t rae r u n con fesor C arlos le p restó su auxi lio y las tres muj eres l o dej aron p rocede r adivinando que sabía más que H abía llegado opo rtunamente y salvó al en el la s f ermo .
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Cuando don Pedro abrió los oj os vió a su dere cha a u n sacerdote y a su izquierda a C arlos Link A los pie s de l a cama su muj e r y sus h ij as y l a ne ,
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H UGO WAS T
28
Pedro no bien l a negra S aturnina llamó a su pue rt a Pero desde q u e s e tratab a d e un es pri t f ort y el peligro h abía pasado se limitó a acoger con una sonris a 1a excusa de don Pedro y a gustar ligera mente el v in il l o con q u e lo convidaron — M e alegro de su mej oría senor G aray ; quedo a sus órdenes — M i l gracias pad re ; es u sted un f i lántropo respond ió el en f ermo y el padre se f ué acom pa ñ a d o por las mu ch achas q u e le pedían disculpas y segu ido por S aturnina que l e instaba a que bebiera toda la copita ,
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Entonces don Pedro se di rigió al médi co del c u e rpo q ue tenía a su izqu ierda —S u ciencia m e ha salvado doctor l e dij o in t e ntando darle l a m ano — No soy doctor se ñ or G aray ; soy Ca r los Link d e H elvecia estu d i ante d e medi cina hij o Don Pedro de G aray no le atendía ; estaba lívido v temblaba ? Qué tiene ¿ qué siente ? .
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Sabe doctor ,
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q ue
no p uedo mover el brazo iz
? u i e d o r q
Li nk se agachó a examinar e l brazo inerte esti r ado sobre las cobij as y m isia Presentación empe z ó a d a r f riegas de alcohol alcan forado en e l d e r e ch o 7 l s la paráli si s mu rmu ró al cabo de u n ra
«
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v
L OS
O JO S
m
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29
de examen el j oven No creo que se repita el ataque ; pero esto no desaparece rá en un d í a J esús me valga ! ex clamó mi sia Pre senta ción ¡Ahora sí que estamos lu cidos ! Don Pedro preguntó : N o pod ré hacer nada du rante algún tiempo ? — Creo u e no cualquier es fue r zo mental o f isi q c o podria agravar su e stado Debemos e spe ra r l a r ea cción de l organismo Do n Pedro ce r ró los oj os ante aquella pe rspe c ti v a aterradora ¿ Qu ién sacaría sus cluecas a e sca r bar en l a basu ra de l a vecindad ? ¿ quién limpiaría l a j aula de sus palomas f rancesas ? ¿ quién lee r ía l o s ed itoriales de su diario ? ? Y e sto durará mu cho doctor ¿ T al vez no ! Don Pedro se acostumbró con increíble faci lidad a permanecer en u n a si lla ham aca sin pensar sin hablar engordando y oyendo z umbar la s mos c as en los vidrios to
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Có mo por nada de l mundo habría renunciado
a
lee r un d ia u ot ro los diarios mandó q ue se los f ueran api lando en un rincón de l a pieza para reanudar su lectu ra cuando e l m édi co se lo pe rmi tiera T enía un supremo respeto por l a cienci a y era blando como u n niño en manos de Link que desde e l d í a del ataque se instaló en l a casa como en fermero al principio y después como pe nsioni sta Link era rubio y co rpulento serio y dulce y quien no lo cono ciera a f ondo hab rí a podido creer ,
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HUG O
3o
WA ST
t riste por l a parsimonia de su s entusiasmos y por lo esquivo de su s modales L a verdad era que su corazón simple estab a lleno con las dos o tres g r andes pasiones d e su vi d a y no l e interesaban otras cosas Am aba a su s padres con devoción y a su pueblo con ternu ra de desterrado ; y cuando ent r ó en l a re lación d e los G aray y empezó a vivi r baj o su techo se enam oró pro f undamente d e M atilde En un principio no le cayó en gracia a l a j oven q ue parecía tener otros ideales o q u e había ima gi n a d o el amor sin aquellos gruesos anteoj os con a rco d e celuloide q u e u saba Link y sin su pesadez d e espíritu y d e cuerpo Por el cont rario don Pedro halló tan a su gusto el cand idato que m ani f estó a m isia Presentación su deseo de que le rebaj ara l a pensión para q ue no se le ocu rriera i rse de la casa lo cual ella se guardó muy bien de hace r No faltaría más ! U stedes los hombres no en tienden d e estas cosas Ya verás Pedro Q ué vas a hacer ? interrogó don Pedro pa l pán d o s e e l costado paralítico con su mano de recha — Voy a subirl e la pensión ? Qué ¿ cómo ? ¡ se nos i rá ! ¡perde r é m i m é lo
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Q ué se ha de i r ! ¿ Ya te has olvidado cómo se p l ende el amor ? Esa mi sma noche con gentil í s im a s palab r as m i ,
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L os
O JO S
D DO S
VE N A
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Presentación pintó al e studiante l a dura ne ce sidad en q ue se hallaba de aumentarle l a pe nsión Li nk pensó que su pad re rezonga rí a un poco pues no gustaba de que le modi fi caran sus pre s u puestos pero acató l a resolu ción de l a dueña de casa y com ió c o n más apetito para sacarle mayor prove cho al gasto — ¿ H a s visto Ped ro ? dij o misia Presenta ción al dar cuenta a su marido de l a entrevista r a o si conoceré yo los bueye s con que T enemos ! ¡ ¡ m édi co para toda l a vida ! ? Y si M atilde no lo qui siera s e ar r i esgó ¿ a preguntar d o n Pedro M i sia Presentación hi z o una mueca como di c iend o : ¡ Dej a eso por m i cuenta ! s ia
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T ambién la negra S atu rnina h u sm eó e l su ceso y p ronosti có q ue M atilde acabaría por c o rre spo n d erl e como que y a había observado ella q ue t d o s los días sobre l a mesita donde estudiaba Link apa r ecia un f l o rerito con rosas nuevas M a s no sabía que l a autora de aque ll a aten c ión era Laura que con t im id ec e s de cole gia a llegaba al cuarto del estudiante y sin que l a vieran r eno v ab a su s f lores ,
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No abandonó su costumbre ni cuando dej ó de ser un misterio en l a casa el amor de Link por Matilde y supieron que ésta lo acepta b a C uando al caer l a tarde volvia L i n k c c l a Fa contento de s u d í a po rque cul t ad o de l Hospital ,
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HUG O WA S T
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cada trabaj o realizado cada con f er n c i a c o n c l u id a lo acercaba al porveni r que era l a di cha hallaba a Lau ra tendiendo l a mesa en el comedo r b aj o la lamparilla de tulipa azul En u n rincón estaba la si lla d e d o n Pedro q u e aguardaba con interés al estudiante Adentro an daba m isi a Presentación lidiando c o n S atu rnina para que apresta s e la comi da y sent í an se sus v o ces d e mando — T odavía ella no h a venido decía Lau ra en e
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baj a como u na con fidencia de amor respon d ien d o a l a p rimera m irada d e Link Este se apro le tomaba el pulso x im ab a entonces al en fe rmo Cómo h a pasado hoy el día ? — C omo mal v oz
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Link sonreía lo pa lmeaba un poco y bu scaba un a silla para sentarse a conve rsar evitando los temas que pudieran excitarlo H ablaba con su avidad sin animación como quien reza mi rando constantemente a 1 patio por donde a cad a instante esperaba ver pasar l a f igu ra d e M ati lde ,
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E sta llegaba siempre tarde y triste En los ú l timos tiempos concibió la ilusión d e que pronto la logró ve r al n ombrarían en una e scuela central m inistro despué s de u n a ñ o de antesalas y é l pa re c ió i nteresarse por su pedido Sólo que era necesari o i r siempre para que no la olvidaran .
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OJ os
L os
v z n ns oos
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Dios no más sabía l os sentimientos amargos y cad a vez rebeldes q u e brotaban en su s entra ñ as subía escalinata del ministe rio i i l a n u e r e t e n s p q Oo las sonrisas mali ciosas y humillantes de l o s em ,
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pl ead os
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Era buena buena y quería serlo siempre pero qué di f í ci l era segu i r siéndolo cuando el mundo e n tero conspi rab a contr a ese propó ito E s o f u é lo q ue l a de cidió en f avo r de Lin k Quería crearse un compromiso q ue l a atase a l a v ida honrada para no perder pie ,
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T enía ve inte anos y hacía cinco que vivian en Buenos Ai res y h abrí a debido ser ciega para no adverti r l a impresión que producía en l o s hombres su hermosura realzada po r l a gra cia porte ñ a En los p rimeros tiempos se dej ó tocar l a f rente po r un sue ñ o ambi ci oso y llegó a c r eer que poseía l a palabra mági ca para ab r i r l a pue rta de O ro del mundo ¡ C andorosa vanidad ! E l tiempo l e ense ñ ó que corría el peligro de esta r mi l a ñ os agu ardando al príncipe de la leyenda en cuyo amor sonara Y se resolvió a no pensar en é l S i algu na ve z llegaba l e di ría que era tarde ; que y a no podía amarlo y que habia puesto su s oj os e n ot r o homb re S e decidió po r Link sintiéndose sola en medio de l a ciudad a fanosa y turbu l enta como una vi rgen cristiana en l a a r ena del circo ine rme ante l a s f ieras ,
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Link la ayu daría a salvarse y cuando se casa ran él l e in fundiría su amor L e bastaba m i rarlo al entrar de la calle al darle la mano al deci rle una palabra a fe ctuosa para comprende r q ue en eso e ra ri co como u n R ey y podría e n riq uec erl a a ella sin empobrecerse Pero su corazón no h abía hallado paz Des v a nec id o su sue ñ o ambi cioso l e quedó sin embar go la f rente marcada con el pliegue d e una pre o cupación y la voluntad enervada como si r ecién despertase M i si a Presentación habí a educado cris ti a n a m en te a su s hij as y v iéndolas i r los domin gos a m isa y f recuentar los sacramentos y enseñar la do ctrina a los ni ñ os se alegraba creyendo que no podrían perderse ,
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S abia es cierto que somos concebidos en pe cado pero mient r as ellas no olvidasen su cate ci smo e staba segu ra de que aunque algú n d ía v a c il a ra n volverían a hallar la senda de re cha C are cia de mali cia y tenía l a convi cción de que en los trance s di fí ciles acudirían a ella demandan do su s consej os Pero aún en los corazones más pu r os suele ex is t ir un sedimento d e maldad U na U n t rivial i ncidente basta para agitarlo m irada u n pensamiento una palabra O ída cien v e ces puede u n a vez revolve r la hez dorm i da y en tu rb ia r la conciencia de un modo i rr emediable S i mi sia Presentación hubiera abrigado alg ú n temo r habría sido po r Lau r a que e ra m od e sta ,
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H UG O W A S T
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lo dej ara comer lo ero ni empanadas l a s espec ial i dades d e S aturnina En la otra punta s e ntáb a se misia Presentación y f rente por f rente a cada lado las dos parej as de j óvene s M ati lde y Li nk Laura y Pulgarcito C u an do e ste f altaba lo q ue a menudo ocurría su her m ana s e quedaba sola m irando conve r s ar a los no ,
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La negra traía u n a f uente d e batatas o d e maza morra con leche y es o marcaba el final de la c o mida M i si a Presentación se levantaba para ayuda r en la limpieza y Laura j ugaba al dominó con don Pedro de s pués d e p repararl e u n te de q uieb ra ra d os Pero a v ec es d on P edro n o tenía gana s d e j u gar y pedía su costu rero y se ponía a pegar d e n ue v o los botones d e su s traj es ,
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— Eu
el ej ército alemán exponía es u n a f al t a grave d e di sciplina andar sin botones Yo no h e estado en Alemania pero sé q u e e s así Absortos su padre en su tarea y los novios en su conversación Lau ra sacaba su silla al corredor anegado en la per fumada f rescu ra de la primave ra 3 mi raba a lo lej os pasar los trenes como una ban d a de luz o alzaba l o s oj os y contaba las estrellas U na est rella e rrante d e p ronto cortaba como un d iamante el espej o d e la noche y entonces ella f o r mulaba u na súpl ica p o rque le hab ían dicho qi re se “ cumplían los pedidos hechos así : que Carlos Link ” se re ciba pronto y que M ati lde lo q uiera mu cho C uando llovía o hacía mal tiempo se iba a su .
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O J O S V E NDAD O S
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pieza y rezaba el rosario con el espíritu di straído por el rumor d e las palabras de Li nk U na noche éste d ij o a don Pedro después d e exam inarlo Cómo se siente para d a r mañana u n pa se í to ? E l en f ermo se llevó los anteoj os a l a f rente a bandonó su s botones y lo m i ró con sorpresa ? ? í o U n a s e ha comp r ado automóvi l t ¿ p ¿ ,
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— No
un pa s eito con su s propias pie rnas Qué esperanza ! T engo media res mue rta I a pierna izquierda no m e parece m ía Yo no puedo pasear sino en automóvi l Y a l a verdad que e sto no debería s er un luj o sino un a comodidad al a l cance ( te todos como en E stados U nidos Yo no he e s tado allá pero sé que hasta l o s ch a ca re rO s tienen un au tomóvi l como aquí tienen un sulky Link lo interrumpió : — H aga l a prueba : mañana cam i ne ha s ta l a c s .
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r m iso para lee r l os diarios u ina y le da ré pe q Don Pedro echó u n a mi rada al almanaque H ace u n año que no l o s leo ! ¡Lo que habrá suced id o ! ¡Lets nuevos invent os ! ¡ Los m uertos il u s t re s S i u sted Link fuese m ás noticio s o y e stas muj eres se interesasen por las cosas del e s píritu yo no estaría ai slado de l mundo — M añana po d rá lee r s u s diarios in si st ió el j oven ; después del paseo — E n cuanto me quie ra parar m e caeré redon do — Yo lo llevaré de l bra z o H ay u na ga ,
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H UG O
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nueve p ollit o s ;
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s ac a renros
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quina Don Pedro se quitó l o s anteoj os los guardó en el costurero y mandó llamar a m isia Presentación Detrá s de ésta llegó también S atu rnina con las m angas vueltas y los brazos enh a rin a d o s — G ran d í a el d e ma ñana — l es di j o d on P ed ro emocionado Volve ré a mi s lectu ras y saldré a paseo S e pu so de pie resoplando porque estaba muy g ordo y f alto d e f uerzas y cam inó alrededor d e l a mesa arrastrando un poco los pies Q uere r es poder ! exclamó Por ahí he visto anunciado un libro inglés d e autor muy mo “ ” derno q u e s e llama : ¡Ayúdate y te ayudaré ! d e u n tal Smiles U sted lo ha de conocer Link —Nro he le id o más que l a primera p a rte con ” testó sonriendo Link la que s e llama A y ú date l — B ueno pues repl‘ ir c ó don Pe dro yo no lo he leído pero m e imagino que trata de l pode r de la voluntad Estos i nglese s le dan mu cha importancia al cultivo d e l a voluntad Por eso I nglaterra es un país donde todo p rospera S i n haber estado en I n g l a te rra conozco mucho a los ingleses ; todos andan bien vestidos M i sia Presentación abrazó y besó a su marido y le dij o en voz baj a q ue su p rimer paseo lo hi cic ra hasta la iglesia de las Mercedes para da r graci as a Dios ; y él accedió po r complacerla S a t u rn ina g em ía d u l c e m e nte : Don l ed rito ! ¡ya está salvado don Ped rito ! .
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L os OJ os
VE ND A DO S
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f ué a acostar don Ped ro ayudado por su m u j er y la cocinera expli có a los demá s l o s prepara tivos e n que andaban Estoy haciendo empanadas para tu mini stro Se
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M at ild ita !
Esta tarde el mini stro había dado palabra de h o nor a M atilde de nombrarla ante s de qu ince día s ; y misia Presentación quería re frescarle l a memoria si c o n un obsequ io que aqu él estimaría e n mu cho era el h omtb re de buen d iente q ue pintaban los pe ,
rió d ic o s
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Por qu é se a f ana detrás de ese empleo ? preguntó Link a l a mu chacha que e stá di st r aída construyendo u n a torre con l a s fi chas del dominó ,
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M ati lde se estremeció como si le costara volver al mundo de la imaginación ,
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N o quiero s er una carga en mi casa r es po n d ió brevemente ? P r onto yo Pe r o le durará s empleo u é e e ¿ q seré médico y m i padre me autori z ará para casa r me No s instalaremos en H elvecia y allí t rab aj a rá con ilu sión ¿ Y u sted se hallará a gu sto ? La j oven re spondió que sí moviendo la cabeza — Yo he nacido pros i g uió Link para vi vi r en el campo ; pero u sted t iene su corazón en las ciu ? s í i dades No se can a rá al ún d d v v i r llá a e a ¿ g —S u pa d re c on testó ell a el ud iend to l a p regu n ta no me verá con buenos oj os T al vez é l quie ra para su hij o alguna muchacha rica de aqu ellos ? lugares Nunca han hablado eso d e ¿ .
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H UG O WA S T
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¡ No no ! M i padre es u n hombre d e c r a zón y la que rrá cuando v e a cómo la quiero yo M atil d e M i m adre e s una muj er sencilla q ue s e ale g ra rá d e tener una hij a má s y mi s hermanas s e enorgu lle cerán de verla en nuest r a casa y vivi rán e studiando su s maneras y su s t raj es para imitarla en todo M i s t raj es ! ex cl amó con sarcasmo l a m u chacha No valen la pena de ser imitados ; los hemos hecho con Lau ra re form ando ot ros viej os — B ueno eso aprenderán o
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M atilde pensó en l a s cosas que evocaban las pá labras de su novio : un pueblito a la margen d e un ri acho ai slado entre anegadizos y algarrobales al que en los tiempos de grandes baj antes del río o d e grandes crecientes era di fícil llegar ; u n a fami lia d e campesinos con 1a conciencia d e su riqueza q ue vi v irí a n espiando sus gestos para v er si me recía o no el amor de su hij o ; u n padre serio como un pá t ria rca una madre simple obediente como una e s clava ; u n a exi stencia descolorida entre vecinos que se e s forzarían por complacerla por ser la señora d e l médico pero que no l a que rrían Su sp iró a su pesar y él que l a estaba m irando la i nterrogó suavemente : ,
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? El pensar en eso la entri stece ¿
— S u pad re insi st ió M atilde para cargar s o b re otros l a responsabi lidad de penas f utu ras que presentía no aprobará su elección cuando me ,
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V6 3
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OJ o s
vamon
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—
M i padre ya la conoce respondió é l Le hablo poco de u sted en mis cartas para que no pien se que m e distraigo d e m is estudios ; pe ro en un a sola de las palab r as que le digo debe adivinarla có m o es y cuánto debemos quererla todos Dij o esto con una emoción reprimida t an honda q u e Matilde se estremeció Lau ra empezaba a cerrar l as pue rtas porque e ra h ora de acostarse entró de la galería y vió en la f rente d e su hermana aquella luz de amor que raramente b rillaba en ella y su alma se alegró Matilde observó la m i rada esc ud riñ ad o ra que le arroj ó y tuvo m iedo de que e sa noche l a hablase de Link N o le gu staba ab ri r su corazón a los oj os de nadie ¡ ni a los de Dios ! po rque ella mi sma ig n o rab a las corrientes obscu ras de aquel mundo pé q ueñ o pe r o in f inito Y corrió a acostarse y f ingió esta r dormida cuan d o ent ró Lau ra en su cua rto .
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Buena mala ? ,
¿ algo d e
preguntó ella
u sted ? — És buena y no es nada m ío T enga paciencia y a l é res e Antes de ocho días sabrá de qué se tra g ,
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M i sia Presentación también se levantó muy t em pra n o e sa m añ ana T enía mucho q u e hacer hornear las empanad as en cuyo traj ín andaba ya S aturni n a y conclui r d e lav a r unos pañ uel o s q ue l u ego pé garia en l os vid rios d e l a ve nt ana ; y c oncil uírl o t odo antes de las siete hora en que e l tren de S anta Fe pasaba por Belgrano .
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De Helve cia le mandaban una chinita para qu e l a criasen En tiempos de más holgura misia Pre sen t a c ió n tenía siemp re unas cuantas pa rd it a s a su servi cio ; les enseñaba a leer las h acía rezar las ve s tía con esmero porque e s o red und ab a en prez d e su nombre y les sacaba el j ugo hasta los dieciocho a ñ os época en que generalmente las criatu ras s e m andaban a mudar con algún cartero o se l e casa l ran con algún vigi lante viej o .
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La p rovi sión de c riad ita s se le s concluyó en Bue nos Ai res donde ex i st ían m ás tentaciones y más li be rta d es ; y mi si a Presentación q uedó reducida a l o s se rvi cios de la negra S aturnina q ue c o n la edad s e llenaba d e m a ñ as ,
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P ero su parentela de Santa Rosa le anunció la muerte d e unos ve cinos pob res que d ej aban en l a ind igen c ia u n a colección de criatu r a s a quienes e l ,
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j uez de menores estaba r epa r tiendo entre f ami lias pudientes L o s oj os d e misia Presentación c h ispe a ro n de c o “ d icia y telegra fió en e l acto : Háganme manda r tr es de q u ince añ os p ara arba j o porque de más edad ” “ son muy sabidas No pud ieron manda r le más que una con u na fa mi lia s a nta f es ina que venía a Buenos Ai res Mi sia Presentación con l a cara enroj ecida po r la buena salud y l a actividad horneó las empanada s del m ini stro pegó a lo s vid rios los pa ñ uelos re cién lavados fué a besar a su m arido sacó l a s l lave s d e l bolsi llo de su pollera entregánd o sel a s a Laur a v partió para la estación después de atu sa rs e lige r a r r e n te los cabellos neg rí s im o s aún y encasquetarse u n go rrito f lorido y j uvenil q u e Pulga r cito llama ” “ ba el budín d e violetas No bien salió l a se ñ ora S atu rnina se metió al cuarto de d on Ped ro c o n una empanada caliente en u n plato Buenos d ías señor don Pedro ! Aqu í le t r a r go esto que v a a acabar de mej orarlo El en f ermo todavía en la cama m i raba un trozo de cielo po r un ángulo de la pue rta Cuando en la iglesia repic a b a n las campanas las palomas del campanario echaban a volar y él las veía rev o l o tear sobre aquel f ondo azul Creía conocerlas ya po r que no eran muchas y pasaba las horas contem .
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plánd ol a s
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“
”
E l era un esp ri t f o rt pe ro ag rad ábal e much o la v ecindad de aquella iglesia que le dist r aía co n su s
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campanas y su s palomas y h asta con el olor a irr c ie n s o q u e di fundía e n el barrio E l anuncio de Saturnina le t raj o a más p r o m i c o s pensam i entos — Cóm a s e esta empanada antes que venga la n i ñ a P resent a ción y v áv a s e a oí r u n a m is it a en ae e ión d e g rac i a s al S eno r y y a v a a est a r sa n o d on Ped rito Don Ped ro s e incorporó miró a todos lados y s e engulló la deli ciosa empanada Entornó los oj os Y reclinó d e nuevo l a cabeza satis fecho y f atigado d e s u haza ñ a La negra con e l plato vacío en la mano lo mi ra ba y l e sonreía — Ah ora la m is ita ¿ q ü ie re que l e ponga los botines ? ,
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No dij o don Pedro sin abri r los oj os ” “ y o soy un e sprif f ort La ne g ra sa li ó temerosa d e que la enrpa n a d a sin la mi sa f uera a in d ige s ta rl e Al rato se oyó la voz a flautad a de d o n Pedro : — Lau ra ¡alcánzame el diario ! ,
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Ent ró la j oven En los cabellos traia algunas h oj as secas que hab ían caído sobre su cabeza m ien t ras espu l gab a e l enrej ado de rosas trepad a en u na e s c a le rita .
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La bendición papá dij o y besó l a mano de su pad re regordeta y suave Aquí e stá el d iario d e hoy ,
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Pe r o don Ped ro no qu iso saber nada con e l dia
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v z n na no s
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rio de hoy Había pasado un ano entero sin leer y sin h ace rse leer porque en eso nadie le daba gus to y pre fe ría aguardar que su vi sta se aclarase y su mé d ico l e d ie se p erm i s o p ara reanuda r sus ta reas ; y no e staba dispuesto a perde r lo s t rescientos y tantos diarios q ue po r su orden se f ue ron a pi lando en un r incón de l a pieza .
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Sácame el d e má s abaj o e l del día siguiente mi ataque ,
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Laura s e lo entregó y don Pedro después de mandar a la pila el diario nuevo se caló unos a n teoj o s de patillas d e oro y retomó los a c o n te c im ie n tos mundiales c o n un a ñ o de atraso — Cuando acabe llamaré para que me vistan V sald remos a da r un a vuelta a l a manzana ,
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Lau ra se f ué a p repara r e l ca f é que ella se rvía a todos a s i que iban levantándose En el comedor la pieza conti g ua a la de su pá d re halló a M atilde ve stida y p ronta para sali r — T engo que estar en e l C onsej o de Edu cación antes de las nueve ,
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Lau ra dij o se ñ alando l a cocina de donde l a bri sa ac a rreab a apetitosos olores : — Las empanadas de Satu rnina ganarán la b a talla ,
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M atilde hizo u n gesto decepcionado v Lau ra so r prendida calló un momento dobló por la m i tad l a carpeta de la mesa extend ió un mantelito en l a pa rte desnu d a y sirvió allí el ca f é de su her ,
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mana que s e estaba mi r ando las u ñ as sin ganas d e hablar —Ya s e te conoce , murmu ró Lau ra con a l g ú n resentimiento q u e eres maestra con di ploma Po r qué ? interrogó M atilde — Pare ce que a cambio del diploma entregan la alegría Me duele la cabeza H ab rás dormido m al No no ! ¡Qué sé y o lo que tengo ! ? Anoche cuando entró mamá no la sentiste ¿ T odas las noches misi a Presentación despué s que se acostaban su s hij as iba a su cuarto d e pun t illas les hacía u n a cruz en la f rente y las besaba Casi siempre l a s hall aba do rm idas No l a sentí dij o M atilde ,
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Y no e ra verdad porque hasta tarde la desvela ron su s pensam ientos esas imágene s desbaratadas q u e la f at igab an sin a d o rm ece rl a ,
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S intió lleg a r a su mad re y cerró los O j os y cuan d o le ma r có la cruz en l a f rente la oyó mu rmurar : — E sta pobre cri atu ra es muy buena ¡ Dios me la co nse rve así ! ,
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M ati lde tomó el ca f é f u é a da r los buenos dias a su padre y sal ió De u na planta que había f rente a la ventana d el comedo r co r tó unos j a z mines y s e l o s puso en l a cintu ra ,
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Los a
En la estación
vmvm oo s
s
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le ace r có una chiqu illa a o fre ce rl e un mazo de violetas — T ómelo y no me lo pague le dij o en tono con f idencial M atilde conocía a la ni ñ a y aunque no le com praba su s flores siempre l a acariciaba al pasar con un go l pec it o en las mej illas redondas y suave s como un botón de rosa — No quiero a rru in a rt e N oemí — T ómelo ayer un mozo m e lo pagó para u s t ed ; y me preguntó su nombre Matilde se pu so colorada tomó instintivamente el ramo y subió al t ren que llegaba en ese mo mento se
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¿Y c h án d o se
— Sí
dij i ste m i nombre ? desde la ventanilla
pre g untó
le
aga
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¡ M al
hecho ! El tren partió v M atilde abrió un libro leer pero su im ag rn a c ro n se salía de l a s v volaba hacia su ramo de violetas ,
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qu i m j p á gi n a s
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Ya
imagi naba quién era aquel desconocido E l día antes yendo a Reti ro un j oven subió j unto con ella y se sentó a su lado Era u n a d e esas personas con quiene s uno se cruza en l a calle en el tren en los tranvías qu e viaj an a la m isma hora y q ue uno ac aba por sa lndar el mej or día sin saber cómo se llaman Debía de vivi r en Belgrano aunque ella reco r daba haberlo visto venir del T igre u na ma ñ an a se
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H UGO W A S T
¿o
de carnaval vestido de etiqueta y dormido en un asiento y pasarse de su e stación sin ad v ertirl o En el breve t raye cto no se despertó y M atilde sentada al f rente no apartó de él los O j os Q uería imaginarse cuáles se rían su s alegrías y a qué di s tancia e l alma de los hombres como él ri co y li bre vivía del alm a de las muj eres como ella t a n pobres qu e perseguían ansiosamente una m ise r ia un puesto q u e en un mes de trabaj o penoso y os curo le s d arí a lo que ellos gastaban en u na hora de risas ,
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¡ Q ué
di stintos debían de ser los ideales de ellos y de ellas ! H abría deseado por u n momento asoma r se a aquel mundo en que las gentes vivían de f iesta en f iesta ,
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Cómo se entraba a aquel país de sue ñ os y de li b ert a d ? ¿ Por la riqueza ? ¡ No ! p ues ella conocía a ri stócratas pobres recibidos y considerados en el gran mu ndo ¿ Por l a belleza ? Así lo creyó cuando en la calle los elogios de algunos y má s que todo l a emoción de otros que l a m iraban pasar en si len le revelaron su belleza c io ¿ No era esa la llave de oro de aquella pue rta detrá s de l a cual estaba l a di cha ? ¿
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Ya
no creía en eso pero le gustaba ima g inarse que l a s cosas podian ser de otro modo de l que eran y que uno de aquellos hombres libres de ele gi r y de amar se prendaría de ella y l a redimi rí a de su pob r e z a ,
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H U GO m
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ar
C e rró b r uscamente el libro y se puso a contem plar el paisaj e e l río a la izquierda i n finito co m o u n mar tu rbio y agitado y el bosque de Palermo a la derecha verde claro y luminoso baj o la pri ,
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m a v era
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Ahora quería no pensar en e se encuentro de la v íspera pero Noem í con su ramo d e violetas ex c i tó de nuevo su imaginación E l ya sabía su nombre y ella ignorarí a siempre e l de él Dentro de la semana sería nombrada maestra con u n sueldo que le permiti ría comprar su aj uar de novia y antes de u n a ñ o en un lej ano pueblito d e la costa d e Paraná sepultaria para siemp re su s inquietudes ,
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El su desconocido l a olvi daría pero ella re cor daría siempre aquella página del novelista n oru e go que le ganó un ramo de violetas ,
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Matilde ib a en bu sca d e unos datos q ue debía oh tener d el secretario de u na escuela normal Fermín Vel arde un j oven a quien no c on oc ía Q uizás la de signarían para e sa escuela y el corazón l e palpitaba con v iolencia ,
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H acía más de u n año que pe reg rin ab a en las a n t esa l as de l ministerio de l C onsej o d e Edu cación y d e l os veinte consej os e scol a res d e l a ci udad y aún no se acostumbraba a esas gestiones ,
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La escuela e ra un edi f icio encaramado sobre una g ra d e rí a f rente a una plaza de antigua arboleda ,
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L os
OJ O S
v e n o s uo s
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que en ciertas horas se llenaba de niños con su s nodrizas o go b ernan ta s Desde el ancho ve stíbulo s ent ia se e l f re sco de los j ardines y de las galerías oscuras y las voces de los pro fesore s que expli caban su s temas en l a s a u las ante las quinientas alumnas que allí se i nstruían a costa de l Estado ,
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o r denan z a conduj o a Mati lde a u n a salita se parada de la se cretaría por u na m arn pa ra d e cri s t ales d e s pu lid o s y le se ñ aló un asiento Un
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Matilde se quedó sola O ía pe r f ectamente l a c o n v e rs a c ió n que sostenían al otro lado de la mam para d o s voces un a de las cuale s sería la de V e larde y l e interesó lo que decian Se imagi nó que l a voz f resca y j uvenil e ra la de é l pue s Ve larde d aba con f e rencias en l o s centros sociali stas y el público gu staba de su oratori a S abía de él que era ardiente y dulce como u n apó stol y que l o s j e f es d el sociali smo no lo querían porque ni se les e n t reg ab a ni parecía con f iar en la sinceridad de aque llos hombres que vend ían discu rsos humanitarios como ot ros venden pied ras f al sas y e spiab a n los cambios d el viento en la masa popu la r no para orientarla sino pa ra c onse rvar su f av o r Aunque mediaba un abi smo entre las ideas reli g iosas de aquel hombre y las suyas M atilde s á b ia que a su lado trabaj aría co n libe rtad .
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O yó l a
—!
voz j uvenil que replicaba :
erensky e s un actor
de
opereta ; Tr otsky es
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ww
e
un t raficante desh onest o ; pero L enin es un hom b re honra do y yo creo en T ambi én creía en los otros dos ¿ s e acue r d a Velarde ? c o nte s tó l e c o n sorna u n a v o z m ordie u te y llena Así es d octor F r a ser — respo ndió con t risteza el aludido M atilde reco rdaba aquel nombre E n casa d e la B is to l f i una se ñ ora j ove n amiga de ellas que solía invitarlas a su s reuniones el marido hablaba d e un d octo r Frase r cuya a mistad bu scaba aunque e ra morda z y temible a j u z g ar po r las hi storias q ue (l e e l re f ería — Para u sted la palabra la tienen l o s d e a f ue ra ; ? d e ellos nos h a d e veni r la ¿ Por qué ? no cree acaso en nuestros socialistas ¿ ¡e so no es j u sto ! ¿ o es que los conoce demasiado ? Esto lo dij o Frase r con la voz su avizada por una ,
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c o m pa s ro n rro n rc a
— tario
Algo de
e so
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debe habe r
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respondió el secre
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—S in
embargo prosiguió Frase r yo h e oí do hablar a esos senore s en las esquinas d e las c á lles y he leído su diario y parecen realmente co rr dolidos por los dolores del pueblo Deben d e s e r hombres mansos y hum ildes d e corazón según reza la j ac ul a to ria ,
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Vel arde se echó a reí r ama rgamente Sí dij o son tie rnos de lengu a ! M a rrso s y humilde s de co r azón en la calle ; pero en su s cá .
L os
oao s
VE NDADO S
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sas son altaneros y b r avos c on su s muj eres y su s h ij os y en el umb r al d e su puerta despiadados c on lo s pobre s que v an a pedi rles ¡Esto lo he d e sc u bierto yo ! ,
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— ¡ Bah !
e so ex clamó Frase r alegremente no lo ha descubierto usted ; e so lo sabían todos l o s pobre s d e Buenos A i re s antes q u e u sted Cu ando tienen hambre nin g ún pob re va a llamar a l a pue r ta de un comité de su parti do ni v a a sentarse en el umbral d e ninguno d e su s j e fes S e va con su escu dilla a l a portería d e al g ún convento ; la sopa de 10 5 frailes engorda más q ue los di scu r sos d e u stedes U stede s cu ran c on palab ras pe r o no dan un men .
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La sorna habitual habia desaparecido de aquella v oz G u e so n aba ahora cáli da v penet r ante Matilde sintió l o s pasos de uno d e los d o s q ue se levantaba y v ió aparece r l a figu ra d e un j oven e n cuya f rente s e notaba la marca d el estudio y d e l a preocupación aunque en su s O j os bri llaba u na lu z d e invencible i lu sión Es Velarde ! pensó Hace mu cho q ue agu a r da se ñ o rita ? — NO senor cinco m inutos Perdóneme ! Ya voy a atend erl a En se guida salió el doctor Frase r E ra un hombre d e edad de tez biliosa de oj os eu capotados sin elegancia y desaliñado en e l vesti r pero con l a aparienci a de un gr an senor venido 7 menos ,
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WM
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Echó una oj eada cu riosa casi impertinente s o b re M atilde y se detuvo extáti co a un paso d e d i s tancia Ella lo m i ró tu rbada sintiendo que el gesto involuntario d e aquel hombre e ra todo u n h o menaj e N o du ró la escen a má s de lo q ue du ra un rel ám pago ; pero Frase r debía acordarse toda su vida c o m o d e u n a vi sión del ine f able momento en q u e vió por prime ra v ez a la j oven ,
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o
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Se volvió rápidamente y dij o : — Amigo Velarde u n a se ñ orita desea hablar con u sted Y agregó en voz baj a c o n cierta melan co l í a No se pie rda en las nubes amigo ; bu s q u e una rea l id a d como e s a y acabará por creer e n Dios q ue hizo l a lu z y la belleza a su imagen y se ,
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°
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m ej an z a
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Velarde invitó a pasar a M ati lde y Frase r q u e era pro f esor d e hi stori a natural en la escuela se fué a dar su clase ,
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M edia hora después salió M ati lde con e l paso lige ro ; el secretario l e había asegu rado qu e antes de ocho días se produci ría u n a vacante q ue el m inis tro podría llenar c o n su nombre L e dió l o s datos que asegu rarían su gestión y l e deseó buena suerte A esa misma hora en su casa Lau ra subía la é s ca l erita de made ra del altillo donde antes aloj aron a S aturrrin a y q u e fué después el cuarto que de s t ina ro n a Link Era redu cido y desmantelado pero luminoso y alegre ,
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Lau ra creyó que el e studiante había salido ya y subía c on su ramo de flores recién cortadas Link j unto a su mesa cargada de pape les pare ( ía estudiar ; pero su libro delante de é l estaba cerrado y sus oj os miraban en el suelo u na raya de sol S intiendo abri rse la pue rta volvió l a cara Pase Laurita ! Ella escondió su s f lore s y estu v o a punto de b a j a rse ; pero él no l e pe rmitió i rse ¡ N o se vaya ! —No creí q u e e stuviera por e so entré Es cierto ; a e sta hora no suelo estar ; pe ro me han encargado una — Entonce s lo dej o t rabaj ar E l e ra tím ido y rara vez s e expandía ; pero c o n l o s que ganaban su am i stad e ra vehemente y fácil para la con f idencia En Lau ra veía u na he rmana l o n d a d o s a y d iscreta y bu scaba su sombra como un amparo ,
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No
me
dej e ! tengo una noticia que ? m ¡Ah ! ¿ e trae f lores Vienen a tiempo ; y a se h a n marchitado l a s que anteaye r ” “ I ba a deci r M ati lde pero el súbito rubor de la muchacha le in f undió u n a sospe cha ,
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Quién es l a que ll ena de rosas mi f lorero preguntó suavemente — Yo unas vece s ot ras Al de ci r esto arroj ó las flores viej as y d ispum en el f lorero las que traía .
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58
WA s
c
'
temblo r impe r ceptible d e sus mano s entor pec ia su acción — N o m e mi re las manos l e dij o ella son riendo ; no puedo hacer nada cuando me ? qué noti cias tenía para m í ¿ T iene las manos más bonitas d el mundo ! ? i S ¿ ¿ y si yo le contara e so a u n a persona ? e u yo s é q — ¡ Lau ra ! contestó él con seriedad ¿ Cree Un
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a es a pers on a l a morti f icaria gran cosa el sabe r ? u yo adm iro su s manos e q — Yo creo q u e sí Y yo creo q ue Vae il ó en c onclu i r ; ella lo in ci tó d ulc eme nt e —T ambién u sted cr ee q ue sí ¿ no es verda d ? — No Lau ra ; respondió é l con tristeza A vece s h oy por ej emplo m e nacen intui ciones re pentin as y veo cosas que antes no h e visto ; luego pasan y vuelvo a quedarme ciego ? u é ve hoy por ej emplo Q — M a t ild e es d em a s ia d o j oven es de m a siado linda y t iene demasiado a pego a Buenos Ai res ? ¿ C ómo pod ría se r feliz lej os de aquí en mi pueblo Lau ra se apartó de la mesa y le reprochó : Po r qué piensa mal d e ella ? ¿ no la quie r e ? ? no e s su novia ¿ Ah Lau ra ! exclamó él golpeándose la f rente ¡sólo u n gran dolor m e la dará de ve r as ! ¡ ahora no es m ía ! Se quedaron callados hasta que la j oven habló :
u q e
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”
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60
H
UG O
WH
T
En es e momento sintieron pasos en la escale rita de madera .
—!
M at il de d ij o Lau ra q u e Entró la j oven tal como acababa s u boina de terciopelo que la hacía graciosa y un ramo de violetas en Link al ve r las f lore s palideció y otro lado s
,
,
,
,
asomó de llegar con más j uveni l V la cintura L au ra mi ró a se
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,
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? Qué les pasa ¿ guna du reza en la voz
al
preguntó M ati lde con .
—Subí
a arreglar l a pieza c reyendo que C ar los hubiera salido ; contestó Lau ra con fundida como una culpable y hablábamos de tí ,
,
.
.
De m i ? —
S í M atil d e hablábamos d e u sted ; v v o me quej aba de q u e h ace tiempo no me trae f lores Qué ingratitud ! exclamó M atilde alegre mente T ampoco yo sabía que estaba u sted en su cuarto y subía a bu scar su f lorero ; ya v e Ya veo ! perdóneme ! Pero ya Lau ra se me ha adelantado ; en su f lorero no caben m ás f lores S e desprendió de la cintu ra los dos j azm ines q ue ella c o rtara al sali r y los puso sob re la mesita del estudiante No me d a las violetas ? preguntó e ste do ,
,
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,
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-
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'
l o rid o
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S i no tiene dónde ponerlas ! Link baj ó l a f rente y Lau ra adivinando su ,
pe
Los
O J OS
ór
vax nx no s
retiró sus f lores del f lorero y se lo alargó v á c io a su hermana Pero ésta salía ya d el cuarto y no qui so vol verse Mej ores so n las tuyas ! dij o con ac ritud Laura las volvió a poner sobre la mesa y sin mi rar a Lin k salió detrás de M atilde Al pie de la escalera había u n a media tina don d e lavaban la ropa Allí estaba su mad re a rrem a ng ad a re fregando c o n j abón l a s motas de una negrita d e doce anos na,
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Ya le habí a cortado e l pe lo como a un mucha porque entre aquellas q u is c a s alborotadas ch o d ebian d e produ ci rse todo s los b ichos de l G énesi s J esús criatu ra ! exclamaba l a señora ate rra d a ante el color que iba adqui riendo el a gu a ? l v nunca te a á l cabeza s a ¿ —S i señora cuando llueve — ¿ Y hacía mucho que no llovía por allá ? —C omo cuatr o. me s es ; se est a ba mu rien do l a h á c iend a en la isla ,
,
.
,
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,
.
—En
la
is la pu ede ser pe ro hi j a lo que toda está viva y bastante gorda ’
,
,
,
es
aquí
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Después de un rato de lucha m isia Presenta ción apeló a l o s grandes recu rsos M i ró si hacía buen sol y pre g untó a Lau ra : T e parece q ue hace frío y como le respondiera que no dej ó en cue ro s a la negrita y la zambulló en l a tina ,
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,
,
.
— A c u rrú c ate ¡
san ! ¡Re f riegate
bien
'
con
no te vean los que pa fuerza ! ¡ Yo te v ov a ayudar !
,
qu e
HUG O W
62
A
ST
La negrita ch illaba como un a rata A l cabo de una hora estaba relumb r osa y ti ritando al sol con los oj os chispeantes de regocij o porque l e había n puesto una poll erita colorada y su t í a S atu rnina le estaba e n a ceit an d o el lóbu lo de las orej as para que la señora le prendiera unos aros M isia Presentación había corrido a bu scar en su cómod a un as a rgol l í ta s d e o r o que añ os antes l e si rvi e ran pa ra ab ri rles las o rej as a L au ra y a M a tilde C uando volvió halló a l a negra dispuesta al s a .
,
,
,
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'
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c ri f ic í o
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T omó un corcho lo puso debaj o del lóbulo y pin ch ó enérgicamente con la aguj a del aro mi smo La negra se dej ó per f orar c a l l a d ita temerosa de perder los aros si se ponía a llorar Ahora sí que estás linda V irgin ia ! le dij o Lau ra acari ciándole las motas recortadas — Las dos vamos a i r a la casa de l mini stro agregó S atu rnina que e staba disponiendo en una cesta l as olorosas empanadas calientes M atilde q u e s e había quitado el vestido de c á lle se acercó a misia Presentación y exclamó alegre mente como si u n gran regocij o disipara en e lla la tristeza de días anteriores : — Esta v ez se rá cierto m amá ; ya sé en qué es cuela hay u na vacante antes de ocho d ias m e n o m ,
,
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b ra rán
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Dios te oiga h ij ita ! respondió la mad re e ch ando u na se rvilleta b la nq u í sim a sobre la canas t a que S atu rnina levantó en vi lo ,
,
.
,
L os
O J O S V E N DADO S
63
Vamos Virginia ? ¡ En nomb r e sea de Dios ! Al pasar f rente al cua r to de don P ed r o S atu r n ina s e arrimó a su seño r cuyos oj os dese spe rados iban hacia l a cesta : No se a f lij a don Ped r ito ; le he guardado t res para u ste d Están baj o el rescoldo ,
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-
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IV
E l primer
e
s creto
Fraser golpeó el ci g arro sob r e el borde de un ceni ce ro de Saj onia y dij o : — H ay fi sonom ías que nos causan l a impre sión d e haberlas visto siempre o de haberlas so ñ ado ,
Demócrito Cabral cortó un bostezo y pare ció í n tere s a rs e d e súbito como si esperase hallar el pun to vulne rable d e a q uel hombre a quien temía ,
.
— Hoy en l a escuela no rm al
prosigu ió F r a ser eché d e menos mi s veinti cinco años Vi en la secretaría una mu chacha esplendorosa Deb i p á porque m e quedé embo re ce rl e un impertinente bado medio minuto delante d e ella C h erc h ez l a f emm e ! exclamó entre diente s C ab r al — ! s la se g unda v e z ue la encuentro H ace unos q meses una manana que vine a Belgrano la ví b a j arse del t ren y tomar h aci a ( l Baj o Pero no me produj o tanta impresión Ahor a l a encuentro como t rans figu rada po r una gran esperanza Mario B u rgu eñ o el an fitrión de aquella mesa d e solteros donde habían cenado los tres un j oven ,
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H UG O
66
WA S f
veinticinco a ñ os de f isonomía abierta como un lib ro e n blan co d e O j os hermosos sin hondu r a s e incorporó en el so fá y pregu ntó : Era rubia ? — Sí B aj ó en Belgrano ? — Sí U na sonri sa mali ciosa arrugó la f rente d e Ca bral donde la j uventu d s e desvanecía ya como un pálido albor Des v iv í ase por penetrar los se cretos d e M ario B u rg u eñ o a fi n d e tenerlo más prOpic io p a ra los mi l favore s q ue a cada paso l e soli citaba Frase r continuó sin adve rti r l a curiosidad del u n o ni l a mali cia d e l otro : —Dios ha puesto en e l fondo d e los corazones “ una imagen e so q ue los fi lóso fos llaman u n ar
de
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q u etipo
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Qué tipo ! murmu ró oj o a Mario “ ” Meta f ísi co estáis l
C abral gui ñ ando el
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— E s que no bebo “
”
exclamó este
.
agregó Frase r toman do de la mesita su vaso de w hisky Volvió a de o a r l in t a ct o y ent o r n ó l o j os p ara rec onst ru i r s o j en su memoria la imagen que su relato evocaba T an ext ra ñ a sobriedad provocó u n a risit a d e C abral ;
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Debe con f esar docto r Fraser que su a r que tipo lo h a transtornado E l alu dido p a reció no oí r y luego c omo h ablan do consigo m ismo ag r egó : ,
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,
,
,
e
HU G O
68
b r once
wa s r '
suspendida sobre l a mesa oval en que c h ispeab a n las copas de diversos colores a med io apu rar U n alto reloj que olvidado en u n rincón medía implacablemente las horas vacías d e M ario d ió las dos y su postrera campanada quedó vibran do ron ca m ente en el si lencio Fraser arroj ó el resto del cigarro y s e levantó — Lo a c om a n o dij o Cabral p ,
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,
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M ario perm ane ció tendido con los O j os cerra dos Su s amigos l e dieron las buenas noches S e levantó v los conduj o hasta la puerta d e calle porque a e s a hora dormía e l gallego Do s iteo su ,
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.
,
,
r n u ca m o
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U n beso a L í an a ! exclamó M ario cuan ( o va sus dos amigos s e alej aban Frase r sonrió en la somb ra h a l aga d o d e q u e a quel m u chacho a quien quería como a un hij o v d e quien habí a sido tutor mu cho tiempo s e acor dara d e su hi j a S i un d í a M ario s e enamoraba de ella no pediría m ás a l a vida ; bu scaría enton ces u n rincón para esconde rse y no avergonzarlos con su s vi cios y dej aría correr el tiempo tranquilo respecto al porveni r de la j oven T uvo la sospecha d e que M ario conocía a la chi ca del tren y s intió haber hablado exclamó sacud iendo su s pen s am ien ¡ B ah ! tos S e enrol l ó a l cuello l a bu f anda —No hac e f rí o d ij o p ero me si ento ac hu chad o U na gr ipe en pers pec ti va ,
l
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O JO S
L OS
vm v nx oo s
69
No es médico ? l e respondió C abral que a menudo se ch u ngu ea ba del inúti l diploma d e su amigo ¡Re c é tese — No quiero su ic id arm e contestó con f as t idio Frase r Cómo entonce s cuando yo estuve en fe rm o se pasó dos semanas haciéndome t raga r su s poti n gues ? — Porque he hecho estudios muy serios d e v e ,
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,
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,
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t e rin a ria
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Demócrito C abral no j uzgó p rudente insistir ; a d i por aquell a s cosas v in ab a que Fraser estaba triste que no revelaba a nadie pe ro que todo el mundo conocía más o menos Y a s í anduvieron algu nas cuadras por las arboladas calle s de Belgrano hasta l a plaza para tomar un t ranvía que los llevaría a l centro de l a ciudad M ario sintió que el ru id o de su pue rta reson ab a más h u ecam ent e que nunca en su casita vacía ,
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U n sordo martillazo de l reloj rec o rd ó le que l a s horas pasaban que su vida pasaba que é l con todas las cosas del mundo con su s amigos con su s ene m igo s con su s placeres con su s desencantos con sus aventuras de amor e fímeras y fatigosas y con sus remordimientos iban rodando por u na pe n diente que nadie remontaba Pensó que no s e habría atrevido a dar él mismo en la frente pura de Liana aquel beso q ue le e n y iaba po r intermedio de su padre A An a Lía l a hij a de Frase r a l a que llamaba ,
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H
7o
UG O
WA s r
Li a n a l e debía los pensamientos saludables y los b uenos p ropósitos q u e d e cuando en cuando lo ani ” maban : Qué haré Li ana en este caso La mu chacha muy j ovencita pe ro llena d e buen sentido como due ñ a de casa q u e e ra desde hacía mu ch os años a c ogí a c on seriedad sus consultas v l e hablaba como una hermana E l la escu chaba con fervor E ra un ern b el eso e l m irarla T enía un color sua visimo d e rosa y unos oj os azules como f lores S u imagen golpeaba en el corazón de los hombres como el ala de u n sue ñ o Para qué lo aconsej as Liana ? l e decía su padre cuando observaba el coloquio Antes d e m edia hora hab rá olvidado lo que le hayas di cho Nadie más dócil q u e yo a todo consej o con testab a M ario — Así e s ; los aceptas pe ro los pierdes por el c a ,
?
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/
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mino S i alguna vez obse rvas alguno e s para e char la culpa a otro s i te va m al .
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Esa e ra la verdad M ario s en tia se f loj o ante las y bu scaba consej os para a fi rmar su resolu ciones voluntad vaci lante y descargarse d e 1a responsabili dad de su s actos .
,
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No todo empero pod ía c o n f ia rl o al corazón fra te rnal de Liana Esa n oc lre Frase r había hablado con entusiasmo de una muchacha que halló en el tren ; y M ario tenía la sospech a de que era la m is n a a la que ese día la ch ica q u e v e n d í a f lores en r ,
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L OS
O J O S VE NDA DO S
71
estación le dió en su nombre un ramo de vio letas I m agináb a s e M ario que aquella em pl ead it a pues tal debía de ser con su s a ire s de colegiala su c o queta boina de t erc iopelo su traj e obscuro su s c a bellos cortados en m el en ita nerviosa sensible a l a s impresiones de l a vida escucharía de é l un elogio sin turbarse Y estaba asechando l a ocasión de h á la
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'
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c é rse l o
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Las palab r as de Fraser h a laga ron su vanidad c o mo si ya tuviera algún derecho sobre ella y se du r n ió e sa noche con el propó sito de levantarse para tomar e l tren en que l a halló Pero pasó ese d í a y m uchos ot r os sin verla y como su espíritu no se apeg ab a largo tiempo ni a los deseos ni a l as re soluciones sólo se acordaba d e ella hablando con Fraser ,
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r
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M ario B u rgueñ o había quedado huér fano de padre a los quince años y habiéndose vuelto a casar su madre los j ueces resolvieron d es ign a rle u n tutor y e l nombram iento recayó en Fraser que por aquel tiempo era lo que él llamaba un ” señor correcto —Yo e ra “ un señor correcto ” ; de cía re cor ,
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“
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dando esa época : enseñaba química en l a Facu l tad de Medicina aprendía tonteras en l a de Fi loso f í a y L e tra s y m i m uj er m e engañ aba C u an do me plantó cerré l os libros ; y a sabía demasiado ; y dej é de ser u n señor corre cto E l padre de M ario había dej ado ricos a su hij o ,
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H UG O WA S T
72
y a su viuda que resultó un partido tentador S u segundo marido era un italiano pro fesor de es que f irmaba C onde Pi lade B is t o l f i un g rima genti l hombre con ai res de mosquetero baj o un sombrero aludo puesto al pairo que empuñaba el bastón como si f uera una espada y se levantaba con pego tin a las guías del bigote Pero e ra peti cito p icado d e viruela ; su s O j os no tenían e l aire f iero q ue él les atribuía y su s bigotes q u e desa fia ban al cielo raleaban como u n cepi llo viej o S o lamente las cej as respondían a los arrestos de l personaj e ; eran foscas y enmara ñ adas c on unos pelos largos que incitaban a t iron ea rl os ,
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Fuera de la pedana resultaba ino fensivo En los primeros tiempos M ario que v rs itab a a su madre todos los días empezó a ap render e s grima con e l conde B is t o l f i Pero l a señora murió a l año d e casada y don Pi lade se largó por el mundo a dis f rutar los pesos heredados .
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C uando años después volvió ni Fraser ni M a rio tuvieron deseos de re fre scar la antigua am istad Se daba más humos de noble ; soltó la espada pero sigu ió empuñando e l bastón como u n a t iz o na ; y se volvió a casar con u n a muj er l in d í s im a m l u o empezó a e c p ic a rl e l a vida q L l a m áb a se M ariana ; había sido modista pero qu iso olvidarlo para no se r má s que C ondesa B is t o l ” y Los f i Aprend ió muchos ve rsos L a Rej a ” Claveles de Cavestany ; el J a r dín Son r iente de ,
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“
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“
L OS
O JOS VE ND A DO S ”
“
73 ”
“
Amores y Amoríos la Hermana agua de Amado Nervo y los d ec l am ab a en l as tertu lias de su s relaciones m ientras su marido l a admiraba plantado como u n a estatua en un rincón Fraser después de muchos tumbos por l a vida se a n c l ó a dos cáted ras en u n colegio normal l a s que le daban lo su fi ciente para no morirse de sed T ra s n o c h ab a y con f re cuencia asi stía por curi o sidad a aquellas pintore scas tertu lias de barrio ,
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En
un a
B isto l f i
de
e llas se encontró con el matrimonio ,
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—
Anoche he vi sto a d o n Pi lade re firió a M ario y l a cond es a M ariana te hace e l hono r de invitarte a su casa para esta noche No faltes ; qu iere conocerte Yo vendré a bu scarte El mayor luj o de l a casa de B istol f i en el B aj o Belgrano era el automóvil cuyo cho fer s e env e j ecia a l a puerta y mataba l a s horas restregando c o n una gamuza las m a n í j as de bronce o limp i ando con e l aliento una chapita le esmalte c lavada en l a portezuela c o n el non og ra m a condal t
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Fraser y M ario llegaron poco después de 12 s n ue ve esa noche E s aquí lo de B í s to l f í ? El cho fer que estaba prendiendo su toscano en el farol no respondió hasta q u e el cigarro demos t ró que tiraba bien — ¡Entren nomás ! Entraron E l zaguán estaba revestido de m ayó lica s verdes en cuy a pintura f lorecían p lantas acuá .
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H UGO
74
wa s r
ticas d e largos tallos U na ti ra de al fombra colo rada cubría e l mosai co La puerta de l a sala se abría sobre el za g uán .
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Al menos B ist ol f i no necesitaba desocupar el dor n rito rí o y trans form arlo a toda pri sa en sala para como otras personas re cibir su s visitas L a de él era u n a sala de verdad con dos j uegos de muebles a c ol chïd o s y una docena de t em b l o ro sas s il l íta s doradas q ue helaban e l corazón de las se ñ oras obesas U n piano automáti co estab a listo en un rincón para todo serv i c i o aun para q ue 1a hermosa M ariana B isto l f i utilizara su caj a como se .
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c re te r
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U na araña de bronce envuelta en gasas violetas para de fenderla de las moscas derramaba la luz de l a mitad de su s bombitas : la otra m itad e ra d e r é puesto C uando entraron M ario y Frase r s e h izo un s í l en c í o e m b a ra z ad o r y todas las mi radas hasta las de la si rvienta que servía licores se clavaron en el j o v en único d e los con currentes que había ido de eti queta M ariana corrió a él y lo envolvió en su charla como en una serpentina de todos colores ¿ No e ra B is to l f i su pad rast ro ? Entonces él se ría para ella como u n hij o H acía tiempo q u e deseaba conocerlo para m imarlo No tenía hij os n i ganas d e tenerlos por las grandes re sponsabilidades d e la materni dad ; y luego con l a vida tan cara Venga M ario voy a p resentarlo a m i s rela ,
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H UG O WAS I
76
'
‘
— ¿ Y usted no toca nada ? ¡no lo creo ! ¿ tóq ue nos algo quiere ? M arianita debe de clamar ! insi stió desde s u silla la senora que llevaba la ini ci ativa de aque llos pedidos “ ” Los claveles d e C avestany ! “ ” La Rej a ! “ E ra un j ardín sonriente C ualqu ier cosa d e Amado Ne rvo ! C ada uno d e los concu rrentes quería lu ci r su erudi ción y re clamaba u n a poesía distinta Fraser con voz t rági ca repetía : ” “ ” U m bra ! ¡ M arianita ! ¡ S u b Um bra l ¡Allí está u sted hablando ! ,
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-
-
Alguien s e puso a hacer andar el piano y por un momento cesaron los pedidos M a ri a n a alzó los oj os y m iró a Fraser con coquetería Después d ec l am a ré lo q ue u sted quiera ! Y s e alej ó a repartir su s sonrisas entre otros con c u rre n te s El piano en las cuerdas baj as tenía extra ñ as sonoridades com o d e p ap el ar r ugado C iertos acordes hacían ¡ c haff c h aff ! ,
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— M arianit a se ha d ej ad o alguna ca rta
de
am or
allí adentro d ij o Fraser a M ario E ste de p ront o vió a su am igo emb ob ad o mi rand o hac i a l a pue rta y reconoc ió en u na d e las j óvenes q ue ll egaban a l a q ue leí a en el t ren un l ibro d e ! nut H a msun E ran L aura y M atilde acom pañadas d e Pulga r cito que se perd ía por M ariana B istol f i ,
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¡
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L OS
O J OS VE NDADO S
77
— Me im agino q ue h a vuelto a d a r c o n su arque t ip o ; susu rró M a ri o al oído d e Fraser ¿ no e s ¡
así
?
Has vi sto nunca tan ta g r ac ia en una sola ti gura ? resp ondió Fras er emoc ionado Si y o t uvie r a veintic inco añ os m i única am bición sería s er su dueñ o ,
,
.
— ¡Viej o
filós o f o ! rep licó M ario q ue seguia con atención los m ov i m ientos d e l a s muchac has lis a o d Reniega su filos fi a t o p a ra ac e rc árs el es e ¿ esta hora ? ¿ qu é s e ha hecho su pesimi smo acerca ? l de a muj er F raser s e dió vuelta c on pen a c o mo renunciando a un bien inme nso en l a visión de aquella c riatura ¡ L o c reí a inv ulner a ble al amor i m p uro ! T od os los am ores son i m pu ros contestó C í n íc ar nen te F raser ; y agr egó c on t ri stez a : N o h ay más que un amo r inmaculad o y es e l q ue para no p rofanarlo escondem os d e n oso tros m ism os Com o u na e st rella l ej a ní s inra se encend ió en M a rio l a imagen d e L iana ; p ero ni mentalm ente l a n om bró Seguí a m irando a Matild e L i nk habia “ ” entrad o y estaba c o n ella recibiendo del conde v “ ” d e l a c on desa un ch aparrón d e f elic itaciones por su n ovia ,
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’
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Recuerdas aq uellos vers os d e S ully P ru d hom me p r eguntó Fraser volviendo a m irarla “ Comm en t fa ir tu l es g ra nd s am ou rs pet ite l igne ? d e l a b ou ch e No p a r cen h c os pa a ella r e e h ¿ r
,
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-
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H UG O W A S T
78
B asta verla p ara creer en el alm a L a bellez a t rans porta las m o nta ñ as “ ” — T iene razón viej o d e l a m ontaña ; es muy bonita pero hemo s ll eg a d o ta rde Ese r ub io d e a n t eoj os d ebe se r su n ovio Mariana c on el abanico hiz o u na s eñ a a Fraser — Vengan ; quier o p resentarlos a estas niñas L ink s e ap rox í m ó a L aura y l e d ij o — E se es e l que habló con Noemí y l e compró el ramo d e v ioletas S u v o z era t ri ste L aura m iró a su herm ana a quien M ario salu daba p or p ri m era v ez con f rív ola galanteria y n o observó en ella n in guna e m oc ión Le tocó e l tu rno y se lo presentaron al j oven ; y m ientras Frase r se alej aba algunos pasos c o n M atilde M ario re f ería a Lau ra q u e mu chas ve ce s la había visto en e l t ren y por u n rasgo d e a udacia llegó a d eci rle : .
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¡
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¡
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¡
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—S in
c o no ce rla s abía su nomb re ; me lo enseñó la m u ch achita q u e vende f lore s en la estación Lau ra s e pu so colorad a notando q u e Link l o h ab ía oído .
,
.
Entonces aquel ramo de violetas fué destinado a ella no a su he rmana y Noem í se equivocó ? Link pensó lo mismo v se alej ó t ranqu i lizado imaginándose que M ario B u rg ueñ o pod ría cuamo rarse de Lau ra que bien me recía tene r suerte ¿
,
,
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,
,
d
.
C on l a experiencia del mundo y con la libe rtad de expresiones que puede permiti rse el que nada
LO S
O J O S V E ND AD O S
79
pretende y nada espe ra en poco tiempo Frase r ga nó la con fianza d e M atilde U na tranquila y poderosa corriente de a fecto lo y lo hacía interesarse por su a proximaba a ella vida La han nombr a do ya ? le pre g untó Pe r m í tam e q u e n o la felicite ,
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— T odavía
no ; siguen prometiéndome que e l nombramiento saldrá de u n momento a otro ¿Y por qué no me feli citaria ? T iene mucho empeño en ser maestra ? Matilde sonrió apenada — T engo mu ch a necesidad dij o baj ando l a .
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v oz
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otros siglos repli có Frase r los hom bres vendían e l alm a al diablo Ahora se hace un trá fi co parecido : una maestra es u n a niña que v en de s u alma al Estado y de t odos los modos de g a narse la vida que han dej ado los homb r es para el uso de las muj eres ése e s el más mezquino y el m ás fatigoso — Y sin embargo contestó d u l cem e nte la j o v en y o me alegraría de consegui r e sa mezquin dad -
En
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v '
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U sted ha podido creer en las pin turas que hacen de sí mismos los pedagogos Pe ro el pedagogo es un se ñ or a quien le ha ido bien en la feria Hay dos maneras de andar en coche : una en el pescante y otra adentro El pedagogo va adentro y dej a el pescante a su s camaradas ¡ Pob rec ita !
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H UG O
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Po r qué c em ente
me
wa s r
desanim a ?
dij o M atilde dul
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— No intento d esa n im a rl a sino preveni rla para que salve si no su s i lu siones por lo menos su a le g ría ex clamó l a j oven con u na ex ¡ M i alegría ! presión que conmovió a Fraser ,
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Este l a mi ró fij amente como si quisiera demos t rarle sin hablar q u e podía con fiar e n él Pero ella no agregó nada y él prosi gu ió : — H oy he visto a los n i nos d e u n a escuela j ugan d o en un p rado cerca d e aquí T enían palas y aza das aros y pelotas y daba gu sto ve rlos tan alegres con su s alegrías sin motivos La ú ni ca persona t ri s te era la maestra Resignada y abu r r ida su actitud contrastaba penosamente con l a de ellos E l m aes t ro tan elogiado en nuestro t iempo e s el buev a l que se le doran los cuernos y s e l e cub re d e flores para el sacri f i cio ,
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— De
todos modos contestó M atilde s i me nombran no duraré m u cho tiempo en el puesto — Y a sé m e h an di cho que e stá de novi a ; ; ¿ es verdad ? ,
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—
S í es Y no vivi remos en Buenos A i res Ah ! ex clamó desolado Frase r ¡ Eso no m e ale g ra ! M atilde se ech ó a reí r S e les aproximó Link res pl a n d eeie nte disipadas las duda s que engend r a r a en su e spíritu aquel ramo ,
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L os
OJ O S
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v anna nos
d e violetas ante l a indi f e renci a con que su novia ,
había mi rado a Mario y l a a siduid ad de éste que atendía a Laura Fraser lo mi ró como a u n enemigo y lo felicitó con voz alterada y gesto hosc 0 m r buena m ano para elegir compañera T n í e e ¡ amigo ! U na señora golpeó con su abanico e l brazo del si llón para imponer silen cio porque iba a cantar una romanza un hermano del tenor A nselmi e l ” d e l Colón ; y después declamaria la dueña de casa Y en e fe cto Pulgarcito llegaba de las piezas in t e rio re s con u n libro de tapas coloradas ? Que l busco pre g untó a M ariana que e ¿ estaba pálida y se m iraba las uñas “ ” — Bú squ eme Reir ll oran do A h qué lindo qué lindo ! ex clamó Pul g ar “ cito hoj eando el l i bro ¡Viendo a G arrick actor de la I nglaterra ! ¿ S abe M arianita que en este primer verso hay muchas erres y muchas kas ? ¡ Pe ro su boca lo du lci fi ca todo ! ,
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Cállese y só pl em e cuando m e corte ! re s pon d ió Mariana saboreando e l pi ropo d e l m u chacho E l hermano d e l tenor Anselm i anunció el título d e lo q ue ib a a cantar : “ Qui te fait si sev e re por Massenet — ¡ No no no ! exclamó una v ie ec it a desde un j rincón Tom a a ¡que no cante e so ! ¡q u e cante ,
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” S u rrien to
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M ario ap r ovechó e s e momento en que l a aten ción de todos se f ij aba en otra parte y aprox i m án d o se a M atilde l e preguntó : ,
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Le dieron m i s violetas ? M atilde se ruborizó y p ara evitar que él prosi gu iese le contestó rápidamente : S i l ¡grac ias ! E l sonrió de su timidez y s e alegró de que va hubiera entre ellos un secreto ,
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H UGO Wa sr
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E r a también escuela porque allí ense ñ aba a lee r a S oledad una j oven gallega que la servía po r poco s ueldo con tal de que la ad rn itíese co n su hij ito de meses En un e nt repiso contiguo al q u e descendía po r un pasillo en es cale ra h a l l áb a n se las otras depen d en c ia s en su casa el comedor v e l cua rt o d e su pa d re S in se r el evado el alquiler const ituí a una pe r manente pe sadi lla en la humilde existencia de L l a na Vivía pensando en él y pocas ve ces lograba pá garlo con puntualidad ,
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C on la vida m o d es tí s im a que llevaba cosiéndose ella su s propios vestidos y ahorrando en todo el sueldo de Frase r y alguna otra cosa que a veces re forzaba su s entradas hubiera podido al canzarles Pero su padre cuando sentía dinero en e l bolsillo se volvía rumboso como en los tiempos en que f ué rico y conv i d a ba a al gú n colega y be bí a champ agne Después volvía a su casa con los oj os c h ispea n tes no a t rev ié n d o s e a mi rar a su hij a que lo per donaba siempre sin e s f uer z o que lo habría perdo nado aunque hubiera cometido u n delito y se h u bie ra p re sentado ante su s oj os temblando baj o su c rimen —l H ij a m ía ! ¿ Por qué Dios te ha hec ho t an bue na ? ¿ Quiso que f ue ras desgraciada ? Li ana l e end ul z ab a su s remordimientos lo se r m o n eab a u n poco y lo soltaba arrepentido prome t ié nd o l e enmenda r se ,
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L OS
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Pero como no tenía m iedo de pe r de r e l ca ri ñ o de su Liana no se corregía con f esaba con ci ¡ Somos así l o s hombres ! Prometemos po r amor ; pero sólo c umplí n ism o mos por miedo Ese d ia Li ana había puesto su despe rtador en l a S cuatro ; tenía una monta ñ a de cosas q ue hacer pero estaba animada para el trabaj o y el a ire f resco v húmedo aligeraba su pensamiento Su l am pa rit a de querosene alumbraba poco y tenía que ace rcarse a ella para acabar bien su deli cada labor E l calor d e l tubo encend ía su tez t a n fresca que en vano allí co n la luz al lado se le habría bu scado l a a f ren ta de una arruga .
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em b argo L ian a t ení a gra ve s con goj a s y l a mayor n o e ra su pobreza S i hubiera tenido q u e e x pl ic árs el a s a algu ien ; si hubiera debido hace rle a un hada un pedido no habría conden sado m ás que en u na fó rmula ¡aquel l os va gos anhel os que de pronto l a hacían levantar l a cabeza de su l a bor y f ij ar sus oj os en el aire persigu iendo visio n e s que ningún pintor e ra capaz d e interpretar : Sin
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”
mi mad re viviera ! Esa era su espina dolorosa ¿ Por q u é se habia muerto su madre ? ¿ cómo ? ¿ cuando ? ¿ dónde estaba su tumba ? ¿ quién podía contarle d e ella otras cosas a m ás de las q ue le contaba su padre ? U n vez al salir de misa sola po r entre un corro de gentes q u e la miraban oyó a su espalda : — E st a es la h ij a de Beatri z Bolando Si
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H UG O
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wa s r
nomb re de su mad r e y ai o í rlo s intió u na ex t ran a conmoción H acía quince anos que su madre había muerto ¿ Por qu é pues hablaban d e ella como si estuviese viva ? I nterrogó a su padre lo vió palidecer ; aceptó s u s em b rol l ada s exp l i ca ci one s p ero s ig u ió e sp e rando que un d í a u otro su cediera algo q ue no s á b ia cóm o d e s crib ir s u ce s o f el i z o d e s g ra ci ado tan g rande que llenaría su vida tan grande q u e sin o cu rrir la estab a llenando ya d e i nexpli cables anhelos T al
era
el
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Agachó d e nuevo su cabeza sob re su costura E se día con su p adre come ría en casa d e M ario lo cual la il u sion ab a como un a f iesta Quería estrenar su ves ti do nu evo d e primav era y debía c oncl u i rlo T enía también que bus car f lores para armar un sombrero d e paj a Cu alquie r compra l e l levaba m u cho tiempo porque no se decidía s í no estaba cierta d e q u e en otra parte no hallaría nad a a mej or p re cio Aun no había amanecido m as no estaba cansad a aunque e sa noche velaron h asta muy tarde porque M ario comió c on ellos y les hizo una larga sobre mesa E lla entraba y salía del c om ed orc ito y so r p rendía t rozos de conversación que la i ntrigaban Hablaron mu ch o d e una mu j er si n nombrarla y Mario po nd e ró su belleza .
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E ra una muj e r q u e él conocía que él trataba ¿ era una desconocida que vie ra de lej os en alguna reunión ? L iana prestó oído pe ro no pudo enterarse y se ?
¿
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L os
V E NDA DO S
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acostó pensando en ello Se imaginab a que cual q uiera q ue f uese su bellez a y su c lase si a M a ría le había caído en gracia muy poco l e costar ia e na m o ra rl a Entre los hombres q u e conocía no halla ba ninguno que reun i era l a s cualidad es se duc t or as de él l a eleganci a l a f uer z a l a r iq ueza la bondad ¿ Pero e ra bueno de veras o su bon d ad no e ra m ás q u e pere z a y egoísmo ? Al guna v ez resentida c on el j oven po r sus l a r gas au sencias l o j uzgó co n du reza .
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Pensó q ue e ra incapaz de hace r u n daño , d e te n er siquiera m odales desab ridos po r q ue e so lo ob li g ab a a ha c er al q o S o sp ec hó t am bién qu e e ra in capaz d e u n se rvi cio q ue l e costara u na violen c ia ; y si lle g aba a h acerlo era a destiem po S e im a g i nó q u e M ari o era discreto y guardaba sus j uici os y no acu sa ba a na die po r n o sr us citar cuestiones Pe ro tampoco de fend ía a nadie Mas cuando Liana lleg aba a pensar así de su ami g o no consentía en su s pensamientos ta ch áb a se d e in j u sta y lo excusaba hilando delgadas e x pli caciones ,
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tu vi era u n h e rm an o se g u ram en t e n o l o q u e rrí a más q ue a é l Ansi aba conoce r su vida ; cono cer su s d ías y conocer su s noches y conoce r sobre todo su cora z ón ? l Le u staban muj eres bonitas a s ¿ g S i era así ella T omó l a lámpa r a y se ace r có al e spej o ¿ Cómo Si
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el l a ? ¿ s eri a m ej or s erí a i g ua l s i qu i era a a q ue lla muj er d e que h ablab a n ? Baj o e l crudo r esplandor de l a lámpara Lian a estaba tan l inda q u e sintió un movimiento de vani dad En ese momento se habría animado a pregu n tarle : ¿ E s mej or que yo ? Y s i no es mej or que y o ? por qué te gu sta ¿ e ra
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”
“
Se
abrió la puerta del palomar y entró Fraser q u e s e det u vo e s tát i co v ien do a s u h ij a fren te al e pej o con l a lámpara en l a m ano La mu chacha s e tu rbó como si la hubiera sor prendido en u n a m al a acción — Sentí e l ruido d e tu máquina y m e desperté m e dij e M i h ij a trab aj a ; l a a com p añ aré ? T e m i r a bas al es ej o ¿ p Liana besó a su pad re l e arrimó una silla y se pu so d e nuevo ante su labor Frase r comenzó a deshoj ar las rosas tranquilo espiando una opor tunidad para lo q u e ten ía q u e d e ci r ,
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s
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Se s en tí a i n fi n i tam e n te cul pab l e L l eg ab a de l club H abía pasado l a noche j ugando mientras su h ij a lo creía dormi do ; y con tan mala suerte que pe rdió lo q u e para él signi ficaba una fortuna Sen tía la cabeza entu rbiada po r el al cohol bebido a pe ñ a s dosi s u e Liana lo había besado y él no l e de q volvió c l beso por no apes ta rl a con su aliento d e beodo .
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—Ya dej a d el Cl re
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de
ll over silencio de su pad re ? í s e n t t pa á s q ¿ p
niña ex t rañad a ha llovido toda l a no
d ij o l a
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L OS
OJ O S VE NDADO S
Po r l o s r esqui cios de la ventana se colaba e l ai re cito matinal que a f ue ra barría las nube s Se des r ó el ceniciento capuz del cielo y en el retazo a r g l ím pí d o como u n cristal azul brilló el incomparable diamante de Venu s e x cla mó F r aser L a estrella del alba ! abriendo l a ventana si l a conoz co ! respondió l a j oven ¡ Oh volviendo a su t rabaj o sin mi rarla como s i se t ra tara de una amiga f iel a quien no re sentirí a po r e sto — Mu chas veces me ha T ú pa 1 no á a verá s nunca p Nunca ! Solamente hov que me he levantado ? Necesito cin T iene s dinero Liana ¿ cuenta pesos Liana rn en eó la cabeza sonriendo ? ? Veinte pe sos ¿ diez pe sos ¿ no tienes nada ? — N ada papá e t No ¡ Yo te ib a a ¿ pagaron aver ? .
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Sí
si
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tenia u n a deuda atrasada el — ¿ Y todo lo diste ? no has dej ado nada para ¿ la casa ? — C reí que mi Liana tend ría algu nos aho rr os Po r qu é creíste e so papá ? preguntó ella alzando los oj os de su costu ra y mi rando a su pa d re con tan honda expresión d e reproche que Fra ser balbuceó turbado : T odo e s menti ra ! Hoy me pagarán y te t rae t é el sueldo ínte gro ,
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— Me
wa s r
has asu stado Debemos tres meses d e a l q u il e r y nos e charían s i ahora no pagásemos y y o senti ría abandonar mi palomar desde donde veo el cielo ¡ M ira ! Por encima de l a s azoteas más allá d e los j a rd i nes d e una quinta soberbia de dueños d es con o cr do s s e d ivi s ab a u n s ec tor d el h ori z on te q u e e l alb a te ñ í a d e u n m orado ep i s cop al Ve nu s s e a d o rm í a sobre el raso d el cielo y por el otro rumbo hu ían las nubes tormentosas En la veleta mo j a d a de u n a torrecilla el sol enarboló un gallardete d e llamas Hoy m e pagarán ! repli có Fraser mi rando sin ver las hermosu ras d el d ía naciente .
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o
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Estaba resuelto a d esacred ita rse un poco más a los oj os de M ari o L e rep u g nab a pedi rle dine r o Cui daba el bo lsi l lo de su antigu o pupilo a qu i e n “ ” acosaban sin piedad l o s pech a d o re s y quería q u e su palabra tuviera autoridad P ero h abía llegado a una terrible encru cij ada y no l e quedaba más que e se cam ino ; a menos que “ pre fi riese e scribi r a Mario : T e dej o a Ana Lia ; ” que s ea tu hermana o tu muj er ; y pegarse u n ti ro M ás de una vez lo había pensado ; pero conse rva b a en su miseria algún resplandor de ideas rel igio sas y se reb el ab a contra solu ción tan cobarde M á s v al ien t e y l eal con s u h ij a s erí a co nfe sa r l e l a verdad y enm enda r se No bien sal ió Frase r del cuarto d e Liana ent ró Soledad En su s b r a z os su hij ito sonreía como u n a lb a .
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wa s r
— Me dió veinte pesos respondió l a gallega rel u m b rán d o l e los oj os de codi cia E ra toda su for tuna y l a guardaba casi intacta en el f ondo de una canasta de mimbre donde estaba su aj uar y el d e su hij ito ? t Nunca mandó la escuela e a ¿ — N O tenía tiempo — Y te dej ó llegar a los veinticinco añ os sin que ¿ aprendieras a leer ? Así f ué ¡ Y e ra de tu sangre ! S i yo criase u na chinita re cogida en e l umb r al de l a puerta y la h iciera ser v irm e y no l e pagara ni l e enseñara a leer ¿ no diría tu t ío que los ri cos somos gentes sin entrañas ? S oledad asentía si n comprender el pensamiento de Liana “ ” L a j oven decía los ri cos poniéndose la mano sobre el pe cho Aún siendo pob ris im a y traba j ando d esde el alba con su inteligencia y con su s manos s en t ia s e de casta s en o ria l con su s de fectos y su s vi rtudes y se enorgu llecía de ese pat rom on io d e dignidad y de cultu ra que l e venia de lej os — Aye r en el mercado cuando f uí a hace r las compras en u n puesto oí que h ablaban de u sted n i na Liana dij o Soledad En qu é puesto era ? interrogó Liana indi f e rente haciendo sonar el ca s cab el ito a l a o r e j a del ni ñ o En la pesque r í a —H abla rían mal de m i se g u ramente observó L ia na con t ri ste z a De sd e hacia algunos meses de ,
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Los
O JO S
V EN DADO S
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u n piquito y su si rvienta no comp r aba allí po r no e xponerse cad a d í a a las v o c ifera c io nes de due n o s que no comp rendían cómo podía no tener a vece s die z centavos en su ca rtera No hablaba n mal ni bien : hablaba n de su m a má como si estuviera viva Liana se puso mo rtalmente pálida y se echó a temblar Entregó el niño a Soledad le tomó la c ar t illa y c ua nd o hu bo se renad o su s nerv ios la int e bía
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rrogó :
—D ime Soled ad
q ué
? d c ian de mam á e ¿ ¿ Po r qué hablaba n como si estuviera viva ? Al de ci r esto Liana j untaba las manos en una actitud de súplica que sorprendió a l a gallega E l sol entraba a torrentes Liana ce rró los posti gos para que Soledad no obse rvara su tu r b ac i ón Qué decian ? — No sé repeti r lo no o í bien — ¡A cuérdate S ol e d a d l ? u decia é ¿q “ — Cuando yo pasé dij eron : esta es l a si rv i enta de Ana L í a ; si su madre viera e l de samparo en q u e viven volvería ? Eso dij eron ¿ quién dij o e so ? —U na v iej ecit a que llevaba un chi cuelo para que le po rt a se la canasta —¿Y no te ace rc a ste a oi r ? —Me acerqué po rque la señora me llamó Ah l La j oven sentía que su coraz ón estallaba ¿ Po r qu é las gentes hablaba n de su mad re como si au n viviera ? ,
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nuao
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wa s r
H as estado un d ia entero sin contárm el o ! ? Qué más dij o ¿ — M e h abl ó de u sted ; que l a veia l o s dom ingos en m isa ; q ue l a hallaba trans f o rm ada mej or que d e ni ñ a Ay ! ¿ m e h a cono cid o d e n i ña ? H ab rá cono cido también a mamá
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—
Así parece Volvió a decir que si su mamá l a viera volve ría Y yo le contesté : l a n i ñ a L i ana no tiene m amá ; su mamá s e murió hace mu ch os años c ua ndo el l a ten i a ap en a s do s L a vi ej i ta no m e contestó ; me pare ció que so n reía Pa gó su compra y se fué detrás del ch i cuelo que llevaba su canasta H as estado un d ia entero sin c o n t árm el o ! repitió Liana sin atender a las ex cusas de Sole dad S e levantó muy nerviosa y se p uso a arreg l ar La gallega l a m i raba sin penetrar las ra s u cam a zones de su agitación .
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N o le digas nada
ni
a
—
a
papá !
¡ Por
D ios S oledad ,
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nadie !
N o lo diré a nadie
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—Y el domingo iremos j untos trará s l a viej ita — C omo u sted
misa y me
a
,
m os
.
ni ñ a
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Con esto salió dej ándola sola A l cerrarse la puerta Liana soltó el plumero y descolgó un ret r a tito de su mad re y lo m i ró intens amente .
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Aq uellos
j os he rmos is im os
o
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aquella boc a son
VEN DADo s
Los
95
r iente y c r uel (¿ po r q ué habia sentido siemp r e en l a ? sonri sa de su madre un dej o de impiedad ! aquella frente atormentada po r un al m a ¿ d on de estaban ? ¿ Donde su padre de cía reducidos a polvo en un rincón del cementerio de L apil l a d e l M onte en C órdoba ? ¿ Pero si era verdad e so po r qué hablaban de el l a como si vivie se ? C ien veces cada año su padre le contaba deta ” lles d e l a muerte de aquella sa nta Los Oj os d e l pobre homb r e se ll enaban de lágr i mas los años no atenua b an l a emoción que su nombre le producía ¡ Beatriz ! Pero no la nomb r aba nunca U n d ia L iana des c u brió entre un f aj o de ca r ta s V i e j as una a l us i ón a e l l a : tu hij ita Bea t riz l e yu Papá h a s tenido otra hij a ? ,
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“
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“
’
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Entonces y o me llamo Beatriz ? ¿ por q u é ni e h a s cam b i a d o el nom b re ? ¿ por que n o na s que r i d o que me l l ame como m amá ? L ía !
Qu i én te h a di c ho ? ¡ te l lamas A na r espon d i ó su pad re í run c iend o e l ceño — ¿ Y es ta carta i
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Fra ser arreb a tó l a car ta d e m ano s de s u h ij a y tuvo un acceso de f uro r que l a aterrori zó N unca m as volvió a toca r los papeles de su padre ,
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De spués de alm or z ar F r aser se f ué a B elg r ano No ten i a m ás r emedio que be b e rse aque l m al trago y pedi r ayuda a su ex pup ilo a quien siemp r e habia .
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H UGO
96
Wa sr
escond i do po r vani dad el desastroso estado d e sus f inanzas — S i vo a f rontara estas humi llaciones por amor de Dios pensaba i ría camino de santidad Pe ro lo hago por Liana y renegando de la ne ce s i d ad q ue me obliga a h u m il l a rm e C erca ( le la casa de M ario encontró a B isto l fi que iba a comuni carle que su muj er acepta ba la in v it ac ió n para esa noche Por lo visto M ario no queria estar solo con L ia n a y con Frase r y los reunía en su mesa con a q u é l par de aventureros En otras ci rcunstancias Fraser resentido hubiera pegado la vuelta v se habria ido a l club a d esah o garse ante una mesita de pok e r y una botella d e cagnac B isto l f i lo cogió del brazo con gesto arrogante pero le cedió l a vereda y empezó a devanar c on s i d e rac io n e s f ilosó f i cas sobre toda suerte de tema s cazados al azar Frase r lo escu chaba compasiv a mente y le re spo n d í a si n quitarse el cigarro de la bo ca ,
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«
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Pero hombre ! l e dij o ¡ u sted no puede hablar sino en serio ! — Desde niño he sido as i ; m i muj er pre fiere los ve rsos y las f ie stas — Por e so me gusta m ás su muj e r que u sted .
.
—¿ Ve rdad eh ? G ene ralmente gusta ,
que
—Espe cialmente a los h omb res
.
m ás
ella
.
L OS
oaos
v mm a nos
97
echó sob r e Fraser una m irada recelosa pero lo v ió t a n absorto en chupar su cigarro q u e s e t r anquilizó y dij o suavemente : — Y o no sabía q ue a u sted le gu staban los ve r B i s to l f i
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mu cho ! ¡q ué hermosos son los versos ! C ualquie r verso ? Cualquiera ! para m i e s indi ferente ! — Y que le gu stan l as O h las f iestas ! dij o con rabia m acha c a n d o entre l o s diente s la punta del ciga r ro ¡ cómo me gu stan las f iestas ! ¡ sobre todo las fiestas rel igiosas ! Las f iestas religiosas ? exclamó e s ca nd al i Yo soy ant i zado B is to l fi Y añad ió con én fasi s : cle r i cal : he estudi ado f iloso f ía con Ard igó ¿ lo conoce ? P sh ! d e vista De vista ? ¿ h a estado u sted en I talia ? —N o ; cuando é l vino po r aquí Pe r o si no h a venido nun ca ! — Entonces no lo conozco — Yo he estudiado filoso fía con e l y nunca estaré d e acuerdo c o n Ya m e parecía l repli có Frase r sonriendo aliviado pero n o me atrevía a mani fest a rselo De pronto pensó : ¿ S i yo lo sableara a éste en lugar de Mario ? ¡ al toro por l a s aspas ! Oh ,
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'
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Y
empezó a hablarle de la revolución social que constituía la mayor preocupación de B isto l fi Antes de se r burgués había gritado contra e l rey ,
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HUG O
9%
wa s r
y contra el Papa y r enegado d e su abolengo d e conde Pero la fortuna q ue se l e entró po r l a ventana i con su primer casamiento modi f có sus ideas S igu ió gritando cont ra los papas pero dej ó de gritar contra los reyes y pintó c oro n ita s con d al e s en toda su vaj i lla S abe q u e d e un momento a otro los sociali star van a decretar el p aro general ? Qu é intranquilidad ! —L e van a compli ca r la vida ¿ no h a oído algo d e ésto ? — S í ; algo le h e oído a Pulga r cito el hermano d e M atilde G a r ay Fraser hizo u na mueca — ¡ Dej em os l a a M atilde ! A u sted no le convie n e e l paro gene r al ¿ no e s verdad ? N o podrá t e ner el automóvi l a la Cie rto ! ¡qué pertu rbación ! H acían ya su última cuadra d e camino en si len cio al g o r esentido B is to l f i de la aspereza con q u e le replicab a Fraser cuando éste se detuvo y l e dij o m irándolo en los oj os sin pe sta ñ a r : — L e van a compli car la ¿ quie re salvar a la patr i a ? B is to l f i echó atrás l a cabeza se retorció las ame n a z a n tes gu ías d el bigote y respondió resuelta mente : Cómo no ! —¡ T ic ne t r escientos pesos ? ,
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H
I OO
UGO W AS T
I ndudablemente ! M arian a y u s ted ?
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¿
na di e m á s
sus
de
re
l ac ion e s ?
—Nadie más a menos ,
m i muj er disponga
q ue
otra cosa Esa noche se sentaron sei s alrededor d e la mesa oval del j oven an f it reón He ráclito Cabral se agre gó a última hora muy bien acogido por M ariana que veia en su d ispl ic en c ia y en su palidez rasgos d e ari stocracia .
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Liana llegó conm ovida todavía por las palabras q u e l e dij era Soledad es a manana Hubiera interro gad o a M ari o d e h allarl o s olo y disp u esto a oírla con seriedad y a hablarla con f ranqueza Le habría hecho bru scamente la pregunta q u e le zumbaba en “ los oídos desde hacía tiempo : ¿ Por qué las gentes hablan d e m i madre como si estuviera v i v a Per o M ario no e staba dispuesto para e sas c on v e rsa c io nes .
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Cuando vió llegar a l matrimonio B isto l f i Liana m idió d e pies a cabe z a a l a muj e r que venía e s pl en d o ro s a y llena de moh ines ¿ Sería esa la muj er q u e oyó ponderar a M ario v a su padre l a noche anterior ? Mario q u e notó aquel recelo de la j oven le dij o en voz baj a : Qu ie res ve r tu r etrato pintado po r M istral ? ,
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Por M i stral ? Sí !
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L OS
O J O S VE ND A DO S
I OI
Fue r on los dos a la pieza contigu a que era el escritorio El tomó un libro y en u n sitio marcado con lápiz l a hi z o lee r — L ee más f ue rte L i ana ; qui ero o írte “ Y la ni ñ a leyó : M i reya estaba en los Quince “ a ñ os Cuestas azu les de Fuente Viej a colinas de “ B aus llanu ras d e la C rau vosotras no habé is v i s “ to j amás ot ra ni ñ a tan S u rostro cando “ ros o y f resco ten ía un hoy uelo en ca d a mej il la ; y “ su mi rada era un rocío que di sipaba toda pe sa “ d um b re m ás pu ra y suave que l a lu z de l a s e stre " ll a s ¡ Ah ! S i dent ro de un vaso de a gu a hubie “ sei s visto tanta gracia toda de un sorbo os l a h a “ ” b rí ai s b ebido ! Ana Lía alzó los oj os y preguntó sonriendo T e parece que yo soy así ? M ario le tomó el libro y con casta emoción l a besó en l a f rente ,
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“
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«
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Vamos ! aquella dulzu ra
le dij o sintiéndose puri ficado ¡ nos están espe rando !
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po r
Esa noche Liana se du rm ió tarde cuando su estrella d ec l in ab a en e l cielo pu ris im o C erró los postigos para que la luz del alba no la despe rtase demasiado pronto y se entregó al sueño q ue pobla ría su cabeza de visiones imponderables ,
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HUGO
m4
wa s r
j o al q u e le tocaba el turno d e ser leído en e se día A veces d o n Pedro se despachaba c o n c ien z u d am en t e dos diarios en veinticu atro horas y eso lo com placía aproximándolo a la edad contemporánea
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S i tuviera más tiempo ! su spiraba — T omá tu m ate Pedro le d ij o m isia Presen t ación desde el umbral d e l a puerta ¿ no está m u y dulce ? Don Pedro su spendió el barrido y dió unas cuan tas chupadas .
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E ra
petizo gordo con carnes frias y lustro sas Para salvarse de 1a calvi cie q u e lo amena zaba siempre se pelaba al rape con lo cual su c a beza pare cía una bola d e ce ra per forada por dos cuentas azules ,
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—
E stá en su punto ; yendo su mate
dij o don Pedro con clu
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—Pu es sab rás P edr o ,
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q ue
hay mo r os en
la
cos ta
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Moros en l a costa ? Don Pedro m i ró a u no y otro lado sin entender la metá fora A e s a hora marchaban apresu radamente a sus tal leres o a su s o fi cinas los obreros los empleados las muchachas con las caras regocij adas por el e s pl e n d o r del día Las campanas de la iglesia llamaban a m isa y l as palomas de la t orre volaban a po s a rse en m i ta d de l a calle U na vaca suelta caminaba por l a ve reda oliscan ,
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L OS
oaos
vamon
os
¡ 05
lo las ram ita s de los l igu st ro s que f lorecían a lo largo de las aceras Dónde están los mo r os ? pregu ntó don Pe d ro y misia Presentación tomándole el mate d i ó el chupetó n de gracia para agota r lo que é l hubi ese dej ado y se sonrió con mali cia (
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«
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Parece mentira que estemos en Buenos Ai res ! ¡U na vaca suelta ! y all á cuat r o o cinco ovej as du r m ien d o al so l en medio de l a calle .
No te agrada eso ? ¿ no te recue rda los barr i os d e nuestras ciudades p r ovincianas ? En Barce lona c i rculan cabras lecheras po r las calles centrales y en otras ciudades de Eu ropa maj adas de pavos con d ucid os po r u na pasto rc it a ¿ No es po ético eso ? Yo no he estado en Europa pero ,
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M i sia Presentación le cortó l a palab r a Entonce s deseas sabe r dónde e stán los mo r os ? ¡ E n tu casa hij o ! He so rp rendido una con versación d e Link c on Lau rita Pare ce que M ario B u rgueñ o ese j oven que conocieron v ez pasad a en l o del conde B isto l f i se interesa por ella ; y é l se lo quiere traer Don P edro se quedó con la boca abie rta — Dicen que e s muy ri co : no ? ¿ Muy ri co ! asintió misia Presentación c c rrán d ose el escote porque pasaba un grupo de obreros “ “ ” ” L a Prensa voceó un ¡ L a Nación ! vendedor de diari os y do!n Ped ro rec ogi ó el w y o que ol ió con ve rdadera gu ia .
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HU GO W A S T parece muy entusiasmado Lin k se 10 decía anoche a Lau rita — j M uy entusiasmado ! repitió don Pedro re construyendo en su memori a l a f igu ra de aquel buen mozo q ue u n a ta r de llamó a la puerta de su casa bu scando a Lin k y provocó los apuros de misi a Presentación que co rr ió a descolga r l a ropa ten dida en l a cuerda y a qu itar del paso u na me d ia tina con agua de j abón .
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Pe ro esa ve z M ario no f ué de vi sita y se re ti ró dej and o un mensaj e pa r a Carlos L in k en cuya ami stad andaba ¿ N o e s verdad M ati lde que M ario B u rgu eñ o está muy entusiasm ado con Lau rita ? ,
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M atilde salía en ese momento apu r ada a tomar su tren T odavía aguardaba el nombram iento pe r o ya había dej ado de pensar en é l y los viaj es los h acía con ese p retexto pero en r ealidad para en c o n t ra rs e con M ario en l a estación del Reti ro don de cambiaban algu nas palabras Ante l a pregu nta de su madre se puso colo r ada Yo qué s é mamá ! S abes que v a a ve ni r de v isita ? L os labios de l a muchacha tembla r on vi sible mente al preguntar Cuándo ? G uárdame e l sec r eto : anoche tu novio l e c o n taba a Laurita que se lo iba a t r ae r ¿ Pe r o cómo no vas a sabe r e sto ? — De ve r as mamá no sabía ,
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HU GO WAS T
10 8
“
d ía
despertaron sus primeras sospe chas M e lo h a ” dado Noem í expli caba ; y como Lau r a sabía q u e l a c hic u el a de la e stación no regalaba sus f lores comprendió que su hermana ha b ía aprendido a menti r .
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f ué el comienzo de l a culpa de M atilde : es conder su s pensam ientos de las perso nas que la amaban y podían a l um b ra rl e el camino “ Pe ro ¿ cómo h abria p odid o deci rle a L ink : Ol porque nunca podré quererlo como u sted v í d em e ” m e quiere ? ¿ C ómo habría podido contar a su m a d re que aquel mozo cuyas visitas anunciaban no i ría por Lau ra sino po r ella ? ¿ Y cómo habría po dido con fesarles que lo que estaba ocu rriendo en secreto lo q ue ellos m irarían como una trai ción era la i lu sión ardiente de toda su vida ? ? r Pero a realmente una trai ción e ¿ no e ra lib r e ¿ de amar a qu ien ella qu i siera ? ¿ qué cu lpa tuvo pues en abri r su alma vi rgen a aquel amor noveles co y dominador ? H acía mi l años que aguardaba u na d e aquellas palabras de amor que M ario le dij o si n q ue ella e n c o n tra s e respuesta S e sintió trans figurada como una tierra nueva abierta por el arado y puso todo su empeño en 1m pedi r que él adivi nase hasta qué punto la conqu i stó C ada mañana N oemí le entregaba u n ram ito d e violetas sin añadi r palab r a pero sonriéndose con mali cia ; y ya sa bía ella que esas f lores eran e l pen samiento ca r i ñ oso d e M ario E se
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¡
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OJ O S VE NDADO S
L os
1 09
No digas nada Noem í ! Subía a su t r en lïuyen d o de la s mi r adas d e l a s gentes Se acu saba de escandalizar aquella alm a tie r na ; pues si N oemí ha cía mi steri o era p o rque a d ivinaba un amorío que debía esconderse S u propia mentira engendraba otras mentiras en las almas aj enas A ve ces volviendo a su casa a r ro j aba las flores por la ventanilla procu r ando que ca yeran en sitios donde las hierbas c recían frescas V tupidas v hubiera otras f lores para q ue su pobre ram ito no s e marchitara tan pronto ,
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Pero otras veces no se animaba al sacri fi cio y “ llegaba turbada y rub o rosa e x c u sán d o se : me l a s ” dió Noem í C omprendía que Lau r a dudaba Quizá s e staba celosa L a idea de que Lau r a podía enamorarse de M a rio encendía más su escondida pasión y l a obligaba a mayor disimulo ? A dónde b a por esos caminos to r tuosos i ¿ I gno r aba su de stino E ra como una hoj a muerta en alas del viento A veces creía en Mario ; a veces dudaba ¿ Por q ué l a había elegido é l que e ra due ñ o d e ama r a las brillante s mu chachas de l gran mundo ? ¿ Sería para e levarla hasta é l según hab i a sona ? ? do ¿ sería para perde r la Ahuyentaba de su espi ritu estas cuestiones porque su conciencia im placable y n í tid a le respondía condenando su secre “ to : ¡ Habla ! Con f iesa tu s angu stias a tu madre a ,
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HUG O W AS T
I IO
”
tu hermana a tu pob r e novio que se m ira en tí ! No tuvo ánimo ; era tímid a y le dolía hace r pa d e ce r a otros C omp r endió que nunca se atrevería y qu e su mi serab l e comed ia te rm inaría e n un gran dolor Llegó hasta pensar q u e si contaba a M ario su s tortu r as tendría lástima de ella y s e alej aría para dej arla q u e s e cumpliera su vulgar destino y se segu irían amando de lej os ,
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Q ué dulzu ra encontraba en esta solu ción ! ¡ Amarlo siemp re y a q u e no era due ñ a d e olvidarlo y saber qu e él también l a amaba en silencio y que a toda hora su pensamiento podría con fundirse con el d e él ! ¡qu é dulzu ra ! ,
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Casi todas las mananas h a l l áb al o en el tren en l a estación o en algu na calle vecina al Reti r o E l se l e aproximaba sonriendo y ella lo agua r daba tem ,
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b l orosa
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C ambiaban algunas f rase s triviales y p r ecipitadas y se alej aban como dos cómpli ces que f raguan un delito A ella l a emoción le co r taba l a palabra L O q ue ella l e habl aba podia o í rl o todo el m undo ; sóllo d ebía escon der l o q ue s entí a aquell as s ensac iones mi ste r iosas que la desvelaban y la tenian horas fin gié n d o se dorm ida M inutos después esa manana lo halló —Carlos Link me ha comprometido a ir a su c a sa — Ya sé ; m amá acaba de contárm el o : ¿ de Ve r as v a a i r ? ,
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H UG O W A S T
I I 2
Ma r io con alguna vacilación repitió su f rase te m ien d o que ella acepta r a l a propuesta L a mu chacha tardó u n rato en contestar Re cor dó q u e en los p rimeros tiempos Laura tuvo la ilu sión de que M ario l a f estej aría ; y que ella misma por quemar su s naves y cerrarse l a puerta d e toda esperanza la induj o a creerlo ,
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imag inab a l a so r presa de su madre y el sarcas mo con que Laura acogería la noti cia d e que M ario iba ahora a su casa por l a que tenía en e l dedo el ani llo de Link ; adivinaba el in f inito dolo r de su novio y no t uvo corazón para aceptar ¡ No vaya ! ¡To dav ía no v aya ! M ario sonr i ó como u n j ugador que h a ganado una buena partida “ ” T odavi a no dij o l a j oven dándose un nuevo plazo esperando q u e el tiempo le traería la solu ción I gn o rab a cóm o ; y a ún si s e ponía a pen s a r descubría las complicaciones q ue cada m inuto apor t aba a su problema Se
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Pasaba po r impetuosa y resuelta ; su madre d e c í a d e el l a q u e e ra u n torb el l i no ; s u s m odal e s de ci d idlots su c abe za altiva su palabra s o b ria y clara d en u n ciab an u n a vol u n ta d con s ci en te y fi rm e E ra cobarde y t ím ida Para ¡ N ad a de e so ! avanzar en los t rances di fíciles necesitaba q ue una gran pasión l e v en d a se los oj os ,
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— I re
a pedirla dij o M ario cuando u sted m e mande Se desp idie r on y ella c r u z ó la plaza del Reti r o '
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L OS
O J O S VE ND A DO S
1 13
saber adónde se di rigía cegada po r l a luz de aquella promesa agitada por e l dolor y e l amor pero en medio de todo feliz creyendo que estaba en su mano la clave de su s ensueños Llegaría pues una hora feliz en que las puertas del mundo se abri rían ante ella Sabría lo que h a b í a más allá d e su horizonte más allá del amo r de su casa m ás allá de l a pasión serena y limpia de su novio Ese día en el almue r zo su madre q ue no cabía de entu siasmo volvió a anunciar la V i sita de s in
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B u rgu eñ o
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M atilde no alzó los oj os d el plato po r m i edo de hallar los de Laura Pulgarcito le dij o en secreto con ris ita mordaz — M a tild it a ¿ no es ci e rto que t oda bu ena ac c ión ,
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'
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merece recompensa ? ¿ Q u é le vas a dar al g rin g o Link si te lo trae ? Mati lde se puso colorada ; su he rmano había adivinado su aventu ra C uando se levantaron de la mesa le suplicó : ,
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Po r
mas ! —¿ H
Dios P ulgarcito ! ¡no me hagas e sas bro ,
dado en e l clavo hij ita ? Por m í nadie sabrá nada Y o gu a r do los se cretos aj enos par a “ C on l a vara que m i q ue otros guarden los m ios ” d ié reis seréis medidos ¿ Qu é santo h a dicho e s ta verdad tan pro f unda ? M atilde sonrió tranqu ili z ada y contenta e
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Qué secretos tienes Pulgarcito ? ,
H UG O WAS T
¡ 14
mozo e spió a su alrededor y viendo que nad i e podía escu charle dij o : El
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Q
u ié res
salgamos
que
u na
tarde en auto
móvil ? dos ? ¡encantada ! — ¡ N o ! ¡Los cuat ro ! T ú él yo y ¡ M atilde se puso seria y cortó allí la conver L os
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s a c ió n :
No seas loco ! S e quedó preocupada : ¿ quién sería el l a ? Re cor dó a M ariana B is to l f i que coqueteaba con Pulgar cit o y se h orr o rizó d e que en el c orazón d e éste hu b i era l legado a engen d rarse el deseo de asoc i ar su h ermana en l a cu lpa de tal conqu ista ,
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Eso le p roduj o u n desencanto Pulgarcito tenía u n a b r u ta l experiencia de l a vida y cru d amen t e 1d h abia puesto en presencia de la realidad N o se le ocu rrí a que M ario B u rg u eñ o pudiera buscar a su hermana para otra cosa que para u n a a v en t u ra p asaj era ; y si no se reb el ab a contra semej ante pensamiento era porque e l mundo estaba he cho así .
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Y todos los que l a mi raban con la emoción que suscitaba su belleza pensarían d e ella lo m ismo que M ario B u rgu eñ o lo mi smo que su propio hermano Le entró un i n finito deseo de llorar y de con fiar s u s inqu ietudes a algu ien Se f ué a su cuarto y s e sen tó en u n rincón Algunas lágrimas rodaron por sus mej i llas O yó l o s pasos de Lau ra y se enj ugó los oj os S i su hermana l a hubie ra hablado con cari ñ o ,
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H UG O WAS T
r1 6
naba absorto en su s preocupaciones ; pero al lado de ella se t ra n s f igu rab a y h asta pare cía elegante Noem í los vió llegar y no se l es aproximó C on eso M ati lde experimentó el remordimiento de h a berla hecho su cómpli ce en u n a f alta S e senta r on j untos el tren partió y Carlos Link empezó a h ab larle de cosas que no f ij aban l a aten ción de su compa ñ e r a En e l río terroso ancho como un mar l a s olas p ica d a s p o r l a b risa reven taban en r ulos d e e s puma ; y en las toscas de la orilla las gaviota s se e spul gab a n al sol Las m i radas de l a j oven rodaban melancóli ca mente sobre las agu as O í a con indi f e rencia las palabras d e su novio La gratitu d la conmovía un momento y luego su espíritu s e llenaba de visiones extrañas Su s i lu s iones de ni ñ a vagas como la pintu ra de u n sue ñ o se perseguían ante su s oj os en l a in finita llanura ? C uándo la s alcanzaría ¡ E staba qu izá s de Dios ¿ que no fuese nunca ! ¡ A ratos comprendía esa verdad ! ¡ S i pudiera matar su imaginación y sumergirse en las rea l id a des hum ildes para las cuales había nacido porque era pobre ! E l t ren en f iló un viaducto Div isáb a se en e l baj o las calle s as f altadas má s negras q ue d e cos tu m b re los techos de las casas b r i llantes al sol las huertas remozadas y e n los j a r dines las hoj as de la s prime r as rosas sembradas al pie de los sale s .
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L OS
H
O J O S VE NDADO S
¡ 17
llovido toda l a noche dij o Link Cuando e ra chi co l a lluvia me adormecía ; aho r a me desvela y m e hace pensar en u sted Estas palabras su su rradas a su oído estreme A ella también la despe rtó c iero n a l a muchacha la lluvia ; du r ante horas sintió l a música d el agu a en l o s caños en la calle t rans form a en el patio d a en un torrente ; pero su pensamiento vagaba l e jos de su novio -
a
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No obstante quiso ha lagarlo y r espondió : — Yo también m e desvelé N o se animó a prosegu i r lo mi ró car iñ osamente u na mi rada supli cante para que no la obligara 3 engan a rl o Pero é l no podía comprender y quiso re coge r d e su s labi os palabras m ás dulces — ¿ Y en quién pensaba ? Matilde lo mi ró de r eoj o ? En quién había d e pensar En m i ? — ! s c la r o O h Mati lde ! No puede imaginar lo que me imp r esiona e sa palabra tan simple y cuánto m ás l a quiero T odas mi s luminosas fantasías de niño son turbias como el humo al lado de u sted CS ue q mi resplandeciente i lusión Pobre Carlos ! exclamó ella pa l m eán d o le la mano — Rea l mente : hay quien piensa u e un gran q amor es u n a gran desgracia .
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No dice eso el
!
empis
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r epli có ella son
H UG O
t r8
wa er '
“
r iendo N o hay cosa más dulce q ue el amor ni má s f uerte ni má s cie rt a n i m ás alegre ni más cumplida ni mej or en el cielo ni en la tierra El la escu chaba embelesado describir e l amor con aquellas vehementes palabras ; y ella que lo vió trémulo d e pasión l e pregu ntó : — S i u sted c r ee q ue u n gran amor es u na gran de s gra ci a ¿ p or q ué m e qu i er e a s í ? —¡ No sé ! E s l a más bonita de cuantas muj e r e s he vi sto ; pero no l a quiero por eso N i porque es la má s dulce y l a más f ina y triste —¿ T riste ? i n t eru m pió ella so r prendid a ? me halla tri ste ¿ — S i siempre un poco triste ¿ Po r qué ? — Yo no s é — Pe ro no l a qu iero por eso q ue e s una gracia más ; ni la quiero po r su cordu ra n i por su r esolu ción ni po r su bondad ; ni po r lo que todos ven e n u sted q ue vale y q ue yo veo más que ninguno — ¿ Y por q ué me quie re entonces ? H e nacido pa r a ello ! U n amor tan grande no tiene razón “ ” — j Amor dulce y f ue r te ! repitió e lla ” “ No hay nada mej o r en el cielo ni en la tierra ; y preguntó con ansiedad ¿ Me querrá siem ? pre ? Cualquie r cosa que su ceda ¿ M atilde ! Rodaría hasta el fondo del abi s mo donde caen las muj e r e s que se pie r den y y o i ría a bu sca r la L os oj o s de la j oven se l lena r on de lágrimas .
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H UG O WAS T
12 0
gente ap resu ra d a q ue c ruz a ba el hall sonoro d e la gran e stación A fuera el cálido bronce de l a T orre d e los I n l g e ses for j aba las horas desparramando sob r e l a ti ciudad l a vibración de sus armoniosos mar lla z os
la
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ol a
de
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VI I La
send a.
torci d a
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Llegó al colegio deslumbrada aún po r l a s a rd ie n t es palabras de Li nk ¡ Qu ién pudiera inc en d ia rl a con un amor du lce y f ue rte ! Pero u n encuent ro casual bastó p a ra pone r de nuevo su cora z ón en l a pendiente de los anhelos culpables Conversaba con Velarde en l a sec r etaría No había buenas noti cias para ella y é l le in fundía esperanzas c on palab r a a fectuosa —S u nombram iento señorita no aparece Pe ro tal v ez no tardará .
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°
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M atilde no contestó y é l compadecido se animó a decirle : — H ay una vacante de dactilógra fa en m i s ecrc taria ; ¿ si u sted la qu isiera M atilde s e ruborizó y contestó con dolo r : — ¡ Démela ! ¡ Ya sé para ué sirve m i diploma ! q — ! l mundo está mal he ch o seno ri ta Cuando puedo ocupar esa vacante ? —Hoy mi smo ; ayer se produj o y si tardara se ,
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O J O S VE NDADOS
L OS
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di fundiría la noti ci a y tendriamos cien pedidos d e ese puesto T antas h ay como yo ? M i les y miles ! Este es el aspe cto más extra ñ o de l a cuestión social ; e l desamparo y l a m ise ria d e los intelectuales Velarde p rodu cía l a impresión de u n alma d es encantada d el ideal q ue adivinaba y compartía las penas de los otros — Cuando u sted qu iera se ñ orita podemos co .
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m en z a r
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M atilde se qu itó el sombrero y l os guantes y s e sentó delante d e l a máqu ina d e escribi r En e se momento el ordenanza anunció un vi si tante V el ard e l a leyó en v oz alta : su tarj eta : Ana Lía Fraser ! M i ró a M atilde q u e a l o í r es e n ombre alzó rápi d am ente l a cabe za ¿ La conoce ? A ella no senor ; conozco al doctor — Debe se r hij a de él Hágala pasar dij o al ordenanza Entró Liana t urb a d í sim a balbu ceando u n exor dio visiblemente p reparado para excusarse po r veni r sola a una diligencia q u e sorprendería al se ñ o r secretario .
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E ste l a atendía d e pie y M atilde sentada ante su máquina no pe rd ía ninguno de los gestos de l a j oven ,
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Ambas cualidades debían gana r su S i mpatia v pregu ntó con inte r és : S u papá la h a autoriz ado a esta diligencia ? — No se ñ or ; papá nada sabe Ya m e parecía ! Por q u é ? — Porque de ser así él q u e hace una hora ent r ó a dar clase m e h ab r ia advertido ; y u sted s eñ o ri ta no habría llegado T arde ? — Y a l a vacante está llenada respondió V e larde pesaroso y Liana no f ué due ñ a de su gesto e s l a nu ev a dacti lóg ra f a ? Esa — Sí Liana se puso de pie El secretario quiso alenta r l a con una palabra am istosa pero nada se l e ocurrió E l pa r eci a más intimidado que ella — ¿ Y s i llega r a a produ ci r se otra vacante ? Velarde m o ió l a cabez a — ¡ No digo hoy ! agregó apresuradamente l a j oven N i hoy n i manana Yo no tengo apu S i más adelante cualqu ier día se produj era otra ,
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—Yo le haría avisa r con su papá
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respondió
el secretario — ¡ No no ! E l no ve ría bien m i pedido M e pon drí a t rab a s ; t al v ez s e o l vi daría y y o vo l ve r i a a llegar tarde No me imaginaba respondió sonriendo el .
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se c r etario que el doctor Fraser fue ra un hom b re de p r ej ui cios — Así es — Pero no importa S i ocu rriera u n a vacante yo mismo i ría a avi sarle Bueno ! exclamó Li ana tendiéndole l a m a no para sellar el pacto .
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Valiente mu chacha ! pensó Velarde v ién dola sali r ; y volvió j unto a M atilde T ambién ésta había oído el nombre de aquella j oven en boca de M ario y de Fraser ; y hasta de Lau ra q ue un d í a la vió a co m pan a d a de su padre M ati lde recordó l a malicia con que su hermana l e dij o : Se llama A n a Lía y le dicen Liana ; t e pre vengo que es muy bonita .
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Por qué m e lo previenes ? se atrevió a con testar ; p ero L au ra s e puso a reí r y no se explicó Aun antes de sabe r como fuese l a hij a de Fra ser y a M ati lde sentía contra ella u na mezquina prevención C omprendía que la repeli a sin mo tivo L i a na era tan po bre com o ell a y q u iz ás m ás h umilde ; pe r o al conoce r la h all ó l a digna d e M a rio y comprendió que po día d isputársel o Y con esto se desvaneció su propósito de rompe r la pe l ig ros a amistad de aquel hombre L a m i rad a que L i ana le d i rigi ó cu ando Velarde la llamó por su nombre le reveló q ue la conocía .
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? Pero quiénes hablaron de ella ¿ M ario o F r aser : ¿ ¿ y qué dij eron ? M ati lde estaba segura de haber sorprendido en los oj os de Liana u n a l uz de a d nn ra cro n y d e celos ? Dos v e — Se ñ orita e stá distraída ¿ ces le he di ct a do l a f rase y no l a ha escr i to E stas palabras del secretario la volv i eron a l a realidad Abandonó los pensamientos ociosos y m alsanos y se pu so a t r abaj ar Cerca de mediodía entro el docto r Frase r que se quedó sorprendido viendo a l a j oven ante la máquina — ¿ U sted aquí ? ¿ Ya la nombraron ? ¿ S e h a eq ui v ocado el mini stro y l a ha h echo dac tilógraf a en vez de maestra ? C on su é le se M atilde ; no es lo peor que podía su cederle H abrá qu i enes la eu ,
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v id ien
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M ati lde sonrió sin atreverse a contestar y se 1e v a n tó porque la campana anunciaba la hora d e sali r Pocos minutos después s e mez cló anim osam en te en la tu rbulenta mu ltitud d e ni ñ as y de mucha chos que llenaban patios y galerías ,
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—H
estado a punto de tomar otra dactilógraf a doctor Frase r dij o el se cretario no bien la j o ven se f ué e
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—¡ N inguna mej or que ésta !
exclamó Frase r con extra ñ o f e r vo r N e cesita el puesto y en pa rte al guna estará mej or que a su lado U sted .
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nas por erróneas que sean ; y gustaba de sali r con él después d e las clases Velarde re cogió su s libros que hoj eaba en el tranvía Fraser mi ró los títulos ¡ S iempre con Rusia ! ¡ Allí está la au rora del mundo ! — Au rora boreal repli có Fraser a Llamas en medio d e l a noche E l oso cambiado de d ue ño pero lo conducen con el m ismo bozal y el m is “ ” mo látigo d el Pa d rec ito el ! a r — É s un terrible experimento doctor Fraser Pero de todo ese dolor saldrá l a verdadera igu al " dad t g q ee ; Ah ! ¡ Sí ! ¡L a igual d ad d el h ambre ¡ Ci en millo ne s d e mendigos que tienden las manos al mun do sería una indiscutible expresión de d em o c ra cia si no supiéramos que sus amos se enriquecen — Desgraciadamente es así respondió Velar de Nuestras ideas no han engend rado ni un Franci sco de A sís ni un Padre Damián L a ban de ra roj a cubriría el mundo si tuviéramos u n so lo santo Pero a nuestros apóstoles los sedu ce un banquero cuando no los e ngat uz a u n a bai la r ina B usque l a razón ! c o n t es tó l e Fraser Alguna cau sa tend rá e se f enómeno S alieron j untos El día e ra húmedo y tibio La lluvi a de e s a noche había lavado el as falto de las calles y form aba ch a r quitos en las dep r esiones d el te rreno en aquella viej a plaza remo z ada po r la p rimavera Las moscas volaban en las manchas d e ,
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sol baj o los árboles y en los sendero s de los j ar dine s los caracoles trazaban su huella plateada G ritos de ni ñ os y cantos d e páj aros animaban la calle Velarde aspi ró c on gu sto e l ambiente suti l y per fumado su imaginación asoció l a he rm osu ra del día a la paz d e su conciencia ; pen só que el mundo sería un paraiso cuando todos creyeran lo q u e él creía y mi ró c o n amor la pesada mole del edi fi cio donde quería enseñar l a nueva religión ,
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Apretó el brazo d e Frase r y l e dij o señalándolo : Com o p u ede ser escépt ico o pes im is t a u n maestro honrado ? — Yo no soy un maestro honrado ; respondió Fraser yo s ov un maestro C i ruela U sted no cree en l a escuela ! Ya n o es l a fe l a q ue transporta las monta ñ as E s la escuela L a nueva humanidad todo se lo debe al maest r o Fraser acogió c on u n a sonrisa complaciente aquel liri smo — T odavía u sted no conoce l a vida L a h u m a nid ad n u ev a t iene l a edad de B abilonia T odo lo q ue u sted siente de bueno y a lo sentía el Rey Da vid ; y l o que yo siento de m alo sent í a n l o mi s abue l os an tid il uv ian o s j de cuyas culpas Dios tuvo que lavar al mundo ¡T odo e s tan v iej o ! La escuela es nueva ! repli có Velarde No l a escuela de P estalozz i deí sta ni de S a rm ien to q ue iniciaba su s clases co n un padre nuestro ordenaba a los maestros que enseñaran a los m e ,
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j ore s alumnos a ayudar a misa Lo nuevo es la escuela atea q ue nos dará la ve r dade ra libertad espiritual d ij to L a libe rt a d d e T rotsky y d e L enin ? Fraser gui ñ ando el oj o Déj eme pre f eri r l a I nqu isi ció n! — C u ando l a lu z s e haya hecho en todos las con ciencias todos tendrán la m isma f e y el m i smo ideal El maestro mode rno r enovará la f az d el mundo y nos dará la pa z — ¡Yo no creo en los pedagogos ! repli có F ra s er S aben cuántos decímet r os cúbi cos d e ai re pu r o necesitan los pulmone s d e u n ni ñ o en cada aula pero no saben lo que necesita el alma d e ese ni ñ o Los pedagogos han muerto 1a alegría por q u e la ale g ría es hij a de l a humildad y el peda ogo e s f atuo Fra s er hablaba con u na contenida i rritación molestado por l a noti cia de q ue L iana había ido a na r u n puesto revelando así ï las ap retu r as gestiï en que vivían por culpa d e él S e detuvo y dij o golpeando a Vela r de ami stosa mente en el hombro : .
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—¿ Qué habrá pensado u sted de
la
gestión de
A na L í a ?
Que es u na mu chacha de crite r io y valiente Y d e m í ¿ q u é habrá pensado ?
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Q u é podía pens a r si ella m e contó que u sted ? ignoraba su diligencia — Liana e s como todas las muj e r es ; quiere te ,
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wa er '
hablado pero no me dió tiempo L a persona q u e él esperaba acababa d e llegar y é l l e salió al en c u ent ro E ra M ati lde G aray ; h ablaron un rato animadamente y tomaron el mi smo tren Liana salió d el comedor y Fraser no l a siguió fastidiado con l a noti cia Cuando ella volvió adivinándola apenada l e di j o amorosamente : Pobre h ij ita mía ! ¿ querías t r abaj ar por ayu darme ? Li ana q ue tenía el pensamiento en otra parte preguntó : — Es a m woh atch a e stá d e n ovia ¿ no es verdad ? —C reo u e s i ; con Carlos Link q L o c on oces a él ? — S í un poco P apá ! Q ué ? —No l e cuentes lo que he visto — ¡ No no ! N i m e hables a m í nunca más de M ario ! F raser se p us o a reí r de esa espont an eid a d y para d isipar el m a lh um or d e su hij a l a besó en 10 8 oj os llenos de lágrimas Pero quedó p reocupado y pesaroso de habe r puesto a M ario B u rgueñ o en los cam inos de M atilde G aray L a noti ci a d e Ana L í a no era la primera que llegaba a sus oídos Demócrito Cabral aseguraba haberlos hallado en el t r en con caras de cómpli ces y si Fraser re sistió s e a c r eerlo ahora tenía q ue rendi rse a la ve r dad ,
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S u larga experiencia no lo dej aba ilusionarse acerca de los propósitos de M ario y de l probable final de la aventura E l creía conocer a fondo a M atilde h abiéndol a encontrado varias veces en casa de B isto l f i Estaba seguro de que su voluntad no e ra f irme y entera según parecía y que sus ímpetu s y sus resolu ciones e ran re sultado de su imaginación ardiente y de su tempe r amento mór bido Estaba también segu r o de que ella misma ignoraba su f laque z a porque todos po nd era b an su valentía para a frontar l a vida ; y esa ignorancia ag rav ab a el peligro C onversando con ella había observado l a falla de su educación ,
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E ra
aún como un vaso de agu a cristalina que un hombre honrado podía beber ; pe ro su esp ir i tu em z b a e a a enturbiarse con el humo de las vanidades p Ya se ib a cansando de mendiga r aquel nombra miento que nunca llegaba Su corazón estaba tendido como un arco hacia l os goces del mundo .
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¿ Quién
podía echar sobre ella toda l a culpa si en ese e stado espi ritual u na mano audaz toca b a el arco y soltaba l a f lecha ? ,
tarde a la hora de l a siesta Fraser f ué a casa d e M ari o resuelto a hablarle como un pad re E sa
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No quería ni pensar q ue M atilde podría m a l decir un d í a las palabras con q ue él habria po nd e rado su graci a .
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Wa s ?
M ario vi ví a e n u na cal l e tran s ver s al arb ol ada d e t ip a s cu ya s ram a s s e en trel az ab an d e v ered a a vereda A su sombra se sentia el per fume de u n bos q ue pero Fraser q u e envi diaba a M ario su calle ese día no le p re stó aten ción ,
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E staba e n la puerta Do s iteo el gallego que s er v ia d e mucam o al j oven — C reo u e duerme dij o q T oda la casa yacía en una reposada penumbra Fraser llegó al escri torio aguardó unos minutos y cuando se iba a mete r d e ron d ó n a las piezas interiores como solía volvió el criado con sus anchos mo fletes rasu rados llenos de obsequiosas arrugas — Dormía de verdad como que anoche se acostó muy tarde Di ce que tenga a bien agu ardarlo Fraser gi ró sobre sus talones y se pu so a ex a m inar los cuad ros en las paredes pintu ras trivia le s caballos pe rros automóvi les dirig i dos por mu chachas u n a ba ñ i sta sentada en l a punta de un “ ” muelle el Vértigo de Et cheverry y cosas por e l e stilo Nad a h a aprend id o ! — m urm u ró F ras er h a c ien d o u n a mueca Lo que le gustaba a los diez ocho a ñ os es lo que h oy le gusta Pocos libros había en aquel escritorio de per son a s i n p reo cup ac ion e s l i tera r ia s F ra s e r tom ó uno en r ústi ca de l hueco del so fá ,
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—¡Natu ra l m ente l
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exclamó
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T enía que
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sintió que en su s entra ñ as germ in ab a u n mal de seo por aquella mu chacha no hab ló más d e ella .
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Dej ó d e i r con l a acostumbrada f recuencia a casa de F raser T emía una pregunta ingenua de Liana una sonrisa m aliciosa un a mirada tr i ste L a c onocí a muy sagaz y no e ra i m posi ble q ue algo supiera d e su aventura T enía l a sensación d e que l a hij a d e F raser t r ocaria su viej o c a riño f rater n a l por el amor de novia con sólo q u e é l d i j era una palabra ¡ Cómo le pesaba h aber mar cado su frente intacta con aquel beso que no era de h er mano y que e lla no olvidaría ! Ese pensamiento en f riaba sus brios d e conquis t a d o r hasta que un día se encogió de hombros y “ m se dij o : i si adivinasen C uánto se reirían d e ¡ que e stoy como e l bu rro de B u rid án que se m u rió de hambre y de sed po r no saber decidirse entre ” un atado de pasto y u n balde de agu a ! Y se largó cuesta abaj o E ra experto en tales campa ñ as y no tardó en observar el punto vulnerable del carácter d e M a ti lde A é l qu e tenía todas las sedu cciones d e s u cas ta d e su p o sición y l a s aga oid ad d e aquel “ ” sagrado egoísmo con que resolvía la cuestión ; que hizo pere ce r al bu rro f i lóso fo ¡qué f áci l le sería entrar en aquella alma desorientada y nove ,
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l es ca l
E l pudor ce rraba l o s oídos de l a j oven a toda palabra audaz ; pero Mario se guardaba de pro ,
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nun c ia r
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las palabras audaces que po dían delatar su propósito Era suave y gent il í s im O y el hastío de su corazón c o hn ad o di fundía en su s modales una tristeza di stin guida que lo hacía inte r e sante como un m i sterio “ S u s oj os según l a s sutiles palabras de l sal mo observan al pobre y le arman emboscadas ” en secreto como un león desde su e scondrij o En vano e lla qui so di simular lo que sentía ; sus mismos inocentes arti f icios descubrieron su amor y un d í a él tuvo l a certeza de que los muros de d eri có habían caído y que invencible ciuda l a j estaba a su me rced ,
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— ¿ Y Fraser elegía aquella opo r tunidad para ir
a
verle ? No tenía duda : Frase r le hablaría de ella Su primera inquietud a l recibi r el anuncio de su v i sita se había calmado cuando salió media hora después Fraser dormía en el si llón l a copa vacía en l a mano y e l cigarro apagado a l borde d el c em c ero E l j oven se le acercó de puntilla s H abitu a ndo se a l a oscuridad surgieron ante su s oj os l a s líneas f atigadas de aquella f isonomía viril e inteligente El labio in f erior caí a en un gesto cínico y dolo roso ; los párpados descoloridos la barba m al a f ei tada l a s mej i llas flácidas l a f rente holla d a po r l OS malos pensamientos pero distingu ida y con golpes de luz eran e l retrato de aquella alma ext r av i ada todavía con el cu ñ o de Dios como u na viej a onza .
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H UGO WA S T
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de rey
de
que conserva la gastada e figie
o ro ,
un gran
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M ario tuvo lástim a de su amigo y lo palmeó cari ñ osamente y lo repren d ió para desviar si era posible la conversación q u e temía Q ué noche h abrá pasado viej o ! Fraser abrió los oj os con fundido y contestó a margamente ,
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—
H ay noches que iluminan mu chos días Dime cómo pasas las noches y te d iré lo que piensas — Pero ese principio suyo no vale en su caso ; porque u sted v ive abominado de sus obras — Porque yo no vivo como pienso “D eteriom .
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”
s eq u or
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—¿Y
por qué no amolda sus costumbres a sus principios ? — ¡ Q ué he de amoldar nada hij o ! M e c onten ¡ to con sal var la ropa ! Pie r do m i vida pero salvo m i s principios u Q é bien hace su propaganda ! — És el úni co orgullo que m e queda M ario v ; no quiero perderlo E so sign i fica que m i alma no ? e stá ciega todavía Y la tuya ¿ M ari o s e s en tó e n u n s i l lón a t re s p a s os d e Fra se r y con e l silencio intentó demostrarle que no estaba dispuesto a las con fidencias y menos a los sermones Cómo está tu alma ? insistió Frase r Está seguro conte stó Mario c on seque ,
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Fraser bostezó S e e chó u n a copita d e cognac y encen d i ó otro cigarro q ue sacó d e u n a rm a rito d e caoba cuyos se cretos conocía como los d e la li corera ” “ — La vida d e un hombre d e esprit dij o bostezando y M ario cuyo f astidio cre cía lo inte te rrum pió con sarcasmo : C omo U d ! — ¡ S í como o ! i r i i x s í m S ería t t s a si no e s y tie t an los tontos Los tontos como quién ? ,
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¡ Hombre !
como tú que nos divierten con su s salidas del pentagrama ¿ Con q ue ahora en c u en t ra s q u e a m i palab ra le f alta algo ? — S í la autoridad del ej emplo — H ay quienes tienen autoridad teniendo de f e e tos Y h ay qu ienes son unos in f e l ices a fuerza de ¿ T e ni egas a oí rme porqu e nio s oy pe rf ec ción per f e cto ? ¡ Pero alma de Dios ! ¡ S i no hablaré de m i ! Qu é va a decirme ? — Voy a hablarte de M ati lde G aray M ario pestano como si recibiera u na pedrada en el pecho Qué tiene que deci rme de ella ? Ya lo adivinas ! — S i así lo c r ee pod rí a ahorrarse las palab r as — Yo te puse en mala hora f rente a ella Des pués del dolor no hay en l a t ierra nada tan santo ,
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Lo s
OJ os
v mv v a no s
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como la he rmosura C reía que tu cora zón lo sen t irí a de tal modo q u e se pu ri f ica r ia de toda to r peza E l suyo lo sentía así ? — Porque el m í o l o sentía y porque no cre o que e l tuyo sea pe or pensé que se levanta rí a si quiera una pulgada sobre el barro Pero me e qt u v oq u é N i el s o l ni la he rmosu ra se pueden mi r ar sin pe l i gro Mario n o contestó Re costado en el sillón m i raba el te cho a l isánd o se c on ambas manos el lacio cabello oscu ro .
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o
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Fraser lo contemplaba con dolo r es pe rando una palabra q ue s e lo most rara como lo creía egoista por pereza pero no malo y capaz d e vibrar c on una sincera emoción de j u sticia — ¿ Y a esto ha venido ? exclamó e l j oven por f in Creía conocerte mej or ! Quie r e que acabe po r tene r le miedo a su s vi sitas ? —¿ Y tú qu ie res que me remuerd e ete r nam ente l a conciencia por no habert e conocido y por hab e rte la presentado a esa pobre muchacha ? ,
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¡ Pob r e ,
y
po b re l
t
¿ pe ro
q ué
es tá s upo niend o .
? a
— S i m e equivoco en un ápice ha gustado
rec tificam e
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Cómo no había de gu sta rme si ,
a
.
Te
W
I I U GO
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AST
Fraser con un ademán d e amargo desdén le co r tó l a palabra — T e has dej ado encandilar po r ell a como una lechu za por l a luz d e u n altar ¿ Qué piensas h á cer ? ¡ Nada ! no pienso nada ¡ Eso es cierto ! Lo qu e h e querido preguntar t e es otra cosa ¿ Qu é estás haciendo sm pensar de t u v id a y d e l a v ida d e ell a ? ¿ S a be s ald ónd e l a llevas ? ¡Q ué has d e sab erl o si ni s iqu iera sabe s a dónde v a s ! M ario se inco rporó herido por e l desprecio d e tales palab r as — U sted q ue viene a hablarme con el én f asis de u n p ro f eta ¡ N o ! vengo a hablarte con la lealtad y la d u reza de un pad re S i tu corazón no es como el de u n a momia vas a senti rlo sangra r y vivi r y vas a comprenderme — Ya no estoy en la edad en Pobre ni ñ o ! — No e stoy d i spuesto pa r a los consej os de nadie — ! s ue debes estarlo si has de segui r vivien q do e n el mundo — ¿ Y s i no q ui siera oí r l os d e usted ? — Sería porque está s resuelto a una i n f amia — j Crea de mí lo que quie r a ! Yo no debo cuen tas a nadie ; soy libre y si en m is relaciones con esa mu chacha llegase a todo A qué llamas tod o ? ¿ a casarte con e lla ? ,
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fi
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wa s r
cidad de un hombre no s e amasa con l a desgracia de cien muj eres Por cobardía y desdén hacia las cuestiones qu e l e obligaban a un es fuerzo M ario no qu iso di s c u tir más T iene razón ! ex clamó co n una voz en q ue Fraser no percibió un timbre de impenitencia Soy u n bribón ! ¡q u é le voy a hacer ! res ¡ En buena hora e s a con fesión h ij o ! T u alma sangra ; pon d ió Fraser enternecido tu c oncienci a está viva Y l e t endió l os b raz os E l j otv en s e d ej ó abraz ar sin ef usión y agregó : — H aic e un año q ue p reparo un v iaj e a E urop a ? M e mandaré a mudar l no parece e ¿ N o halla r ás nunca mej or opo r tunidad ex clamó Fraser encantado B uen o ! ¡ya está re suelt o ! Antes d e quince días estaré a bord o .
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VIII ¡Cu éntame
a l go
d e ma má !
Liana había observado en su padre u na ingu lar inqu ietud que databa de un mes atrás desde un d ía qu e recibió u na cart a del ext ranj ero E lla n i siquiera alcanzó a v er l a es ta mp il la Qué noticias le traj o aquel sob re o q ué doc u mentos vinie r on en é l l a much ac h a no po di a ni si quiera im aginarlo No sabia q ue su padre tuviera negoc io s c an gente d e otros p aí ses Cad a vez la ex i s tenc ia d e l os dos se ib a redu y ni ngún pa rien c ien d o ; ella tenía pocas am igas te ; y él s e encontraba c on m uch os hom bres a l d ía pe ro en su corazón no les guarda b a af ecto ¿ Qu ién podía pues de lej os i nf lu ir en el ánim o de su padre tanto como para que perdie r a su buen hu m or ? s
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Aunque su fo rtuna n o daba indicios de mej o rar no eran asuntos d e dinero l os qu e p re ocupaban a su pad r e ; esto lo veía en el despego con que é l ma nej ab a su s recu rsos com o si hu b i e ra perd i d o l a no c ión d e su valor o l a ilusión d e viv ir ,
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H UG O wa s r
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Q ué t e p asa p apá l e d ij o un d ia t ás enf e rm o ? — N o h ij ita Estás más pob re entonces ? quieres q ue qu em a s u n a c asit a más b a rata ? ?
¿
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65 *
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F raser a caric ió a l a m uch ac ha ; s e sentó reten ién dole l a mano y le d ij o m iránd ol a en l os oj os : Q uieres mucho a t u p adre L iana ? O h p ap á ! ¡ m uch o ! Y si tu padre te hubie r a hecho vivi r baj o 1a sombra d e una mentira atroz y u n día d es cub rie ras l a verdad ¿ lo seguirías queriendo ? L iana pen só que a quellas p al abras inc om pren sibles pod ían ref eri rse a s u madre ; pero n o se atrevió a a l u d irl a y respondió temblando : — N o t e comp rendo p apá ; l a verd ad verd adera es q u e te quiero con toda e l alma Fraser l a oyó c on lágrimas en lots oj os l e besó l a s manos y no h abló m ás Cuand o ll egó el d om ingo L iana f ué a m i s a a l a hora en que solía i r la anciana q u e u n a vez dij o del ante de S oled ad l a ext raña f r a se : S i su ma d re l a v iera Al sal i r de mi sa L i ana l a hall ó al gunas v ec es sin atreverse a saludarla para ent rar en relaciones S e imaginaba sin embargo que ella conocía algo de su v ida d e su niñez d e los años q ue apa r ec í an en la memori a de Liana como envueltos en una nube Pe rq ese d omingo no l a encontró y lamentó su au seu cia U na mu chacha amiga se le ace rcó : ,
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4S
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te l a muchacha S i queremos llegar temp rano a las ca rr eras — No qu ie ro u e vayas le contestó él con in q explicable terquedad Papá ! — No quiero ue vayas I rás otro día q Qué dirán de mí ? M e aguardarán — Avísales que no vas a i r E l t on o l os gest os l a mi rada el c al o r c uce n dido mostrab an que en aque l hombre acaba b a d e produci rse un cambio f undamental y violento N o quiero que vayas ! repitió dos o tre ” “ veces más y como Liana corrie ra a su palomar y se ec hazra ll o rand o en l a ca ma h erida por aquel la cólera sin sentido él no la detuvo y se sentó solo a l a mesa .
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día sigu iente él pare cía no re cordar l a e s cena ; pero ella permane cía triste y amedrentada Los a fanes y las preocupaciones de que estaba llena su vida hubieran c on c l u id o por disipar en l a m e nte d e L ian a lo ocu rrid o ; p e r o o tro suceso f ij ó su aten c ión en aq uel a pel lido f rancés q ue su p ad re pa r ecía c onolcer y odiar AI
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Subia e lla en e l ascensor de una gran tienda cuando observó que una señora arrogante y he r mosa la m iraba intensamente ? Dónde hab ía visto Liana aquellos oj os ¿ I n sti ntiv ame nte l a s i gu ió L a d a ma pa r ec ió ol y se dedi có a su s compras ; pero v id a rse de e lla
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L OS
OJ os
VE NDADO S
1 49
Liana no acertaba a alej arse absorta en su pen ? d sam iento : ¿ La conocía e antes ¿ Dónde l a habia visto ? No ; estaba segura de verla por primera vez y sin embargo el la había so ñ ado con aquellos oj os c o n aquella cara ¿ Pero aca s o po dían realizarse los sueñ os ? Y siendo c om o fu ese soñ a do o real la visión anterior q u e tenía de a q uella persona ¿ po r q ué l a i mpre s ion ab a tan to s u pre se nc ia ? ¿ Era s im pa tía ? ¿ era m i edo ? Dió dos o tres vueltas sin alej arse mu cho Al pasar por f rente de un espej o vió su propia im a gen r e f lej ada y s e echó a temblar ,
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Dios m ío ! ex clamó Yo no he so ñ ado su ca r a ni sus oj os ¡ L o s he vi sto ! ¡ son los m íos ! Era demasiado grande el pensamiento que c o n esa rev el a c ro n entró en su alma Se ahogaba ; pa rec í a l e que u na densa neblina envolvía todo lo que mi raba V oy a en l oq uec e rm e ! ¿ Por q ué se me ocu rre q ue es a muj e r es m i madre ? .
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Pasó de nuevo cerca d e ella en momentos en que daba su nombre al empleado para que fuese anotado en la f actu ra U na invencible curiosidad impulsó a Liana que q uiso oi r su nombre — C ondesa de Segu in dij o l a dama con un acento marcadamente f rancés y Liana su frió un desencanto que serenó su corazón N o obstante quedó pensando que su padre te ,
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H UG O
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wa s r '
noti cias de esa gente y recordó l a voz alte “ rada con que le hizo la pregunta : ¿ Quién te ha h ablado Li ana d e Flambeau Para d isipar su s preocupaciones nada más fran co y b reve que interrogarlo pero aquella escena l e h izo perder la con fianza en su padre T enia m iedo hasta de pronu nciar el nombre de Seg uin y l eyen do en alta voz las cróni cas sociales en los diarios lo h abía saltead o a lg unas vec es S e decidió a hablar c o n Mario m ayor q u e ella sei s o siete años que debía acordarse de los tiem pos en que fueron ri cos y vivía su m adre Pero M ario no la vi sitaba ya ¿ Qu é intereses o qué pasiones de sviaban d e ella su pensamiento y su corazón ? n ia
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¿ Po r
qué no viene M ario ? preguntó u n día a su p adre : y éste sin d a rl e ot ras e xp l ic ac i o nes le contestó redondamente : — Porque tiene cola d e paj a E l despego desdeñoso q u e vibraba en esas pá l a bras la apenó sin re sen t irl a contra el j oven Ella no sería j uez de Mario cualqu iera q ue f ue se su culpa Los homb res tenían h i storias obscuras q ue no debía escud riñar ; pe ro él era su hermano v debía at raerlo a su casa Como u n a pintu ra que s e desti ñ e se había b o i rado en su memo r i a e l recuerdo de aque l r etrato d e M i reya co n quien él la comparó u n a noche ( osas m ás gr a ves l a ab s orbí an A t oda c olst a ue q ,
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r5 2
u n vé r tigo que la hacía hablar sin querer de l as c o sas q ue l e llenaban el pensamiento ; mu rmuró al oído d e su p adre : Po r qué no teng a h erma n os ? ¡Yo q u iero q ue m e cuentes algo d e mamá ! Y se sentó a su s p ies en u na b u ta qu it a a guardand o l a repuesta F raser pal id eció Op ri m ió ent re su s m an os aque l l a c a bez a q u e se apoyaba en sus rod illas y c o m en z ó a contarle viej as h istorias a habla r le d e su mad re c on f ervor c on abundanc ia c on in d is im ul a Ll e p asión Ya sé y a sé ! Hace añ os exc lamaba ella m e h a s c o ntado e s o Cuéntame o t ras c osas Y él segui a hablando los oj os ll en os d e l ágri mas y el cora z ón lleno d e m iedo d e que Liana al z ara l a c abeza y l e dij e r a : ¡ M ientes ! ¡ m i mad re está viva ! ,
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S en tí ase
a f uera el rumor de los pasos de S oledad y los gritos d e l n iño U na b ri sa d el mair lej an o re f rescaba el ain L a no che inv adía 1a hab ita c ión
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b iente
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F raser seguia habland o en t on o ¡m ás baj o ; L ia n a cerrab a l o s oj os y con cl uyó por a d ormec ers e El observó que se dormía y como si a rrull a ra aquel sueñ o siguió rel atand o su s menti ras ¿ Podrí a sal varla siemp re d e l a verdad ? ¿ N o h a bri a y a v islu mb rado alg o de ella ? h abl a ba ! T em ía q ue al c alla r se ¡Y hablaba Liana abriese los oj os y le pidie r a cuentas ¿ Po r q ué me enga ñ a s ? ¿ por q ué no m e h as d ich o que mi ,
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L OS
va x na vo s
I
53
mad r e vive q ue nos dej ó que se f ué a Europa y hace unas meses se d iv orc ió de t í y se ca só con el c onde S egu in y es esa muj e r que menci on an l a s c rónica s s ociales y q ue se h a olvid a d o d e su nom bre y d e su hij a ? Había c riad o su ro sa jrod eánd ol ai d e es pinas n ra que n i e ll ga ra has a ella H a bí a urd id o u e a a d l t p rom ance l e había inventad o u n a vida pa ra que su pensamiento no se h al la rá ta n s ol o y para que s u c orazón no igno r ase l a d u lzu ra de los S antos amo res ; y le había ense ñ ado a ama r como a su m ad re a un f antasma creado po r él Queria salvarla de l a vergü enz a y del m al ej em pl o ; y c uando e mpe z aba a c reer que pod ía desean sa r veía ame nazada su obra de qu ince a ñ os po r el c apricho de aq uell a muj er que volvia a su p at ria ,
I
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él solo due ñ o d e su sec r eto Aho ra todo Buenos Ai re s pod ia mi rar l a fr ente de su hij a b u s cando l a s om b ra d e a qu el l a a ven tu r a S onó el t i mb re d e l a calle v salió S oledad a ver quién llamaba Frase r pensó en M ario N o lo veía de sde hací a un t iem p o ; sabí a q u e se había he cho humo el proyecto del viaj e a Eu ropa y supo ní a q ue tod o s los buen o s p r opósit o s d el j ov e n h á b í an co rr ido igual sue rte E staba segu ro de que seguí a enc on t r ánd ose c on Matilde a esc ond idas ave rgon z ado él m ismo de su debilidad ; y que por esa c l au d icac ión no se a t r eví a a v is it a rl e Pero F raser estaba t an lleno d e SU S prop ias an gu sti e s que no h al l aba interés en l a s v i d as aj ena s no
e ra
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H UG O
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Volvió la si r vienta y anunció a Velarde el se coleg io normal c reta rio d e l — ¡L iana ! ¡Allí ésta Velarde ! S eg und os de spués entró el visit ante q ue venía a de v olve r un l ibro p rest ad o ,
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Liana con l a te z encendida y los oj os dilatados por el esfuerzo qu e hacía para espab il a rse y los cabello s esp onj a d os caus a ba u na delic io sa impre sión d e llanez a y d e am istad V ea cómo lo recibo dij o a Velarde ten d ié nd ol e la m ano Era l a tercera v ez q ue l o v e ía y y a parecí an v iej os amigos Pero l a f ranquez a y l a cordialidad e staban en ella más q ue en él intimidado por su p res encia Fr aser los dej ó sol os un m o mento y f ué a t raer unos p ap eles Vel a rde se anim ó enton ces a con f iar a Li ana el verdadero obj eto d e su vis ita — N O li e ven id o sól o a devolver es e l ibr o a su ‘
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La
muchach a lo estimu ló c on una sonrisa y él ag regó — H e ven ido a dec irle q ue antes d e un m es h a b rá un a va can te en m i se cre tarí a M a t il de G aray s e casa ? ? S í ¿ con quién p r egunto Liana sintien do q ue el c orazón s e l e agitaba en el pech o —N o rec uerd o el n om bre que ella m e h a d i cho —¡A ve r , a ve r ! piense ,
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IX
Por l a
una. o
por l a
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so s tení a q ue Pulga rc it o era un encanto Qué mu chacho vivo y servicial ! N o bien llegaba d e vi sita observ aba l a s pared es p edí a un m a rtillo aseguraba l os clavos fl oj o s e n d erez ab a los cu adros torc id os y si M ariana hacía algún p a quete o arre laba un f lorero prec itábas e a ayudarla o l a s upl a nt ab a en su tarea c o r a m Qué p q etes qué los de P ulgar ito ! Y a u s l ¡ no se lim itaban sus a ct ividades a l as menudenc ias decorativas ; p odía c o nf iársel e cu alq uier diligencia U n d í a d ij o B is tol f i : “ — E st oy cans ado d e mi limousine ” S i hallase B istol fi
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un aut o Era un deseo sugerido por M ariana y que res í l m l n d a c a ba ente l planes d Pu garc it o o a e os p ,
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No
cabó el esgrim is ta de ext eri orizar el vag o r o o r s i t O ó cuando el j ven p id ió un d ia rio y em r p p pel ó a toma r nota de los automóvile s que se anun ci a ban ; y cuando el otro acordó y a no l e qued aba más que limita r el p r ecio ; hasta l a ma r ca e staba eleg ida a
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HU G O
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WA S I '
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N a turalmente Pulgarc ito q ue e ra un di estro c ho f er llevó hasta l a casa e l auto buscado y B istol fi no p udo s a cárs el o de enc ima Pulgarc it o s e p rometía grand es p rogram as con L o únic o que acor el auto gu iado po r él mi smo taba sus vue lo s e ra l a c rónica escasez d e su b ol sa que no remedi aban sus relaciones aunque hablase ockey C lub com o de d e t o d os los p ers onaj es d el J í ntim os am ig o s s
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¡
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C uand o M ario prom etió c o ncurri r a l os j uev es d e su padrastro quiso c ul t ivarl o y no tardó en m aliciar que el mo z o e s ta ba en secretas in tel igen cia s con M atilde p or muc ho q ue aparentase feste j a r a L aura ,
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Co m 0
herm a n o cel oso y fiel res olv ió hacerle pá gar cara su hipocresía Pero en breve M ario dej ó d e asist ir a l as reuni on es y P u lgarcito lo perd ió d e ,
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v is t a
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La
ct itud de su herm ana le i nfundió l a s ospe c h a de que se veí an e n o tra p a nte y se di sp uso a i nte rven ir — Mej or p ara ella y p ara mi será que yo tenga l a s riendas d e este asunto pen só Y se f ué a casa de M ario que lo re cibió estu a
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pe f ac to
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— Como l a m ontaña no
acerc a a nosot r os yo me ac e rc a a l a m ontañ a le d ij o ¿ P o r qué tan perd ido ? E n lo de B ist ol fi se pregunt a si se ha e m barc ado para E u rop a Y en c asa las c h icas se
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HU G O
t óo
S e im aginó que
wa s r '
tem í a h abe r
ido dem asiado lej os y «que rí a sostenerse y s i e ra p osible hacerse Oll v id a r del que la había turbado No creía que hubiese re velado a nad ie l a entera verdad ; m as tal vez para acumular ob stácul os entre ell a y él hubiera su sci ta do en su c ontra l a a n t ipat ia d e su nov io El era su re f ugio y al acre centarse e l peligro se aumentaba su f ictici a ternura h a ci a el p ob re L ink Bu eno ! ex c lamó B u rgueñ o excitad o por sus p ensam ient os M añ ana iré a v isi ta r a su p ad re Lograr eso no e ra más que l a m itad de la tarea y P u lgarcit o a b o rd ó resuel ta m ente l a Ot ra p a rte del as unto — Le v o co rom i so ñ u r u e o a B cont r el m a p g y en que me h e m et ido S e l e habia a nnoj ad o a M a r iana u n a utom óv i l d o bl e f ea tón Yo s upe de uno que es taba en venta y s e l o p ropuse a B is t ol f i Re g a t eó como u n j udío de l a calle T alcahuano y por fi n me au toniz ó a c omp rarl o s iem p re q ue l e d i esen e n a ru ed a de repuesto u S el m ism p recio o r o p l a prometí para que de una vez acaba r a e l n e e oc x y ac pté e l encargo d e llevar co he hasta o e l c ; g “ ” su c a sa m e preguntó al ve rme ¿ Y l a rueda ? llegar La dej é en el garage le dij e ; mañana s e Y aq uí m e tiene a mig o obligado a l l e l a t raeré va rle u na ru eda que vale d osc ientos pe sos y sin un c obre Desde e l com ienzo de l a exposi ción de Pu lgar cito B u rgueñ o echó mano al po r tamonedas aguar ,
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O JOS VE NDAD OS
¡ 6!
ando l a ci f ra Y n o pestañ ó cuand o el ot ro l a s oltó arqueand o l os labi o s con d ispl ic enc ia c om o s i s e tratara d e unos ooh av o s M amá ! d ij o es a tarde Pulga rci t o a mi sia Presentación M añana v a a veni r de v sita M a rio B urgueñ o Ese mu chac ho v ale l a pena L a dama empe zó a a g i tarse y a m irar l os rinco n es y a a comodar l as sillas — T i en es tiem po muj er para p rep ara rte ; ad v irt ió d o n P ed ro q u e se ap rox imó oyendo l a s e x c l am ac io nes de Pulgarcito ¿ Y a q ué viene ese j oven ? —A visitarte papá Mej o r d ich o a a ell a —¿ A cuál de las dos ? A Laurita dij o m isia Presentación D e de C u ándo l a f e stej a ? N o había oído nada Pulgarcito hi z o un gesto — Propiamente no la f estej a todavía pe ro l a d
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mi ra mu ch o — Entonces .
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parece q u e es mad ru g ar un po co observó don Pedro el largarse de vi sita i s n q u e haya Au nque a la verdad nue s tras co st umbres s oc iales son en es tao m uy atras ad as Po r ej empl o en Noru ega no es necesari o estar de novi o ni siquiera s er f estej a nte para visitar a u na muchacha N i en Groenl a nd Í a tam p oco p apá ! aseguró Pulgarcito T amp oco en G r oenl andi a ? B uen o yo no he ,
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H UG O WAS T
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estado en G roenlandia ni en No r uega pero eso o cu r r e A sí qu e no hallo m al l a v isita d e B urgu eñ o M isia Present a ción l e t omó d e l as m anos el d ia rio q ue leía ? ? Lo has leído y a Pedro m lo p restas e ¿ — S í m uj er Don Pe d ro aguardó q ue su hij o s e alej a ra y dij o a su c onso rte : ,
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—N o
i l u sion es mu cho E sos moz o s po rteños d e l a c ré ma no s on n ovios para las niñas p obres de casas humi ldes — ¿ Humildes ? rugió m isia Present ación Y o soy T ron c oso d e las f ami lias de ab olengo d e i S ant a Fe y tú eres G aray d escen d ente d e d on J uan d e G a r ay el f undador de S anta Fe y de B ue n os A i r es E s l o p rimero q ue l e d iré p ara que no c rea que s om os h umild es Puso a l a ch inita a ref regar l os p isos d e baldosa y a barrer el j ardín y ella s e en f rascó en la le ctu ra d el d iario p ara tener tem as d e conversación q ue no d esm e re c ieran de su abolengo Cuando algún q u e hace r l a reclamaba p rendía un al f iler e n el sit i o a donde lle g aba su l ect u ra y más t arde v olvía a to m ar el dia r io a rr ancando desde allí olvidada por c ierto d e l o y a leído Cuando regresaro n las m uch a chas d e su s em pl eo s les d ió la nueva — M añana traten d e ll egar temp ran o ; tendremos visita de copete Q uién ? te
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HU G O WAS T
¡ 64
muy oronda en el c om edor qu e e ra su sala d e reci bo Por l a puerta y l a ventana abiertas de par en achos r e veia un s ctor calle donde los much a d e l a p j ugaban al fo otball ,
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E n l a s veredas d e lad rillo se p as eaban del b raz o algunas j ov en c itas c on traj es veraniegos d e esqui n a a esquina Varios mozos las esperaban allí y c a mbiaban con ellas f rases intencionad a s Aquella c alle d e M igu el et es t ení a aires p rov in cian os Al senti r l a v oz d e Pulgarcit o q u e acompañaba a B u rgu eñ o el c o razón d e l a señ ora palp itó con violencia ¡E s e novio sí que valía la pena d e s er atr ap ad o ! ¡ L ástim a q ue las m uch a oh a s n o estuv ie ran d e vuelta y a ! Repasó mentalmente las c osas leídas en el diario y p erm a n eció atornillad a en su asiento y cuando entró M ario saludándola con pro f unda reverencia ella l e d ió u na m ano inerte como u na tablet a san i u a n na j — T odavía no está m uy oscuro ; es mej or no en cender l a luz p orque at rae ¿ no l e p á r ece ? —Así es se ñ o ra contesto M ario sentándose en f o rm a q ue pudiera v er llega r a l a s muc hachas — L a s n i ñ as n o han venido t odavía se a n t ic ipó a expl icar la d am a para tranquilizarlo L a s ilueta negra d e S atu rnina ap areció en l a ga l erí a gesticulando ,
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L os OJ os
m
¡ 65
on os
— j Ni ñ a Presentación ven a ! g
hago pa r a
¿ q ué
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esta noche ? S ab i a mluy bien c uál e ra el p rog ram a c ul ma rio de t odas l a s n oches pero h abía querido c onoc e r al m0 zo d e qu i en tant o hablaban Estas si r vientas c r iadas en la s casas de uno se tom an u n a con f i anz a a tr oz ! p rot es tó m i sia Presentación ruborizada y se levantó a da r un r eto a l a n egra y se asomó a l a puert a de c alle a ve r si venían su s h j as Volv i ó rez onga nd o por su d emo ra "
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—A unque n os ot ros hem os venid o
a
m en os ,
so
mos de muy buena cas ta —j O h se conoce ! r espo ndio Mario —E l e s G aray y y o soy l roiic o so M ed i a pr ovin c ia desc ende de l o mej or y m ás tra d i c io n al n ues t ros a b ue l os U s t ed h a b rá o rd o h a b l a r d e don d uan e G aray ¿ no es ver d ad ? j — S i m an i a i nterrump i ó P u l ga rc i o f astidia do ; y — de don Pedro de Mendo z a B u rgueñ o es muy i nstrui d o en h i s t or i a —N o h ay es t udi o más p rov ech oso manifestó d on Pedro Pero en nues t ro p a i s no se ense ñ a bien l a h i st o ri a E n E sta d os U ni d os es ot ra c o sa Yo no he e stado allí pero me han dicho que en las un vers i dades norteam er i canas .
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— ¡Sí
! ¡cóm o
no ! ¡es claro ! ¡natu ral in ente ! exclamaba M ario Y d e p ron to c oin o l a d ama i n sist era en que ella era T roncoso y su m arid o Ga ia y le d ij o : ,
sí
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HU GO
¡ 66
wa s r '
— La nobleza de l a esti rpe senora se le conoce en el r ostro T iene el perf il mob il ia rio d e M aría A n ,
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t on ï et a
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—¡Ah M arí a Antonieta !
exclamó emoci ona d í s im a m isia P r esentación eoh a n d o s obre su mari do u n a m irada que era un llam ado d e auxilio — L a reina u e uil l ot in arcrn los s ocialistas en q g F ra ncia en ti em p o d e l a Com una L a esp osa del Rey L u is M i sia Presentación quedó enc antada d e los c ono cim ientos h i stóri cos d e su marido m ientras que B u rgu eñ o s e esf o rz aba en n o reí rse ,
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D on Pedro j uzgó conveni ente ex pl icar p or qué s abí a t anto c ua nd o e n su c as a n o s e !v eí a ti n l ibro j — Yo n o s o p a r tidario d e l os l ibros ; pero leo l os y diarios con la mayor atención ; y tengo muy buena retentiva .
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.
— Sí
resp on d ió B urg ueñ o S e hizo un silen cio Don Pedro se h am a c ab a en u n sillón ; P ulgarci t o estaba fastidi ad o po r l a tar d anza d e las muchachas y misia Presentación em b riaga d a todavía con el descubrimiento de l regio d erf il quiso m ostra r el resulta o d e su s r ecientes p lecturas Pero ha vi st o l a t raged ia oc ur rida en Có r d oba ? —N o señ ora — é NO h a V Í S Í O Ï’ ¡U n C rimen p olít ico e spantoso ! L o h an a sesinado a J ustin ian o P osse se
,
le
ve
;
.
,
.
,
,
.
,
.
.
1 68
H
UG O
wa s r '
ex clamó m isia P es entac ión desenten d iéndos e d el asunto y yendo de nuevo a l a puerta de calle Don Pedro s e engol f ó en ex pl c a c ion es sobre su situac i ón en B uen o s A i res h acia añ os que espe raba el cumplimiento de u n a promesa —L o m i s m o que M at i l de A lli está su diplo ma ¡p ara lo que le sirve ! M ario que deseaba ganar l a buena voluntad d e D on Ped ro l e p rometió hacerl o emp lear ? u é le gustarí a a usted señor G aray Q — U n pue s to l i v a n i t o con u n s uel d i t o regu ,
.
.
.
.
.
.
,
,
,
i
l ar
,
.
— M arran o gordo y P ul ga rc t o .
u q e
pese
dij o
.
— U n p uesto municip al ent onces ; por ej emplo inspecto r de cinematógra fos ; ¿ qué le parece se ñ o r G aray u n a Í H S PC C C l Ó n de C i n em atog ra f os ? D on P edro creyó desvan ecerse d e alegria ,
,
,
,
E s m i sueño d orado ! Yo v oy t odas l as tar d e s al cinematógra f o U no se ins t ruye m ucho a l l í C on oce l a s co s tumbres de otr o s p ue blos Yo p or ej emp lo sé c om o ro b an l os ladrones en N o rte A m e r i ca ; van de gorra ; llevan u n a l n tern t a el ectr i ca y un m az o de ¡Y y o no h e estado en Norte A mérica ! — B ueno pues c ue nte con ese puesto Y estas m u chachas sin venir ! rep itió m isia Presentac i ón encendiend o l a luz d el co m edor Sólo entonce s observó M ario la pobreza de l mo b l aj e a pesar del tr oz o d e al fombra puesto al p e
.
.
.
,
,
.
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a
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.
,
.
Los
OJ O S
m
¡ 69
on os
de Viena Y se al egró d e ello s up o nien d o que esa penuria faci litaría sus p la ne s No le imp ortaba gran c osa n o ha ber V i sto a M a tilde H a l l a ri a p retexto p ara volver y alg una men tir a pa ra sal i r airos o d e l a prom esa hecha a d on Ped ro M edi a hora después que se marchó lle gó Lau ra y a l os poc os mi nu t os M atil d e l a s d o s q u isieron po r b i n h a b er s e c on ven i d o distintas razones estar ausente s durante l a visi ta Laura pasó to d o e l t i empo en su escue la de l a b o i es a d e l a n t an d o u n b o r d a d o ; y M at i ld e se I C I U i l enc i osa y f re sc a d on l c en g l es a cer a a ó i i n S a a g d e sol o l l eg a b a el arr ul l o de l as pal om a s de la t orre Cuando cerraron l a iglesia se f ué a vagar po r l a ca l l es de b e lg rano entr i stecida pero re suel t a a n o a i ej a rs e d e i a mor d e s u nov i o q ue h a b i a de sa l var l a d e l a ten t acion N o le h z o b i en aquel p as eo por entre q uintas y palacetes s en o ri a l es E lla am aba el t um ulto de l a gran c iudad E ra su hij a adoptiva T odo lo que al l í veía in cend iab a su s angre c on amb i c iones de luj o y de fi es t a s Y tendría antes de un mes que dej arl o todo para ir con su m arido a sepu ltar su j uventud y su belleza en un pueblito do rmi do en l a o ri l l a de un riacho d el
sof ac it o
.
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E lla misma acababa de quem ar sus naves fij ando f ec ha E l d í a anterior se lo c omunicó a Vela rde ,
la
.
,
HUG O
1 70
wa s r '
el secretario para que con tiempo se buscara otra empleada P ensó que la sucedería en su p uesto aquel la Liana Fraser que un a vez encontró allí v l e t uvo ü i a n d o v olvió a su c asa m isia Presentaci ó n l a repren d ió por l a demora como lo hi ciera con L aura —Y a se f ué B u rgueñ o ; nos h a h eoh o u n a l a r ga visit a ; es un moz o m uy fino — ¡ No venía por mí ! contestó ex c u s án d ose ; pero al ent rar en su cua rt o se en c on tró con L au ra q u e en voz b aj a c om o res ent id a l e dij o : ,
.
,
,
,
,
.
'
.
,
v
,
,
,
J u rarí as que h a v e n ido po r m i ? M a tilde se enc ogió d e h omb ros y no h abló d u rante toda la comida ni siqu ie ra con Lin k Pasaron varios días S e ap roximaba e l plazo del casam i ento L a escuelita d e L a ura s e h abia cerra d o c on lo cual l a j oven pod í a em p lear algunas h o ras a l d ía en p rep arar a las ch ic uel a s d el barrio para la primera comunión de la Navidad P r on t o empezarían tamb ié n l a s v a ca cion es de M atild e pero a ntes se despedirí a d e su c olegio para no volver Por qué no te lo t raes a B u rg ueñ o el domin go ? insinuó a Pulgarcit o m isia Pres entac ión cuyas s i mp atías se ganara el m oz o c o n s u des en brim ient o d el pe r f i l Don Ped ro también lo echaba de menos ansioso por tener noticias d e la in spec c ión de c inematógra f os L o invitas a al mo rzar .
,
.
,
.
r
.
,
.
.
,
.
,
.
,
.
,
H UGO
¡ 72
— E stas
wa s r '
se rvi r si le caen en gracia a l in v it a d o y quiere repe rt irl a s t od os los d om i ngos H ay m o r o s en l a costa n iñ a ? —Guárd am e el s ec ret o n egra ¡ Q ué había d e guardarl o ! E n cuanto L aura una h ora después se p us o a tender al sol unas p renda s de rop a rec é n lavadas S at u rn n a s e le acercó h a v an a
,
,
,
,
,
.
,
,
.
c ié nd ol e
l
,
m o ri s qu et a s
.
Vaya con tu l en gü ita de trapo ! ¿ Ya no sabés contarme lo que pasa Laurita ? —¿ Q ué pasa negra ? — ¡ H a c ete l a encandil ada ! qué oj os estás ab rien ¡ d o ! ¿ N o ten emos invitados el d oming o ? Q ué sé y o l a gente que invitan otros ! ex clamó Lau ra sospechando de qu ién se trataba N o sabes que v ene el m o u t o de l a vez pa sada ? — ¡Q ue venga ! ¡no es asunto m í o ! ,
,
.
.
¡H
a
de
venir p or mi !
— De ver a s negra yo no sé por quién v iene ; contestó con m ás suavidad la mu chach a dej ando l a r opa y m irando a S aturnina S i y o he cam b i a do diez palabras con él se rá mu cho L a negra m eneó l a cabez a y se p uso a ay udarla H a d e veni r por i n i ! rep i t i ó S a turn m a t e sentida de aquellos t apuj os L aura subió hasta el c ua rtí to de L in k a arre g l a rl o y se halló con M ati lde que desde hacía algún ti emp o realizaba con m ás pt mtua l id ad l a tarea ,
.
,
r
,
.
.
,
.
.
,
.
,
,
.
,
L os OJ OG VEN DADOI
Se m i rar on las dos b l ó de sde el um b r l :
,
17 3
so rp rend id as ; y La ura h á
.
Q uieres darme el fl or ero ? S u f rase no t enía ningu na esc ondida intención pero Matilde se reco stó contra l a mesa y c ruzan d o l a s manos dij o c al m os a m ente : Por qué no qu ieres q ue lo llene y o ? Ah l o v a s a llenar ? T e llama l a atención ? ¿ se rá acaso l a p rime r a ,
“
,
,
,
v ez
?
— Ya
ya s é ; respondio Lau ra co n in d i f e rencia queriendo aplacar l a repentina i r ritación de su h ermana ni es l a p rim era v e z n i será l a última m e sé ,
,
.
,
,
Matild e no habri a tenid o cel o s d e otra m uj er ; pe ro la ex a spe rab a que L au ra se i nteresase po r su novio T od o s e l e antoj aba un m udo rep roche d e su conducta y una alu sión a sus grave s se e retos Resp ondió c on ac ritud .
.
Quieres que tú en adelante l a fl ores a Carlos ?
la
s ea
q ue
ú ltim a v ez ? ¿ qu iere s se r tenga el derech o de t ra erle
De t ra er le f l ores ? rep itió La u ra p render ,
,
sin
com
.
Quieres que te lo dej e ? ¡ H a s de habe r creí do q u e no h e notado l o much o que te gu sta ! Fué un golpe ce rtero q u e hirió a Laura en su escondido sentimiento ,
.
I
H UG O
74
S e p uso
colorada y ,
wa s r
no
atinó a contestar
ti
na
pal abra Baj ó la escalera y c om o s e h all a rá con su m a d re q u e l a m i raba mal ic io s amente sintió deseos de d e s qu ita rse y le pregu ntó : E s c ierto q ue el d omingo vendrá M ario B ur .
,
,
,
? ñ u e o g
Q uién te l o h a dicho ? S aturnina ! — l Negra c analla ! ¡estóm ago resf riado ! c i f e ró m isi a P reSerit ac ión m i rando a l a donde la negra corrió a meterse Q ué t iene d e malo e so m a má ? ¿ L e verti do a M at ilde que él viene ? ,
vo
c ooï lna ,
.
,
h as
ad
Po r
qué a M a t il d e ? d i j o m is i a P resent a c ión sorprendida del tono en q ue la interrogaban — Po rque a ell a l e interesa l a v isita M ás q u e a tí ? — ¡ I nf in it amente m ás ! ¡E s raro u q e no l o h á yas adivinad o ! .
.
D esd e arriba M ati l d e al can z ó a oí r su nombre y s e quedó temblando al notar q u e Lau ra se reía con u n a risa f orzada y mal igna extraña en ella como si sus pal abras l a hubieran sacad o d e qu i
.
,
,
,
,
.
c io
.
M isia Presentac ión perman eció c onf und id a un m om ento y luego f ué a consulta r el cas o c o n d on P ed ro Pedro ! ,
.
1 76
H
UGO
wa s r '
Don Pedro apu ntó el d at o y se d i spuso a pro segui r su ca rt a — ¡N O no ! d ej a es o E scúchame ; est o es más im p o rtant e ¿ A q u e n o h a s c aíd o en qU e M ario Bu rgueno puede no veni r po r Lau ra sino por M a .
.
,
.
tü d e ?
Don
Ped ro s e subió los anteo j os hasta l a i ren y m iró a su m uj er m ordi scand o l a punta de l a
te ,
‘
,
l apicera
.
—N:o
h ubi era ocu rrid o l o ¿ Pero e s o t e afl ige m ucho muj er ? M isia P resen t a ción me n eó l a c abez a — N o e s que m e a f lij a ; pero e s bueno saberlo p ara no hacer u n a plancha L o h e con vidad o para T endremo s empanadas el dom in g o E m panad as ! rep i t ió d on P edr o c on d e leite Volvió a baj arse los anteoj os y d ij o como fi nal de l a consulta — Y o no h e d e con t rariar l os gustos d e m i s h i j as Ese m oz o es un a perla Q ue venga po r u n a o q ue venga por la otra ellas tienen la palabra En Norte Améri ca las costumbres son así ; a lo menos eso cuentan l os q ue han viaj ad o Y p rosiguió su ca rta al sastre : “ De l a cin tu ra para abaj o e stoy tal c ual ; pero l a ba rr iga se m e h a desinflad o cosa d e un j eme me
se
,
,
.
.
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,
.
.
.
.
,
.
.
V anid ad
De
antiguo esplendo r financ ie ro quedábanl e a Fraser algunas deudas que ib a empu j and o com o S is if o su p i edra d e tr imestre en tr im estre a t ra vés d e los bancos a i n o rt iz a nd o un p iquillo o ta l á n d c n o ayud a de algún camarada p ara volver a o p a cavar el m ismo hoyo eternamente renovado Po d í a ha berse echado a muerto dej ando que lo ej ecutaran p uesto que su pobrez a lo hac ía inv u l ne ra b l e ; mas h a l agáb a l e conserva r aquel resto de grandez a su
,
,
,
,
,
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,
,
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,
,
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.
—! “
tiene deudas n o. es un c ualqu iera Dime lo que debes y te diré qui én e r es No te com sideran po r lo q ue p osees sino por lo que debes M ás inter esa nte qu e la salud del qu e ti en e un m i l l ón es para un banco l a salud del que le debe ” m edio millón l q ue
.
,
.
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,
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,
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H abría perdido el dere cho a u sar d e estos a f o rismo s si hubiera de j ado d e c ultivar aquella l e t ra q u e u n d ia peloteada de ge rente a ge rente fué a caer en una suc ursal de Belgrano ,
,
,
,
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H UGO WAS I
178
'‘
incendio q ue arrasó medi a manzana redu j o a pavesas el banco sus libros y sus caj as ante l a e x pe ct a ti va de sus d eu d o r es que es pe raban sac ar d el fuego su s nomb res limpios como l a piel de Naam a n d e spu és de bañ a rse en el rí o de I sra el F raser renunció a su s af o rismos y deseó q u e s u letra f uera m ás c ombustible q u e el f en i x y no re n acie ra d e su s cenizas Un
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,
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Po r esos días a liv iáron se su s preocupaciones al saber qu e m ons ieur S eg uin y su muj er ha b ían pa r t id o para N orte Am érica E xperim entó l a alegria d e haber rescatado a L iana y volvió a interesarse por los asuntos de M ario y de aque lla mu ch acha a qu ien a men u do veía en el coleg io ,
.
,
,
.
Am aneció el domingo con dese os d e ir a B el gra no donde t odavía h ume a ban los esc o mb ros del ban co y donde quizá s podría averiguar l a sue r te d efinitiva d e su letra y d e sc ubri r l a s int enci one s d e su antigu o pup ilo ,
,
,
.
r ep res ent antes de l a j ustic ia h á b il it a nd o Il i o ra s p a ra s at is facer l a ansiedad p ubli ca desenterraron l a gran caj a del banco y proce d ieron a su ape rt ura Esa m añ ana
,
,
,
,
,
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Fraser en p rimera fil a ent re l os te s ti gos veí a aparecer los d ocument os a chic harrad o s en faj os m en sua les N o bien l es d a ba aire c ad a m onton c it o se pul v eriz aba en cenizas entre l os aplausos d e los concurrentes S ól o un a c a rt era d e c uero c on todo un t rimes ,
,
,
,
‘
.
,
,
H UGO WAS T
¡ 80
—Pues conm igo no
— M e al egro ; re spon d ió Fr aser sin convie me g ustan l os h om b res q ue s in h ui r de ción las Oc asiones s e mantie nen en los buenos propó sit os Pe ro f ranc am ente no sospech aba tanta firme z a d e voluntad en un buen m oz o c om o tú M ario se d i ó v uelta en l a ca ma refen iend o una grosería a d u r as penas Fras er no q u is o a d ve rt ir su ade mán d esc om e dido y p rosiguió ,
,
,
.
,
.
,
.
e
.
,
—L iana m e encargó que Para
cu
invitara a almorzar p regu ntó c on alarm a el
ándo ?
te
.
j oven — Para h oy ¿ tienes algún c om p romiso ? M a r io ta rt a m udeó una exc usa y es ¿ S i o no ? —No es p rop i amente un c om p rom iso —P ero se l e p arece ¿ Va s a alm orz ar c on el l a ? —COin ell a no c on ell os replic ó M ario inc or poránd os e ¿ P ara q ué tanto disimul o ? ¿ q ui én po d ia tom arle c uentas de sus a c c iones ? —No ¿ Q uiénes son ellos ? —P ulga rcito s u papá s u m amá s us he rmani tas y el n ovi o d e u na d e ellas T oda l a f am ili a ! Po r lo vi sto entras en su c asa c on t odos los c oram popu l o ¿ C omo novio ? ¿ de cuál ? — ¡ N o no ! Como ama nte ? ¿ de cuál ? .
.
.
,
'
.
.
,
,
«
.
,
,
,
.
,
.
,
L OS OJ OS
m
m
18 !
s
F raser h izo l a s dos p reguntas en el m ism o tono indi f erente ap agad o y no ob stante Mari o pe rc i b ió un zumb id o d e ma l icia en l a v oz — N i como amante ni c omo nov io com o a mi go d e l a casa — ¿ Algo ? ¿ de los viej os ? ¿ de Pulga r cito ? ¿ d e l a s mu c h ad h as ? ¡cóm o te dive rti rás ! Ma rio c omenzó a vesti rse lam entand o interio r mente haber hablado d e más Al cabo de un r ato de silencio se ace rcó a Frase r q ue pareci a ¡tb s a r to en l a pers ecución d e u n a m o sca pesada y le d ij o poniéndole l a m ano sobre l ho mbro : — Piense bien y ace rtará Y o soy un hombre d e hono r hizo Fr aser co n un gn l ñ id o sin S i eh ? abandonar su mo sc a L a ca ra de Ma rio se in f lamó d e in d ignación l
‘
,
.
,
.
.
,
,
.
,
,
,
e
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.
,
,
.
.
U n hom bre d e hon or ! rep itió con f uerza — P ero hij o mío el ho n or es un p rej uic io como las ideas m orales o l a s ideas religio sas ¿ Dónde h as visto el honor en l a hi st o ria natu ral ? No te ha fa ltado v alor para decla rar que no c rees en Dios ni en l a m oral f undada en su idea ¿ por qué te f alta para declarar qu e n o cree s en el honor ? ¡Animo ! y d i c on lealtad y f rescu ra : s oy at eo soy amoral y s oy un bribón F rase r h abi a aband onad o l a m osc a pero dij o esto c on olí mpic a ïrial d ad c omo si n o at ribuyera a su s palab ras ningu na trascend enci a .
Í
,
.
.
,
.
,
,
.
18 2
H
U GO WA S T
sin lograr d isim u lar su f astidi o S e en volv ió en una t oalla tu rc a y to d e b añ o .
se
¡
f ué al cuar
.
C u ando d es ap areció d e
p r esencia ,
cambió la expre s ión displicente d e F raser ; su r o stro se en s om b rec ió y p asó u n c ua r to d e hora c on l os oj os entrec errad o s mi rando un rincón d e la pie z a sin v er ot r a c osa q ue l a imagen d e aquella j ovencita a q u ien su indiscr et a a d m i ración habí a lanzad o a u na d epl o r able aventura ‘
su
,
,
,
,
.
M ario se f ué al com ed or eligió uno s c iga rr os y s e m ar chó S in esperar
a
,
,
,
.
P a so a p aso d o s ho ras de spués baj o l a arc a i a d e d goz and d a umb rosa d e su c alle d e t ir as l o p radiante y p erf uma d o se dirigió M ario a casa d e '
,
,
,
,
don P edro d e G a r ay Po r s er d omingo era mayor el sile ncio d e l a c iu d ad y se d if u ndí a alegrem ente el r ep icar d e las campanas d e aquella iglesia donde ya dos veces h albia hallado él a M a tilde o r b Deb í a c elebrarse u na f u nc ión r o salian u e p q canadas d e incienso por la góti ca pue rta M ari o se detuvo en l a e squina ; tenía que e spe si d ebi a llega r a l a ho r a ra r all g unos m i nu tos an unciad a Des d e alli alcanzaba a d iv is a r l a puc rt ec ita d e l i erro d e l a ca sa d e los G aray com o un hueco .
,
,
'
.
,
.
'
,
.
.
'
¡
,
18
HU GO WAS T
4
peran ya Q ué lástima no poder queda rme Pero tengo un en fermo grave y m e acaban d e llamar C aramba ! ¡ lástima d e veras ! ex clamó M a rio es forzándose en disimular su regocij o — O tro d í a será Porque u sted vendrá con más f recuencia ¿ no e s cie r to ? ¡ Adiós ! Lin k s e alej ó corriendo y mi rando el reloj y Mario f ué a llam ar a la puerta de don Pedro d e G aray S alió a ab rirle la ch icuel a Vi r gini a q ue aún no la conocía : ? u é se le o f rece ni ñ o Q .
.
.
,
,
.
.
,
.
,
,
Desde e l f ondo d e 1a casa pudo verlo misia Presentación que gritó a la criatura : — ¡ Déj alo pasar ! ¡ avísale a Pedro ! S e oyó u n r uido de pue rtas q ue se golpeaban ; s e divisó la silueta de l a due ñ a d e casa q u e cruzó como una exhalación rest regán d ose las manos en un repa sa d or y apare ció primero qu e todos M atilde pálida con f u sa incapaz d e arti cular un saludo ,
,
,
,
,
,
,
.
Po r q ué s e asu sta así M atilde ? le dij o él con f idencia l mente dándole la mano con u n ade m an distinguido y cordial que lo h acía muy sim p a ti co Por qu é ha venido ? le contestó ella c on exp r esión de angu stia ; y él oyéndola se alegró en su s entrañas pue s la quej a era u n a con f esión de debilidad Ï l at il d e dominó su s imp r esiones y no bien a pa ,
,
,
.
,
,
.
,
m
L os oaos
m
o
o
¡
85
don Ped r o abani cándose con el diario l a faz sudo r osa l o s dej ó a los dos y se metió en su cua rt o F rente a un espej o se puso a al isa rs e el pe i nado Sin darse vuelta vió re f lej ados en el c ri s tal los oj os de Lau ra solícitos y tiernos como si adivinara que debía en es e instante deponer todo r esentimiento y aproximarse a su pobre h erm a na qu e corría un gran pe ligro B usc a bas algo M at ilde ? ¿ Q ué q uieres ? Pero M atilde no sintió gratitud po r el a fecto co n q u e Lau ra la habló Al cont r ario se l e antoj ó q u e l a pe r segu ía y l a a f ren tab a con sus sospe ch as y se volvió fu riosa a ella : Me está s espiando ? ¿ no puedo ni peinarme sin q u e te parez ca mal ? L aura se mordió l os l abi os rec ió
,
,
.
.
,
,
,
v
,
.
,
.
,
,
.
No hay cosa bien di cha cuando e s m a l reci bida repli có suavemente T ienes el don de l a opo rtunidad ! con testó con sarcasmo l a otra ,
,
.
.
qué ? ¿ Ac a so p u ed o ad i v inar q ue estás i rritada o nerviosa ? S i te h a molestado m i pre gunta no es culpa m ía De quién entonces ? T uya hij a tuya ! S i no te habla se te ex a spe ra ría mi silencio Esa es l a ve rdad ; ¡ex pl í c atel a c o mo puedas ! ¿ Po r
,
.
,
,
.
C on esto Lau r a salió sintiendo que su madre l a llamaba ,
.
186
Ni ñ as vengan ! Burgu eno la saludó amablemente no pa rec ien do observar l a reserva con q ue ella acogía sus palabras L e habí a n puesto u n a sil la ham a ca en l a gale ría sombreada por los rosales ; y don Pedro al zaba la voz cuanto podía para q u e él no advi r t iese las andanzas d e l a cocinera q u e a cada rato venía a comu ni car el estado de las empanadas —Ya pa r ec e que están ! ni ñ a anunció por f in ,
,
.
,
,
,
.
,
.
¡ G raci as
a Dios ! ex clamó l a due ñ a de ? l casa qu ieren que nos sentemos a mesa a ¿ E l comedor estaba f resco pues desde tempra no h abían cerrado su s puertas para guardar el ai re matinal ; y l a s em io s c u rid ad reinante di si m ul a ba l a ev id ente p ob rez a d el aparad or de p in o t ea con su s h ileras d e tazas d eso re j a d as los in f a l t ab l es cu adros rep re sentando el sempiterno asunto de l a liebre cabeza abaj o d e la f uente de s bordante de f rutas tropi cales de la sand ía par tid a en taj adas Don Pedro admiraba sus cuadros Encontrá ” “ balos m uy sencillos y aunque él no supiera a “ ” punto f ij o qué debía entende r por sencillez en ¡mante nía a r tí sti ca pens aba qu e e ra d e bu en gu s to most rarse a f icionado a ella H i cie ron senta r a M ario e n l a cabecera po n ie nd o a Lau r a a su de r echa y a M atilde a su izquie r da ,
,
,
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'
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¡ 88
H
UGO
wa s r '
Qué anda haciendo la h i j i ta ? l e pregun tó S atu rnina ¿ Por q u é se h a salido del come dor ? Se le va a resen tir el mozo y no v a a veni r más Lau ra s e encogi ó d e hombros Quién te ha di cho q u e él viene por m í ? ¡ni por ella ! agre gó para q ue la cu riosa muj er no hallase en su s palab ras una delación Viene por o u e e s ami g o d e papá v d e Pu l garcito — L a inocencia te valga hij a ¿ C onque viene ? por tu padre o por tu he rmano Llegó Vi rgini a con un a fuente : — M anda a deci r l a senora q ue le gu arde l a c o .
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m ida c a l ien tit a al ni ñ o Pulgarcito que un poco ,
ta r da r
va a
Lau ra volvió al comedor De la primera oj eada advirtió u n cambio de expresión en Matilde Esta ba má s r i suena y respond ía a media vo z a Bu r .
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guen o
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No le s parece que está muy obscuro ? di j o mi si a Presentación levantándose a ensanchar l a rendij a d e l a ventana M ario recibía d e Matilde u n plato y halló ma nera d e oprim irl e los dedos M atilde se puso colo r ada y como l a lu z die ra en su rost r o aumentó su con f u sión — ¡ Criatu ra estás punzó ! exclamó su mad r e — H as de tene r los pies fríos mani festó don L a ci rculación de l a sangre se hace mal Pedro cuando uno se alimenta Ah í h a venido un sabio ,
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L os
OJ O S
VEN DAD O S
¡ 89
francés a d a r unas con f erencias en la U ni versidad Yo no he id o a oírlo ; n o t engo tie mp o ; pena he vi s to que trata de l a ci r cu la ción de l a sangre y del a buso d el co r sé S int ió se el estrép ito de un aut omóv i l que se dete n ia a l a p uerta T odos prestaron oídos C a l ló el mo tor y luego re son a ron l a s voces alegres de B is to l f i y M ariana L o s d o s y tras e llos Pulgarcito c on ca ra de in oc ente en t ra ro n q uej ánd ose del calor T anto bueno por aquí se ñ o r conde ! ex c l a mó misia P resenta ción enca nt ad a de que lle gasen en tal opo r tunidad .
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A un qu e l a so rp rendí a un po c o l a visi t a pues sólo d e tard e en tarde los B is tolfi se de tenían a s u puerta para preguntar cómo segu ía don Pedro E l antiguo esgrimista resop l aba como una f oca — N o sé cómo se le h a ocu rrido a M arianita que h a de dar un paseo hasta el T igre en plena sies t a y con l a capota baj a — ! s claro con la capota baj a para p robar ,
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un medidor de velocidade s nuevo y ver cuánto co rr e el auto manej ado po r Pulgarcito mani f estó candorosamente M ariana — ¡ És tentar al cielo ! obse rvó M isia Presen tación S e les van a derreti r los sesos con este sol de j usticia ,
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? no es verdad dij o ¿ gestionado como u n cangrej o co ci do .
yo
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B is to l f i,
con Lo que es
H
19 0
UGO WA S T
— Buen o po rq ue tú eres p r op en so Pil a d es expl icó M ari ana — S í sí desgraci ad amente
a
,
la
l p egía
a po
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‘
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— Pero yo no soy sangu ínea como t ú — ! s verdad ,
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Po r qué no
te
quedas aqu í con estos buenos ,
Don Pí la d es l a mi ró sorp rendido ; se at u só e l ralo bigote se bebió un vaso de agua que le traj o l a negrita y dij o : Pero es f orzos o prob a r el m edi dor a la sies ta ? — S í p o rqu e a la si esta h ay m enos tráfi co E l pobre conde que no tenía los conocimientos d epo rt ivos de su ¡h e rm os a con s ort e no hal ló qué contestar ; y M ariana tomó su silencio como u n a ap robación y se dirigió a las mu chachas : —¿ U stedes nos van a acompa ñ ar no es cie r to ? S í sí ex clamó alegremente m isia Presenta ción ; no diga que no M ario — No se ñ ora no digo que no ; u sted manda y yo obedez co respondió M ario agradecido al tra v ieso ingenio de Pulgarcito y de l a B ist o l f i que habían hallado e l pretexto del nuevo medido r pa ra deshacerse del esgrim ista ,
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— ¡ Yo
no quiero c om pl ic a rm e l a vida ! mur m u ró éste r esentido ; ¡yo no voy ! Lau ra sacudía la cabeza — ¿ Y tú no vas ? preguntó P ulgarcito con un resplando r aleg r e en l a mi rada .
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19 2
t ós e
M ariana y
B u rgueñ o
—¡
en
wa s r
H U
GO
el
as e
'
i nt o
de
a
trás M a t ilde y ,
.
Q ue les vaya bien !
gritó m isia Presenta
ción E l auto arrancó entre l a gritería de unos p i l l u el o s y segundos después a toda máquina c o rrí a por la avenida camino del T igre envuelto en nubes de polvo Pulgarcito ib a absorto en l a maniobra y l a B i s to l f i se reía de su ce ñ o f runcido M ari o m iró a s u comp a ñ era p ál i da d e em o ción c as r a p unto de llorar y tomándole la mano f ría le dij o con in f inita dulzu ra : N o tenga miedo de mí ! .
«
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No tenía m iedo de él tenía miedo de Veí a cl ara m e n te c o m o e s cr i to e n l a p an tal l a de un biógra f o todo lo que podia ocurri r l a momen t a ne a i l u s ión e l a m or tri u nfan te el has t io el arrepentim iento la vida amarga para siemp re E l roce de l mundo l a ardiente vorágine de la calle donde exponía a diario su impresionante h erm o s u ra l e hab i a d a do u n a cru el exp er ien c ia S abía cómo empezaba l a tentación de se r am ada y d e te n er e n s u m ano el coraz ón y l a for tu na d e u n hom b re ; y s ab í a ta m b ié n ha ci a dón de caía e s a pendiente ¡Ay ! pero tenía m iedo de olvidarse de ello ; te y n ia m iedo de cree r en las palabras de M ario tenia miedo de que e l amor vendara sus oj os —¡Volv a mo s a cas a ! excl amó d e repente ,
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OJ O S V EN DADO S
L oa
19 3
M ario ad iv inó s u s s en tim i en to s L e sol tó l a m ano y emp ez ó a h ab l arl e d e a s un to s l i gero s q u e l a h i ci eron reí r y l a tran q u i l i z aron —i H ace cal or ! ob servó l a B is to l fi v o l v ié n dose a ellos ¿ no l es parece que debemos alzar l a capo ta ? ¡p ero por D io s n o s e l o cu en ten a P i l a des ! — S i y o hub i era so spe ch ado q u e u s ted ac aba habría insistido e n que vi rí a por pedir sombra niera el señor conde ; di j o Pulga r cito muy se apeándose para realiza r lo s de seos de ria m ente M ariana ¡ U n paseo tan precioso el que ha perdido ! M ari an a e s tal l ó en carcaj ad a s — ¡ El pob re ! ¡ al l á s e e s tará ab an ic and o con el diari o d e don Pedro a l a sombra del parral ! Aquella alusión a las costumbres de su casa h irió a M ati l de P or d e s q u it a rs e d e e so s a l fil e ra zos por mostrar a otras muj eres el prestigio de su hermosura habría querido que l a a mase un h omb re r ic o y d e l a b u ena soc iedad .
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C uando min ut o s de spués reanuda b a l a ca rre ra s e volvió la B isto l f i a hace r les una recom en dación y sorprendió el embeleso de M ario ante Matilde ; ésta se ruborizó intensamente pero ex pe rim e n t ó u n h al ag o s u t il í s im o e n s u van idad “ M ej o r e s l a t ri stez a ¡ Va nid a d d e van id a des ! q ue la ri sa porque c o n l a tristeza se enmienda el ” coraz ón ,
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HUGO WAS T
10 4 l
a
más sabio d e los hombres de cla r ó esta amarga sentencia qu e la pobre mu chacha apren deria en el dolor El
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T arde ya r egresó f atigada de l a aventu ra sin atreverse a a fronta r los oj os entri stecidos de su novio S e acostó en seguida y volvió la ca r a hacia la p ared p ara qu e n o l a interr ogasen y se d urm ió Y como no rezó su s oraciones a la media no c h e se despertó acongoj ada con m iedo d e hun d irse en l a s pro f undidades d e l sue ñ o sin q u e la a com pa ñ a ra s u án gel Y mientras dormían los ot r os ella se p uso a rezar sentada e n l a cama con las manos j untas sobre el pecho Y a ten í a e l coraz ón l l en o d e h i e l y d e am or y su s labios no acertaban con las palabras del rezo En la sombra se dise ñ aba la línea blanca y sua v í s im a de su e spalda v su s cabellos d e oro pa re c í a n arde r baj o u n rayo de luna q u e ent r aba d el patio M i sia P r esentación en med io de su ingenuidad h ab í a ten ido u n tardí o golp e d e l u z y q u edó in tra nq u il a an te el m u ti s m o d e s u h ij a No pu d ie n d o con c il iar el s u eñ o s e l evan tó d e p u n t il la s y se llegó hasta el cuarto de las mu chachas y se ap roxi m ó s in ru ido a l l echo d e M a t ild e ,
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X I El
ref ugi o
ví spe ra de Nav idad b al ló se M at ilde c on Noemí en e l andén de la estación En todos l os puesto s de f lores se vendían r amos de j azmines y u n a o l a de f ragancia envolvía la ciudad gri taba la m u ch ach i ¡A diez los ramos ! ta o freciendo su s f lores Al ver a M atilde se c a l l ó l a sal u dó con seried ad y l a d ej ó p a sar s in h a La
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b l a rl a
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M ati lde se volvió ext ra ñ ada — Ya hace días que no me das f lore s Noem í — No eran mías l as que le daba contestó la ch ic u ela desviando la m i rada Entonce s ya nadie te da f lore s para mí ? —Yo no qu iero re c ib irl a s Por qué ? — Porque no está bien Ah ! exclamó sonriendo l a j oven ¿ vas a hacer la primera comunión mañana ? .
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H UG O
19 8
wa er '
—¿Y
estás arrepentida de haberme entregado algunas violetas de parte de un mozo ? — Si re sp ond ió l a n i ñ a — E so no es pecado — S i s i es ; p o rque ust ed t iene ot ro M at ilde se e ch ó a reí r E n el f ondo s u ris a era triste A cu s áb a se de haber turbado el alma d e Noemí aceptando su medi ación en su cu lpable amorío S e agachó y la besó en l a f rente — Ahora te peinas mej or ; es señal de ue eres q b u ena ¡ D io s t e b endig a Noem í ! S e alej ó y tomó e l tren En l a iglesia de S an Francisco donde ningún pa d re l a conocía se con f es ó para acompañar a l a m a ñ ana sigu iente a Vi rgini a y a N oem í que con otros ch i c u el o s de l ca te ci s m o ha rí an l a pr i m era com u .
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n ió n
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En todas las panaderías se horneaba e l clási co pan de N avidad S e n tí a se en las calles su perf u me tibio y grato ; y a d v ert í a se en las gentes u na es pon tánea y saludable alegría E l nacim iento de C ri sto redimía las almas aun las alej adas de él po r u n d í a siquiera de l a mortal tri stez a de l mundo Es a n o ch e l lo v ió l l u vi a l i g era qu e l avó l a s hoj a s d e l ro s al y refre s có el j ardí n Cuando el alba f iel acudió a l a ventana de M a tilde como a u na cita ella la aguardaba ya con el cora z ón al iviado po r los buenos propósitos .
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HUG O W A S T
2 00
S a turn i n a
n o sa có e s a m a ñ ana s u b ra s ero p ara ceb ars e m a te s e n l a v ere d it a d e l a co ci na porq ue también ella quería a com pan a r a su sobrina S alió ésta al senti r voces medio dormida aún pero res l n a n ec i t e de i lusión por vesti r el t raj e de tul d e p blanco y ponerse la corona de rositas que Lau ra l e con feccionara La vi stieron en medio del patio las dos mu cha ch as mientras S atu rnina con sonrisa m aternal asistía a la trans formación d e la criatura At avi ad a con l a i nm acu l ada ve s t id u ra p are cí a u n a mosca en l a le che J e s ú s criat ura q u e es tá s n egra excl am ó d e s c on sol ad a M a ti l d e Vi rginia pareció entristecerse y S aturnina estiró l a j eta con de sdén y cantu r reó v olv iend o l a es palda : ,
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— S an Benito e s negro Negro en su color ; Pero en su s acciones M ás b la nco q u e el s o l
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C on ésto se rió la chi ca M i si a Presentación también iría con ellas Sola mente los hombres de la casa don Pedro y Pul ri t u s fuerte s a s i s tían con b e í q u e eran a r i t S c o e p g n ev o l e n te ironía a los preparativos d e l a prime ra comu nión De Link nada sabían ; pero cuando lo vieron sali r m uy temp rano sin desayunarse imagin a ron .
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L OS
iría
O J O S V END A DO S
20 !
iglesia a p rep ararse pa ra aootn pa ñ a r a su novia con sencillez y amor en el s a grado banquete Noem í s i q u e e s tab a l i nd a con s u ve s t ido bl a n co obra también d e las manos diligente s de L a u ra Esta l a había a doptado y cada tarde separáb a se d e el l a con angu s t i a pen sa ndo cóm o se l a de vol vería a la mañana siguiente e l só rdido conventi llo e n que vivía con u n a t í a viej a T enía lo s oj os azu les c on las pupi las muy negras y tan encend ido e l color que siempre parecía que llegaba corriendo Por debaj o d el tul se escapaban mechones de su c a hel l e ra indomable de un rubio obscuro que con l o s años en n egrec erí a M atilde le había comprado un librito de mi sa y aunque no sabía leer se entusiasmó con el ob se quio A Virginia le tocó u n rosarito de coral “ j No comprendéi s l a comunión ! No habéis pues visto morir a vuestro padre ni llegar a l altar a ” vuestra hij a ! que
se
a
la
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Estas palabras que Link había leído en algún libro de apología católica adqui rie ron u n a sob era n a expresión de ve rdad ante el conmovedo r espec ,
t ác u l o
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E n l a i gl e s i a sonora l a s oracione s d e l o s n i ñ o s s e rem on tab an com o s i tu v i e sen al a s P o r las altas vidrieras entraba la luz en haces d e distintos colores y se recibía la ex t ran a i ne f a ble sensación de que el arco i ri s llenaba l a góti ca nave ,
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HUG O WA S T
202
No había más riquezas q u e aquellas doce colum nas de granito rosado y en el altar mayor la eter n a hermosura d e l a Purísima entre lirios d e bronce E l techo pintado de azul sembrado de grandes estrellas amari l las apare cía luminoso y lej ano U na p al om a qu e s e h abí a en trado p or al g ú n re s q u i cio de las vidrieras aleteaba en e l hueco d e u n a ven tana y d e s de afu era s e p roy e c tab a l a s om b ra d e otras palomas que an id ab a n en l a torre C uando los n iños se acercaron al comulgatorio sonó l a campana y l a iglesia se llenó de armonías p rofun da s co m o l a ca j a d e u n V i o l i n E n do s hi l era s en traron a l fi n o tro s n i ñ o s d e un c ol eg i o d e ca ridad l o s v a rones a un l ado! l as m uj e rc n a s a 1 otro can t ando ¡A l cielo ! ¡a l c re l o z D i eron una vue l ta y salieron l l evándose como u n a n u b e d e in c i e n s o e l grup o i no cen te d e l o s pr i m ero s co m u l g an te s y d ej a n d o e n lo s coraz o ne s con e l e co d e s u v o z l a fre s c ur a d e s u al e gri a ,
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“
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Don Pedro m irába l o todo arri nconado p róxim o a la puerta Pero no estaba como e l p ub l i cano de roc nn a s g o rpea n d o se e l pecho sino d e pie admi ” rando l o que el llamaba el genio del cri st i anismo pero compadecido a la vez d esde lo alto de su es cep ti ci s m o de l a eX i g u a m en ta l i d a d d e lo s fi el e s ,
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“
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N o ad vi rtió p or c ier to q u e u na d e su s h ij a s se quedó j unto a la bara nda de l comulgatorio quieta con la cara oculta en las manos como si durmiese ,
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H UG O WAS T
204
ató la servi lleta como un babero y se pu so a s orb e r s u cho col a te Apareció Pulgarcito c n mangas de cam isa vi stiéndose todavía y ent regó a Link un te le grama — No sé qu ién lo hubiera recibido d ij o si no m e hubiese quedado y O a cu idar la c a Ya ven q u e también es útil levantarse tarde a T odos m i raron a Link que s e h abía puesto pá lido exclamó dan ¡ M i padre está muy grave ! do el papel a M atilde S e fué a s u cu ar to y el l a l o s igu ió : — T engo q ue i rme esta noche ; no llegaré an te s d e pasado ma ñ ana — Llegará a tiempo y lo salvará S u padre es muy f uerte — E n su vid a h a estado en f ermo ; explicó él pe ro el destino d e los sanos e s caer del primer golpe — D io s n o qu errá El l a m iraba intensamente Sc
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s
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¿ Quiere que le con fíe m i secreto
— Si —H
q ue
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O
M ati lde ?
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O
tenido m iedo de pe r derla Po r qu é ? Para qué deci rle m ás ? Debe bas ta rl e saber nu nca la he sentido m ás mía que hoy e
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L OS
O J O S VE ND A DO S
20 5
L o d ij o con i ngen u a pas ión y l e tend ió lo s b razos y M atilde espontáneamente acudió a re f ugia rse en ellos como u n a paloma que se salva e n su nido ,
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H UG O
20 8
wa st
p u e s to q u e e l i deado p or él y trab aj ado h a s ta el último tornillo con sus manos sería más fuer te y de mayor p re ci sión Sólo había consentido en uti lizar el doble caño de u n a antigu a es cope ta inglesa porque en su talle r no era posible construirlo mej or ; pero todo el resto era su obra v motivo d e admi ración para los ve cinos del pueblo H abrí a estrenado y a su pesada espingarda c á zando patos o y a c a re s en la i sla cuyas m a rge ( l e no h ab er s o n es v erde s veí a d e s d e s u cam a b rev en id o aquella en fe rmedad q ue lo u ltraj ó com o u n a d e sh on ra d e fam il ia p orq u e era é l h om b re f uerte por excelenci a y lo obligó a llamar a su hij o para bende cirlo antes d e mori r Aho r a ya no pensaba en l a muerte ; pero h a biase vuelto má s dó ci l a las advertencias d e se h ij o premiando así l a dedi cación con q ue e i JO ven lo cuidara — No me he d e mori r decía ; tengo mu chas cosas que arreglar Además se me ha o en rrid o u n a nueva máquina sembrado r a de maní utilizable también para el maíz y los C ua ndo concluya el f usil me pond ré a dibuj arla Carlos pas áb a se ho r as ente ras j unto a su c a ma pero carecía de espí ri tu para entretene r lo Estab a hond amente p reocupado sin noti cias de Buenos Ai res donde tenia el corazón ca rtit as Dos cartas recibió al principio d os inexpresivas pero que lo llenaron de gozo im a ,
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Los
O J O S Visa DADOS
20 9
ginánd o s e
que en c ada una de s u palabra s s e escondía u n a intención amorosa De spués nada Ahora al re l eerl a s hallaba que l a segunda era m ás breve y menos espontánea Co n ninguno de su f amilia hablaba ( le su no s
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v ia
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Su
padre ha b rí a q u eri do c a s a rl c con al g u na muchacha del pueblo Hombre sin f antasía sólo gustaba de l a s realidades a que e s taban hechos sus oj os y su s hábitos U n a j oven po rteña tend ría l a cabeza llena de vanidades Menos m a l que de la e scogida podía esperarse q ue se a f ic ion a ra a las costumbre s del campo y a que su f ami li a era de S anta Rosa Con todo lo más seg uro habría sido no buscar t an lej os la compañera de su vida ,
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U na
tarde Carlos Link se adormeció en su si l ló n de mimbre mientras su padre ent re a l mo hadas aj ustaba con l a lima las llaves del f usil L a siesta había si do calurosa pe ro el techo de pa j a e ra f resco y a las habitaciones llegaba una b ri sa e n d u l z a d a en l a so m b ra del naranj al Don C arlos abandonó la lima con q ue mordía e l metal y al cesar su chi rrido su hij o abrió los oj os Vaya ! quise re spetarte el sueño y dej é de t rabaj ar y h a sido para peor Ya no t engo s ue ñ o ! excl a mó el j o ve n l e v a ntán d o s e ; e s demasiado t a rde para dormir la siesta V oy a i r hasta e l pueblo ,
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HUG O
2 10
“CA
ST “
”
Di staban del pueblo diez cuadrados curiosa me d i da l ongitu d i nal usada entre los colonos lo c ual si gn i fi cab a q u e p a ra i r al p u eb l o d eb i an re correr d o s chacras cuadradas que m iden por la do 4 00 metros Entró en ese momento doña C elina su madre m uj er suave y comp laciente que hablaba muy poco H izo u n a seña a su h ij o y j untos salieron — L as dos parvas de maní de l a chacra viej a e s tán ardiendo dij o doñ a Celina — No se lo diga a papá Q ué haremos ? Ya está avisado e l comisario ; di cen que h a sido un malintencionado por vengarse de tu padre En ese momento se oy ó a éste que gritaba : S iento O lor a humo ! A v er abran l a ventana ? A que m e han quemado las parvas ¿ C orrió su h ij o y lo halló f uera del lecho f orce d l con los pasadores e a ventana para m irar e a n d o j de s de al l í l a s p arva s en q u e ten ía p ue s ta s u i l u s ión ? o ven exclamó alzando los brazos N L a llanu ra s e extendía sin d ecl i ve ni a rruga h a s ta los con fines de l bosque D ivi dida en cuadrados p or cerco s d e al am bre e n cu yo s p os te s s e po s a b i n m ó vi l u n a v ig i l an te l e ch u z a s e p repara b a C10 ve ce s p or a ñ o e n e l o to ñ o y e n l a pri m avera p ara las sem en tera s d e m a ní o d e maíz que e ran los p rincipale s produ ctos de aquellas tierras C erca de las casas había un sandial y u n a v iñ ita y a la sombra d e los na r anj os multitud de colmenas Las dos parva s sepa r adas por u n t recho muy cor ,
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H UG O Wa s r
2 11
Po d rás deci rle a tu novia que somos pobres y deb erá s a le grart e d e qu e t e crea — No hable papá ! le hace mal ! ¡ ¡ S i t e cree y s e en tri s tece deb erá s al e grarte ; p orq u e n o e s l a m uj er q u e t e co nv ien e S u hij o le tapó d ul cem en te la boca para que no blas f emara d e l a que había encendido su c o razón con u n f uego más ardiente q u e el q ue con sum ia sus riquezas E l v iej o t ornó a d o rm i rse ; pero él s e d e sveló pen sando en s u novia H abía tenido la i lusión de verla dentro de pocos días pue s su padre mej oraba Ahora que volví a atrás no sabía cuándo podrí a parti r No ten í a án i m o pa ra e s crib irl e ; el da no l e contestaría ante s de mucho tiempo y l a que j a de é l no le devolvería su amor si lo había perdido N o se reb el ab a contra l a en fermedad cau sa d e aq ue l d ol or ; y e s tab a d i sp ue s to a q u edar se a l a cab e cera d e s u p adre tod o e l t ie mp o qu e D io s quisiera S abía q ue su bondad era su única f uerza pa ra luchar con su s rivales ? ¿ Pero quiénes eran éstos Apenas conocía l a gente con quien se encon t rab a M a til d e H a b í a l e oi do recordar co n el og io a Velarde e l secretario del colegio nacional ; y p en só en é l ; p e ro u na fra s e d e l a s eg u nd a c art a “ de la j oven le pu so en el r ast ro d e l a v e nd ad S e h a c e n grande s p roy ec to s pa ra e l carn aval I re ,
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L OS
O J O S V ENDAD O S
2 13
mos al baile de máscaras de C arapachay en O li M a ri o B a r gu eñ o tha com p rado u n a ut om ó VlOlS ” v il y nos llevará a todos Esa noti cia e ra u n a i lu sión de ella ; d e ot ro modo no la hubiera t rasmitido ; v contrastaba la alegría d e e se párra f o c on el tono i ndi f e rente de l a ca rta C arlos Link se pu so de pie hostigado po r la sospe c h a ; y empezó a pasea r se de naciente punta a punta en la gran pieza desmante lada que se llenaba de sombras danzadoras y f a ntás t i cas a lo s re f lej os del incend io Se asomaba a la ventana ent r eabie rta y mi raba al campo iluminado y con un ge sto de do lor volvía a pasear Así estuvo hasta el alba E l ai re de l gado y húmedo h izo toser a l eu fermo C erró l a ventana a f in d e q ue la luz az u l d e la au rora y l o s rumores de l a gente no lo des ,
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pe r
a sen
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De cu ando en cuando le ponía sobre l a f rente un trapo moj ado para de fende r el ce rebro d e la f iebre y cada d o s horas le hacía bebe r un a n ,
t ité
r
m ic o
.
Se vol v ió a se n tar s e en u n s il l ón y s e d u rm ió pro f u n damente El d í a ta r dó en llegar porque un espeso nublado del sudeste t raj o la lluvi a que envolvió l a tie rra como un cendal amarillo Varia s ve ce s en tró doñ a C eli na con p a so g a tu n o pero se contentó con echar u n a m i rada so b re l o s do s h om b re s qu e dorm í an y sal ió E n su sueñ o alguna al egría le hiz o sonreí r y ,
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H UG O
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wa s r
imp resión lo re cordó Soñó en e f ecto que en e l correo d e la vi lla había una carta para él una carta en un s o b rec ito per fumado S e levantó re f rescó l a frente d el en f ermo re novando el a pósito y salió a l a galería desde la cu al se divi sab a el río g red o s o hinchado po r la creciente y más oscu ro baj o e l cie l o gri s y l as i sl a s v erde s y e sfu m ada s d e trá s d e l a cor ti na d e la lluvia U na canaleta d e l atón recogía el agua d el te cho cubiert o d e chapas d e z inc y l a v ol c ab a po r un ca ñ o en cu atro t ina s c olocadas en l os ángul os d e l a casa E n las ¡tie rras in c on sistente s y perm eables de l a re ión n o e ra f ác il c onstru i r un alj ibe ni la obra r esultaba duradera ; por e s o guardaban d u rante algunos días el agua d e lluv ia m ás dulce qu e l a d e l os pozos Doñ a Celin a le traj o u n a taz a d e café negro — ¿ Va s a sal i r co n e s ta l l u via h ij o ? l e p re m n viéndol o n c h a r t se u ó o e p g la
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—
I ré hasta l a v illa ¿ no h ay un c a ballo En media hora estaré d e v uelta NO qu is o ex plic ar l a il usión q u e lo llevaba S u m adre apenas l e h a b laba d e su n ov ia c onocien d o los r epar os q ue le p oní a d on C arlos ; y el j oven n o sentía gusto en menci onarla delante d e per s o n a s q u e no l a querían ! aca rías u uo d e s us h erman o s m enore s m u rubio como u na m a c hach o d e d iez a d o ce añ os zo rc a (le maiz t raj o un til b u r y C a rlos subió ?‘
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HU G O
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wa s r
L as calles d e l a p oblación estaban desiert as y tod as las pue rtas c eri ad a s C a da casit a cad a ranch o tenia un j a rdin rus t ico y f rond oso y u n n a ran j a] N o s e veia un a l m a pero e n t odo s l o s tech o s a s cendí a un pen a ch ito d e hum o qu e l a ll uvia d es f l ec ab a y d es v a n ecia E n un almacén vieron gente V arios c ol o nos j ug aban a l os naipes ante u na me sita instalad a cerc a d e l a pue rta A firm ad o c ont ra el m arco de p ie sob re el u m b ral con el som b rero e n l o s oj o s el saco d esp ren d id o ceñ i d a l a cintura p or un t i ra d o r e n s u e e p ercibía l a cul ata d e un revólver q ensi mismad o v t o rv o m irando e s tab a un p aisano ll ove r E ra el com isario Carlos L ink l o s al udó y él gru ñ ó unos b ue y l e hiz o! s eñ al d e ac erc arse ! acarías n o s días ( n d erez ó el tilbury hasta roza r el c o rdón d e la ver eda S iguen ardi end o s us p a rvas amig o ? — Ya n o ; a s e h an apagad o o c ntestó Carl os y s i n i n teré s M ás vale así ! — S e han a pagado cuand o s e ac abar on de que .
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m ar
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b os col o nos
h abían dej ad o de j ugar p or oí r l a c onversac ión s ol taron un a carcaj ad a A l c om i sa rio l e p areció ins olente l a respuesta p ero se c alló N o ten í a muy cl a r as las id eas y u lengua n o e ra dóc il ,
q ue
,
'
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s
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L os
O J O S V E N D A DO S
2 17
V olvió l a esp alda c o n d e sd én se acerc ó al mos t r ad o r y se hiz o llenar de aní s l a cop a para ap r etar el c ognac que antes bebie ra Ca rlos p ros iguió su c amino y se baj ó en el correo y po r u na ventanilla p idió l a c orrespo n d encia que hubie r a para él L e temblab a l a v oz al hacer el p ed id o Dié ron l e diarios d e Buen os Ai res y algunos c á tál og o s y unas car ta s para su pad r e ; c on lo cual llenó el caj ón del t ilbu ry Pe ro su espe r anza lo había engañado ¿ Po r qué c reyó en un sueño c o mo un n i ñ o ? S ubió d e nuevo al til b ury y regresó a su ca sa sin v e r el cami no sin oí r l a cha rla de su he rma no ciego y so rd o p ara t od o lo q ue n o fuese l a imagen d e ella v l a v oz que d ij e ra su n ombre S u madre lo espe raba ansiosa : el en fe rm o d e ,
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,
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l irab a
.
— Déj el o d ormir mamá ; le contestó p ués d e ex ami narlo —Hi j o ¿ sa be s que habla de tu novia ? ,
él
des
.
.
,
d éj el o l
— T iene
p iensa
,
¿
es a
u e q
te
no
conviene ? Yo
No será c om o é l no
la
M am á ! excla mó el j oven c on gesto d e pl ica ¡ u sted no ¡no m e hable m al de ella la c on oce y yo sí ! ? a E s buena es trab j adora es hum ilde — ¡ S í sí s í ! '
,
,
,
,
S e habí an sent ado j unt o a l a mesa d el c me o
'
2I
H UG O W A S T
8
dor con t ig u o al cuarto d el en fe rm o ; y doñ a Ce lina sin de j a r d e oí r n i d e h ablar f rot aba con u n t rapo el hule f lore a d o q u e l es se rvía d e man ,
.
te l
,
,
.
Tvcld o
la
c asa d e s de el p i s o d e b a ld o s a s c o l o ra d a s h a sta l a v a j ill a ord in aria q u e relucía e n m os t rab a qu e la dueña y su s h i j a s el a p arador e ran hacend o sas en
.
.
.
.
En
las p a r edes blan q u e adas c a d a a ñ o e x h ib í a n i se al g u n as p i n tu ras : un t rin e o c o rri en d o e n la n e v e e scenas p e rse g u ido po r u n a m a n da d e l ob o s d e O tel o v Dre s id ié n d ol o t odo l a in f al t a ble a m encar g ada por 2 0 f ran os a p l ia c i ón f ot o e ráfic a P a rí s d el d ueñ o d e c a sa cion su b a rb a at u sa d a v sus s ever o s anteo j os i
.
.
a
,
.
.
,
c
.
,
,
‘
.
Carlos de sp l e g ó l o s pe riód ic o s s ob r e l a mesa y p are c ió ab s o rber se en su l ect ura Hab ría d e s ead o h abl a r d e M atilde c on a l gu ien q u e n o l o c on tradi j e s e v q u e n o l e p re g un ta ra ¿ t e c o n vend rá e s a n 1n a ? : con al g u i en q u e l o o v e s e con m ov irl o v contagiado p or el f ervo r con qu e él l a nombraría .
.
,
.
.
E ntró I sabel la m en o r d e sus hermanas q ue and aba en l os t rece a ñ os m ás espigada y a q u e todas las chicas d c su ed a d N o e ra b onita pero í f resca y natu ral c o n su poll e rita d e p ercal azul blanca l a trenz a bien ceñid a al r ed ed or s u b a ta d e l a cabe za y calzada con alpargatas q u e dej ó en l a gal erí a para n o em b arrar el p i s o d el com e ,
,
,
l
.
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,
.
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d or
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HU G O
2 20
— Hasta
u e q
papá
“A S T '
sane
no
p ienso m overme
no
,
aquí L a chica se puso seria — S i es tan bonit a tu no v ia ¿ no ten és m iedo d e q u e te l a quiten tardando en volver ? F orm uló su p regunta grav ement e im aginándose r e l o s n o v ia z uno los p roblemas d e é se e a e u d q gos Dej ó el sombrero en l a mesa y agu a rdó con in t eré s l a re spu e s t a de
.
.
l
,
.
‘
,
.
.
Carlos l e t omó las d os manos y l e dij o a p arente s everidad : — S i estuv ieses dc novia ¿ serí as tan veleta b el ?
con
,
I sa
,
L a chica se enc og ió d e homb ros — ¡ Qué sé i z ánd os e r m r O ! excl a ó u b o leve y .
'
men te
baj o la mi ra d a c a riñ osa d e su he r mano que a nsiaba oir e n sus l alb io s el n onfb re d e su n ovia Apareció G uillerm o ot ro d e sus hermanos en c abez a S e d esp rend i ó el barro d e las b otas ras c a n dolas e n el fil o d e ti na pal a clavada f rente a la pue rt a pena cu a n do f ué a ent rar oy óse la v oz d e ÏÏ l s a l a he r mana may o r q u e desde la cocina lo me naz aba : ,
,
.
,
,
.
,
,
.
,
,
,
,
a
S i ll eg a s a em b a rra nm e no v a s a p rob ar t o nt as f ri tas
el en
p iso d el com edor u na sema na
,
.
Con t o da p a c ie ncia G uille rmo rest regó d e n uev o sus botas y entró por fin ex hibiend o dos perdices on e h abía caz ad o a reb enc a z o s en l a chacra ,
,
.
Los
O JO S V EN D A DO S
—No q ueda un grano de ¿
Cóm o es tá pap á
22 t
m aní ;
t odo se
ha
que
?
Guillerm o era un moz o de veintitrés añ os algo menor que C arl os Rub io d e O j o s o sc ur os f ue rt e y el egante en su rust ic id ad prod ucí a l a i mpres ión de er m ás intel ig ente q ue su hermano el e st ud iante Carl o s expl icó el estado de su pad re L a m e j o r ía alc anz ad a e n es os dí a s se disipaba de un i m nz a oa el enf e rmo su luc h a lp e y S er a o e r ec o g l a rga pero tenia c onfi a nza en la naturale z a y en os c uid a dos que l e d ispensa rían V as a qu edar te ent o nc e s ? p reguntó G u i l l erm o sentándose E lsa ac ababa de t rae r u na cafetera hume a nte y un gran pan mient ras I sab el d ispo ní a l a s grandes tazas enl oz ad a s f rente a ca d a asie nto E l sa era una m u ch ac ha muy alta y m uy r ubia que vivía atada al cu id ad o de l a casa L a c oc ina el gallinero l as col m ena s l a l i mp i ez a de l a s h ab i tacione s y de l o s pa tios l a vigil an cia d el galpón d onde se guardaban l os ap eros de l a bra nz a l a c o mi da de l os pe rr os to do l e incu mbía a ella v ni reposaba ni dej aba n r eposo a n ad ie De s u s he nm a nos p refe r í a a G ui l lerm o po r que era f ue nte y diestro y su s b raz os p rod ucían p ara l a c asa ; y no veia c on bue nos oj os a C a r l os q ue gastaba m es a mes el val or de quince q uintales d e mani sin rend i r un grano Por cie rt o que aquella j oven elegante y bonita ,
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,
.
,
“
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’
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“
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H
2 22
UG O
VVA S Ï‘ '
él les descri b ía y p ob re c omo U n a l ech uz a no l e cayó en gr ac ia C o rtó ella m ism a el pa n y distribuyó el azúcar as en l a s ta z q u e I sabel ib a llenando — ¿ Va s a qu e d arte ? rep i t ió G u il l erm o C a rlos c omp r en d i ó l a int enc ión de la pregu n t a d e su he r mano T od os en l a casa p ensaban lo mi sm o qu e I sab el y l a s p alabras de Gu il l enm o v í e n uer an d ci r : E sa v ia t an b onita n o se o ¿ g dej ará con qu istar po r otro d urante t u ausencia ? C ontestó ev a s iv an i en te y se p uso a recorrer los d ia ri os mientras I sa b el l e cubría d e manteca las reban ad as d e su pa n T e gu sta a s í C arlos ? — S i m i hij ita
q ue
,
.
,
.
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,
,
,
,
.
,
Pero n o t e gustarí a m ás e st o q ue hago yo ?
q ue
“
ell a
”
hi c iera
Carlos tomó su av em en te d e l a man o a l a c hica y l a h i z o s e n tar j u n to a él y ap rove ch an do q u e i l a atenci ón d e l os d em ás s e d straía po r l a llegad a de su ma d re con u na f uent e d e t o rtas f ritas l e (1l en s ecreto : ,
,
No De spués
me sí
ha b l e s
de
e ll a d elan te ,
de
l o s o tro s
.
.
muc hach a mov ió l a c abez a a firm at iv am en te m uy s a t i sfe ch a d e q u e s u herm ano m ay or p re ferid o la t o mara po r c onfid ente su La ,
,
.
,
E n llos dí a s d e l l uvia eran t r adicionales las to rt a s f ritas q ue s e tom aban con m aite y se r a l a gente que no pu d ien v í a n p a ra e n t rete ne ,
"
,
X
III
H ipo c r esí a
Veinte dí a s m ás pasó Carl o s L ink e n casa d e su pad e v du rante ese t e m po sólo recibió u na c a rt it a d e Laura pidiéndole n ot icias del enfe rm o N i u n a palabra que expl icase el prolonga do silen c io d e su novia M ej or ! se dij o él c on desesperada re sig naci ón ¡L e serí a ta n fácil engaña rme ! Prefiero l a verdad i E l r obu sto organ smo d e d o n C arlos venció de nuevo a la muerte y su hij o pu d o p en sar en v ol ver s e — M ala s va caci on e s h a s ten ido Ca r l o s di j ole e l v iej o Pero m e ha s sal vad o l a vi da y vol verá s con tent o ; e s t a prá cti ca t e será ú til C uand o s e acerqu e e l d í a d e l a t e si s iré a '
r
,
_
,
°
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,
,
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,
Ni u n a p a l ab ra d e s u n o via D oñ a C el i na q u e v iví a e spi an do l a vol un tad d e s u m arido tam b ién dej ó d e m en ci on arl a C arl o s com pre nd ió q u e si M at i l d e l o h ab í a ol vi dado nad i e l o ay u daría a re c o n q u is t a rl a .
,
,
.
,
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2 26
I I U GO
WA S T
C u an do em pren d ió l a v u el ta h a b í a n s e cu m p l id o do s m e s e s de s de qu e s al ió d e B u eno s A i re s T ení a l a s en s ac ión d e q u e tod o l e s erí a n u e v o e l p a i saj e y l a s al m a s S e em b arc ó a l a m ed ia n o ch e e n e l v a po rc it o h ací a l a carrera h a s t a S an ta Fe tom and o u e q p a s aj ero s y carg a en todo s l o s ca serío s d e l a m argen No eran gen te s exp an s i va s s u s p ad re s n i s u s h erm an o s y l o de sp i d i eron co mo a u n a vi s i t a d e cu mpl i do S ól o s u h er m an i ta I sab el s e l e e ch ó al c u el l o y l o b e só con t ern u ra y l e dij o a l g u n a s p al ab ra s q u e é l n o en tendi ó y q u e e ll a no q u i s o rep e tir E l v a po rc it o l e vó a ncl a s co n á sp ero r u ido de cade na s S u s p al a s a z o taron el agu a ru id o s a m en y e mp ez ó a d es cender el n egro ria ch o b ra z o te d e l gran Paran á L o s pa saj ero s s e me tieron e n s u s cam a ro tes y Carlo s L in k s e q u ed ó solo s ob re e l p ue nt e d e pe ch o c on t ra l a b orda v i en do e sfum ars e l o s con tor no s d el p u eb l i to I g norab a s i vol verí a ; s ól o t en i a u n p en s am ie n to ganar d e n u e vo aqu e l c o raz ón q u e h uí a d e él E ran tiem po s d e a g it a c io n e s p ol í ti ca s y a pe s ar d e l a h ora al gu na s l u ce s b ril lab an en e l p ueb l o s eñ al an do l o s s i ti o s dond e s e re unía n “ a j u g ar y a b eb er h a s ta e l al ba l o s el em en to s ” el ec t oral e s D e vez e n cu and o e l a u gu s to s il e n c io d e l a ,
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HUG O
2 28
t reg án d o l o
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lo s
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p en s am ien to s
q ue
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a co s ab an ? S i e ra p orq u e M a l Po r q ué n o e e s crib í a n ¿ t il d e l o h abí a ol v i dado s e al e grab a d e aquel s i l e n c io : m ej or q u e n o l o en gañ as en S i n em b argo en el fon do d e s u s en trañ a s v i brab a u n m ez qu i no d e seo d e s er e nga ñ ado con p al ab ra s q u e l e p erm i tie sen al en tar u n a il u s ión E n v o z al ta h ab rí a afi rm ad o q u e p referí a c o n o c e r l a verd ad ; p ero den tro d e s í l ev a n t áb a s e u na h um il d e v o z co n tra e s e org u l l o : ¡ No no no ! T o do era p referib l e a l a amarga c e rt id u m b re d e h ab erl a p erd ido S e a rrin c o n ó a p roa e n u n s i ti o do nd e p odi a p a sar h ora s s i n q u e l o h ab l as e n adi e E l b arco n a ve gab a y a por el gran d io so Para n á ro z an do ca s i l a m arg en b arra n co sa .
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E l c iel o ap arecí a e s tri ad o d e n ub e s q u e s e ab rí an co m o u n a s ed a v iej a ; y l a s ag ua s eran u n a i nm e n sa ch ap a d e z in c l ab rad a a m a rt il l a z o s refu l gen te a l sol E l vera no h ab i a s id o l l u v io s o y e l rí o h i n ch a d o p or l a s aven id a s d e toda l a reg ión e ra tan an ch o q u e l a o tra ori l l a ap en as s e d i v i sab a d e trá s d e u n ce n dal b l an q uec in o U n vah o ard ien t e a l z áb a s e d e l a s co s ta s Al a n i d e l a b arranca l o s cam al o tes form ab an u e p ond ul an te vereda p or d ond e sal tab an l o s gal l i t o s d el ag ua t end ida s a l s ol l a s al i ta s roj a s ; y en l o al to r ein ab a l a sel va f ro nd o sa l a ure l e s o s ,
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L OS
O J OS V E NDADO S
2 29
p u l i do s tim b oe s i m pene trab l e s c u ru pie s frág il e s ceibo s com o b añ ado s e n sangre por s u extrañ a fl ora ción l l egan do h a s ta el borde m i s m o L a ti erra s e d e spre ndí a roí d a por l a c o rrie n te y l o s árb ole s qu ed ab an con l a s raíc e s a l aire s u spen dido s s ob re el río ha s ta q u e u n ven d a val lo s arran cab a del todo A l a ori l l a d e lo s z anj on e s qu e cortab an l a m et a c omo a fl uente s d el rí o c r ecían los sauces en q u e s e enredaban lo s m b u ru c u v ás de fru ta s am aril l as y a c uy a dul ce som b ra can ta ba n la s c igarras A ve ce s en l a s a b ra s de l bo s que v e í a s e e l ra n cho del pu e s t ero c u idador d e hac ien da s v a su p uert a u n c ab al l o e n s il la do q u e a g uarda a s u du eñ o con pac ie nci a e s pa n t án d o s e u n a n ub e de m o s qu i to s ; a vece s l a ra m ad a m i sera d e u n pe s cador cuy a canoa d u erm e en tre l o s cam al o te s m ien tra s s u du e ñ o ceb a al g un o s m a te s an te s de sal ir a recorrer s u s e s pin el e s e u ro s ,
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D e l fon do de l b o s q u e l l egab a el reg i o s i lb o d e u n b oy ero y l o s m a rt í n pes c a d o re s v l a s m a traca s a cal l ab an s u graz n id o ; y cu and o ce sab a aqu el l a not a d e oro sól o se o í a el z umb ar de l a bri s a en tre l a s paj as y el t re pid an te ru id o d e l vapor ,
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E l al m a de L in k s e l l enab a de aq u el l a her m o s ura qu e le infu ndi a u n extrañ o d e sal ien to parec ido a l a re s ign ación v a l a pa z ,
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H UGO W A S T
2 3o
V erdaderam en te l a d ich a d e s e r am ado h á b ri a s id o d em a s iado gran de p ara é l L a s ol a s de l in com p arab l e ri o s e l l evab an u n p o co d e s u coraz ón ha ci a el m a r d es con o ci do ¿ Cu án d o vo l verí a y qu ié n l o a com pa ñ arí a ? H abí a s oñ ado tan t o con s u v iaj e d e b oda s q u e l e p are cí a h ab erl o real iz ado y p ers eguí a en s u m em ori a l a s e m oci onan te s e s cen a s L l egado a S an ta Fe es a m i sm a t arde t o m ó el tren E ra n l a s n u eve d e l a m añ an a s i gu ien te cu an do s e ap eó d e u n coch e c o n s u val ij a e n l a m an o en l a e s q ui n a de l a c al l e M ig u e l e t es Q u erí a h acer a p i e m edi a c uad ra q u e fal tab a p ara l a ca s a d e d on P edro Cal m ari a s u s n er v io s y no l o s en tirían l l egar ¡ Pero q u é e sp era nz a ! ,
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'
Cu a nd o c l s e aprox im ab a d iv i só a don P e dro q u e vo l ví a d iari o en m an o arrian d o u na gal l in a con do ce pol l i to s ; y a t i em po q u e a m b o s s e re uní an e n l a p u ert a salí a m i s i a Pre s en ta ción con el m a te d e p l a ta a o frec erl e a s u m a rido ,
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a Carl o s ! excl am ó l a s e ñ ora ab ri e nd o l o s oj o s c om o a n t e u na apa ri ci ón — ¿ Cóm o e s tá L i nk ? d ij o d on Pedro e s ti rán d o l e u n a m an o s u ave y frí a ? m No verd ad e e sperab a n — ¿ S an ó y a s u pad re ? —S i s eñ ora ¡ Pe dro !
¡ Vél o
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H UG O WAS T
2 32
M e l o s up o ní a ! ¡ U n d í a d e vap or y u n dí a
t ren ! — M á s o m en o s — B uen o p u e s C arl i to s y o qu erí a expl i carl e l o h em o s d ado s u p iez a P ul g arc i to E l a u e e p q b re e s tá ca n s ado d e dormir e n catre e n el co m e dor y d e n o t ener u n rop ero a m an o — No i m p or ta re sp on d ió C arl o s s in co m p ren de r to daví a ; no s acom od arem o s l o s do s E xp eri m e n tab a u n a an s iedad m ez cl a d e t e r n u ra y d e gra t i t ud v ien do q u e l o a co gían y l e h ab l ab an con afe c to de
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— Sí
p ero y a verá Carl i to s Com o no s otro s hem o s cam b i ado d e p o s i ción y a P edro l o h a n n om b rado an te ay er in sp e cto r d e c in em atógraf os ¡ Pero j a no n e ce s i ta m o s al qu il ar e s e h ij o q u e p ál ido e s t á ! ¿ Q u iere u n a ta ci ta de t é ? ¿ A q u e no h a tom ado e l d e s ay u no ? ¡ V i rg in ia V irg in ia ! T rae el b ra s ero Vo y a e charl e u no s m a te s — No señ ora m u ch a s gra cia s Ya h e tom ado e n el tren — Al go fr i o s eg uram en te — No s eñ ora al go ca l ie n te — U n o s m a t e c it o s n o l e h arán m al S al ió m i s ia Pre sen t ac ión a b u s car l o s en sere s p ara ceb ar m a te y en tró L au ra acercándo se a L ink con u n a son ri s a fra tern al y tri s te O h L au ra ! ¿ q ué h a p a sad o a quí ? ¿ Ya n o m e re c ib en ? ,
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Los
O J OS VE N DA DO S
23 3
E ll a l e d ió l a m ano qu e el j o ven e s tre chó ard ien tem en t e rep i tiendo s u p re gun ta q u e e ra un a quej a L a m u chach a n o con te s tó porq ue vol v ió s u m adre con el m ate y l a pava seg u ida d e l a ch i n i ta co n el b ra s ero crep itan te —E xpl í cal e L au ri ta q ue h em o s c am b iado d e po s i ción — Si ; ha dij o L a ura con ge s to ape nad o ce do s día s h em o s cam b i ado de p o s ic ión ; lo h a n nom b rado a p ap á i n sp ec tor de c i nemat ógrafo s — Sí agregó l a s eñ ora hace d o s dí a s p é ro v a l e h a n adel an tado a t u padre do s m e se s de s u eldo l o que no s h a v e nid o m uy b ien porqu e e s táb am o s al go a t ra s a d it o s — Sí s i M ario B u rg u e ñ o q u e l e h a co n s egu i do e l p ue s to l e h a he cho adel a n tar No h ij a e s a n o e s l a verd ad : l e h a adelan tad o de s u M am á y o n o s abí a ! excl am ó rub o riz án do s e L a ura — ¡ S í cóm o n o ! D e su b ol s il l o l e h a ad el an tado el s uel do d e do s m e s e s L o d i go en hon or d e e s e j oven q u e e s l a gen ero s i d ad e n c o m pen dio L au ra y L i nk s e m iraro n — Yo no sab í a e s o rep i tió d u l c em e n t e l a m u chach a L i nk h i z o u n e sfu erz o y l ogró form u lar l a pre g un t a q u e l o ag i tab a : ,
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H UG O WAS T
234
¿Y
a e l l a a M a ti l d e l a h a n n om b rado y a ? — No con te s tó m i s i a Pre s en ta c ión con u n ademán va go revel an do el p o co i n teré s q u e a h o ra tení a n p or e l nom b ram i en to — ¿ Y a n o pre ten d e e l p ue s to ? Y a n o ! ¡ vay a u n a b i co ca p ara qu e el l a s e p a s e l a v i da s up l i cando q u e se l a den ! ? ? Y qu é h a ce ahora dón de e s tá ¿ ¿ T ardaron u n s ig l o e n re spon d erl e M i s i a P re s e n t a c ió n cam b iab a prol ij am en te l a y erb a d e l m a te -
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L o qu i ere co n l e ch e y co n az ú car q uem a ?
la — No s eñ ora gra ci a s ; n o s e ? m e al go d e el l a r o q u é no s al e ¿p (
,
,
D i ga
.
L a vo z l e te m b l ab a L a s do s m uj ere s m i rab an .
a o tra p arte
.
Por fi n m i s i a Pre sen ta ción o fre ci én dol e e l te l e d ij o : — E l l a no e s tá a qu í ? — ¿ S e h a i do ? h s a ca s ado e ¿
ma
,
.
.
— ¡JC S ÚS q u é o cu rren ci a !
excl am ó rié ndo s e l a s e ñ ora ; y L ink se a vergon z ó ( l e l a in gen u i dad d e s u p regu n ta — ¿ D ónd e e s tá ? — Eu l o de B is t o l fi M aria ni ta m e l a qu iere m u ch o y l a h a i nv i tad o a p a sar u no s d ia s c on e l la L i n k m i ró a L a ura cu y o s il en ci o e s tab a l l en o « l e expl icac ion es .
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23 6
H
UG O WAS T
— ¿ D ónd e
p odré v erl a ? —¿ A m i ? d ij o L a ura y en e l a cto compren d ió q u e él hab lab a d e s u h erm an a C a rl o s a cl aró s u p regu n ta s i n dars e cu en ta d e l a h erí a u e q ? B l S i fu era a l o i s t o fi p odrí a verl a d e ¿ Creo q u e si No v ien e a e s ta ca sa ? — Al g u n a s v e ce s D e s pid ié ro n s e al lí ; y é l con s u val ij a cru z ó l a call e E n el m om en to e n q u e dob l ab a s e d e t u vo p ara dej ar p a so a u n a u tom óvi l M a t il de ! excl am ó vi endo q u ien ib a en é l L a m u cha ch a oy ó s u gri to h iz o deten er el a u t o v ten d ió l a s do s m ano s a L i nk Carl os ! ¿ ust e d aq uí ? ¿ Cómo l e h a id o d e v i aj e ? Carl o s s e l e a cercó y en tern e cido l e b esó l a s m an o s E l l a s e re t raj o h a ci a el fon do d el coche y l e d ij o co n m eno s e n t u s ia s m o : ? h Cu án do v en i do a ¿ ¿ l e h an d i ch o dón d e e s toy y o ? E m p e z ó a exp l i carl e con l o c uaci dad l a s ra z o n es q u e t u vo p ara acep tar l a i nv i ta ción d e M a ria n it a y L i nk l a o v ó al pri n cip io con s orp re sa y e m pe z ó l uego a se n ti r q u e l a in c o n c ien c ia v l a al egrí a d e ell a e ran u n u l traj e a s u am or Pero n o experi m en tó cól era s in o u n a gran comp a s ión L e a cari c ió d e n u e vo l a s m an o s y l e cortó l a pal ab ra ,
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L OS
— ¡ No
O J O S VE NDADO S
2
37
cu en te e s o ! D í gam e sól o por q ué no m e h a e scri to ¡ Ah ! s i u s ted s up i era l o oc up ad a s q u e h e m o s e s tado con l o s traj e s d e fan ta si a p ara el b ail e d e C a ra pa c h a y l me
.
,
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? C óm o ¿ — No sab e q u e e l d om i n go de — D en tro d e tre s dí a s d ij o é l S í ; h ab rá u n gran b ai l e en O l i vo s y q ue yo “ iré d i sfraz ada d e s u l tan a co n c h a rc h a f ¡ No m e cu en te e s o ! Pero u s ted tam b ién irá ? Yo ¿ — ¡ Sí sí ! ¡ No m e d i ga q u e n o ! Yo q u iero qu e vay a — ¿ Y an te s n o p u ed o verl a ? E l l a s e reco s t o con tra e l m u l l ido re spal do del co ch e y reflexi onó un in s tan t e — M ej or e s q u e n o m e v ea ? Por q ué ¿ U s ted s ie mpre hace l o q u e y o l e ? no cierto e s ¿ con te s tó é l em o ci onado p or el ¡ Sí s i ! tono con fi denci al con q u e el l a l e d ij o e sa s p al a bra s b aj ando m ucho l a v o z para q u e el ch ofer no l a oy e s e w
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—B uen o en ton ce s no tra t e ,
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de
v erm e ha s ta e l
dom i ngo T an to s dí as ! —H á pa sado do s m ese s ; p a s e u n po co má s Y .
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2
H UG O WA S T
38
vay a a l b ail e Yo s e l o p ido S eri a l a pri m era v e z qu e n o m e ob ed eciera C arl o s sen tí a e n l a v o z acaric ia d ora u n a v e h e m e n c ia u n a i n t ern a al egrí a u n t im b re n ue v o (¡ue au n cau sánd ole un h o rrible d ol or lo atu rdía y l o em b ri agab a l e d ij o ell a con u n ¡ H a s ta e l dom i n go ! e n tu s i a s ta ap re tón d e m ano s Y é l l a d ej ó i rs e y l a v ió b aj ar en s u ca s a y n o t u vo án im o p ara .
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d e s o b e d ec erl a
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? S iem p re el la h a s exp l i cac ió n ten í a e so ¿Q t a en l o s d ia s d e m ayor i n t im i dad fué t a n re h a é l n u n ca p ud o en vane cers e s erv a d a u d e e q b e r v i s t o e l fon do d e s u s p en sam i en to s L o at rib uí a a t im id ez y l o a traí a l a m i s terio Y a h o ra l a n otab a n e r s a h on d ura d e s u al m a v io s a y p arl an ch i na c om o s i qu i s iera d es o rie n tar s u p en samien to y e vi tar q ue en tre l o s do s cay era u n m i nu to d e s ilen c io re vel ador ué
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N i u n a s ol a de s u s p al ab ra s in s u s ta n c ia l es y a l egre s l e prod uj o u n c on s u el o A l al ej ar se d e el l a t ra tab a d e re cord ar con v e rs a c io n e s p a sada s y d e ol vidar l o q u e a cab a ba de oi r T ie ne qu e s er fel i z ! N i s i q ui era s e d a cu en t a de q u e m e ha ce s u fri r Ya no s oy m á s q u e u n h erm an o p ara el l a ; s i l a in terroga se m e c o n fia ria c on in c o n c ie n c ia s u s n u evo s am ore s ¡ S ól o u n gran d ol or po drá d e v o l v é rm el a ! L l e gó a l a e s ta ció n y al h all ars e con Noem í ,
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H UG O WA S T
2 4o
M i s i a Pre s en t a ción ap arec ió enj u gán do s e l a s m an o s con u n repa s a d o r y l a l l enó d e cari cia s No p odí a n egar q u e e s tab a org ul l o s a d e su h ij a p o r s u h erm o s u ra y po r s u d e s trez a p ara ab ri rs e cam i no .
,
.
—S e
d irí a q u e e s tu yo el M atil de h i z o u n ge s to d i spl ic en te — ? h s n No l o a h al l ad o l a p u ert a e ¿ .
pro s i gu ió s u m adre en v o z b aj a H ace u n rat i to s u e e fu é S e emp eñ ó e n q u e l e d iera d e n u evo q s u p i ez a Yo l e d ij e q u e h ab í am o s cam b i ado d e po s i c ión y q u e b u s ca s e al b ergu e e n o tro l ado “ Y s e fu é co n l a val ij a e n l a m an o com o u n l in ” y era .
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E s to l o d ij o l a s eñ ora con áni m o d e b al agar a s u h ij a p ero l a m u ch a ch a n o con te s tó S e n tí a q u e L ink s u fri e s e po r ob ra d e l o s o tro s E l l a s í el l a ten i a d ere ch o d e a pen a rl o ; y p are c í a l e q u e h a s ta e l dol or l o recib í a d e el l a con gra t i tu d ¡ Y p apá ? — Eu el fo nd o l avan do l a s j aul a s d e l as pá l om i ta s fran ce sa s ¿ Q u iere s q u e t e l o l l am e ? M i si a Pre sen tac ión p erm anecí a fre n te a s u h i j a pron ta a s ervirl a com o u n a cri ada Por el l a se t ran sf o rm arí a el de s ti no d e l o s G aray y T ron co so No d u d ab a d e q u e M ari o B u rg u e ñ o v en dri a an te s d e u n m e s a p ed irl e s u m ano L au ra sa l ió a l oi r la conv e rsac ió n ; pero n o m an ife s tab a te ner i g ual e s i l u s ione s S u m adre ,
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L OS
O J OS VE NDA DO S
24 1
em pez ab a a creer q ue e l b i en de s u h erm an a l e infun di a dol or y tri s tez a l o q u e el ca te ci smo l l a m a e nv id ia M a til de l a a cog ió con cari ñ o y l e pr eg u n tó : ? N o te que — d E tá m uy a delanta tu traj e s o ¿ d a n m á s q u e u no s d ía s —N i adel an tad o ni a tra sado : y o n o voy a i r a l b ail e No v as a i r al baile ? int erro gó m isia Pre sen tac ión en fu re cid a ¿ D e s p ué s qu e he m o s ga s tado u n p l a tal en l o s prep arat i vo s ? —L O qu e e s a p apá no l e c ue s ta n u n cen tavo re sp ond ió L au ra m iran do fij am en te a s u m a dre q u e to rció l a cara — A u n qu e h aya m o s ten id o l a s uer te de q u e a l guien se enc arga se de l os ga st os e s lastimo so se hagan s i n p rove ch o u e q —¿ Y te p a re ce b ien m a m á acep tar e so s f a ,
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v o re s
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?
M e p are ce m uy b i en
No h ay co s a m ás fu e ra d e l u gar q u e e l org u l l o e n l o s p obre s — S i cono ciera s l a s i n ten c ion e s qu e traen lo s regal o s p odrí a s de cir s i el n o acep tarl o s e s o r g ul l o o di gn ida d M a t il de q u e s e sen tí a ob serv ad a por s u h er m ana h ab rí a qu eri do gan ar s u i nd ul gen cia con buen os modal es pe ro no p udo contenerse a l oí r l a al u s ión y con te s tó con a cri tu d : C u al qu iera creerí a q u e ere s b ruj a y l ee s l o s pen sam ien to s l .
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H U GO
24 2
WA S T
Y s u madre agregó s i n m irarl a : — Eso s u s ien te s o s car idad o e e nv i di a e e q E l i ge L au ra p al id e ci ó y t u vo al b ord e d e s u s l ab io s u n a rép l i ca d ura y cru el ; p ero t em i ó al ej ar p ara s iem p re el coraz ón d e s u h erm an a Carid ad m am á cari dad ! M a t il d e n o en ten d ió s u pru denc i a y l e g u ardó ren cor — E s tá cel o s a d ij o m i s i a Pre s en ta ción Creyó al p rin cip i o q u e M ari o vení a p or el l a T ie M atil de n e s q u e p erd on ar Y a l a h e p erdon ad o ! Y h a s t a l e h e h ech o un buen ob sequi o — ¿ u é co s a ? Q S e l o d ej o a Carlo s L i nk ! ¡ B a s ta n te l o h a d e sead o ! M i si a P re sen ta ción se echó a reí r c on male vo l en ci a p or b al agar a s u h ij a cu yo s O j o s l l a m ea b a n d e cól era .
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—
No q u i ero d e m o ra rm e a gregó l a m u ch a ch a Q u e vay a o no al b ail e e s cu e n ta s u ya S e p u so feb ri l m en te a h ac er u n p a qu e te d e rop a b l an ca para l l evars e L a s m an o s l e t em b l a b an y s u m adre l a ay u dó ,
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No t i ene s m iedo d e q u e e s e h om b re t e e s p ere en l a e s qu i na ? E s ten az y n o t e —¡ No n o ! H ará l o q u e y o l e d i ga ; s i l o man d o q u e m e d ej e e n pa z s e irá p a ra s iem pre — L o creo d ij o s u m ad re re cor d an do l a ¿
,
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HU G O wa s r '
2 44
ten i en do s u erte a qu el m ez qu in o s u el do l e h á b r i a b a s tado ! E n l a e s cu el a h ab i a l eí do m u ch o s l ib ro s q u e en tre l í nea s e s co ndí an l a v erd adera mo ral S ab í a q u e todo i n s t in to e s j u s to y todo s a cri fic io vano ; y q u e l a cri a tu ra h u m an a e s tá e n el “ ” m u ndo p ara v i v ir s u v id a L a s pal ab ra s d e s u s l ib ro s p odía n de c ir o tra co s a ; p ero s u s en t ido era e s e y t a l fi l o s ofí a en er v ab a s u vol un tad y exci tab a s u s an gre H ab í a ap ren d i do a de s ear co s a s q u e eran i na cces ib l e s p or l o s c am in o s d e u n a m o ra l ve t u s ta q u e y a n o s e e n se ñ ab a ; y n o h ab í a apren di do a m ode ra r sus deseos N o e s tab a e n s u m a no im p ed ir q u e ot ro s s u frieran E l l a q u eri a v i vir s u v id a y en l a c o rrien t e en s ord e ce dora y tiran a d e lo s n u evo s p l acere s no t en í a t i em po d e p en sar e n nad ie N i s u pro p ia d i ch a l e p a recí a s eg ura p orqu e e n e l fo ndo d e to da s l a s co s a s ard ien tem en te d e seada s h á b ia s ie m p re u n d e sen can to ¡ S ol am e n te e l am or n o l a h a s t ia rí a n u n ca ! Y s u coraz ón s e ten dí a h aci a el am or d e s co n o c id o com o l a fl e ch a e n el ar co ,
,
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X IV
e N o m d e ¡ je
nun ca
!
A l tercer dí a el dom in go d e carn aval ab an do nó L in k el cua rto d e s u n u eva pe n sión Para n o dej ars e te ntar p or e l in m en so d e seo d e verl a an te s d el d í a q u e e ll a m i sm a l e fij ó v iv ió e sa s hora s re c l uid o com o u n pri si on ero s i n vol ver a l a ca sa de do n Pedro de G ara v e n b u sca de s u s l ib ro s —S e l o h a tra g a d o l a tierra d e ci a m i s ia Pre s en t a ción ,
,
.
,
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,
,
.
,
.
D on Pedro m en eab a l a cab ez a p reoc up ado —¿ Adón de h ab rá id o a parar ? H ab rí a s h ech o b ie n e n re cib irl o Q u ién s ab e l o q u e p u ede t ra .
.
m ar
.
P edro conform ada por lo s n o v el o n es c in em a tográfi co s n o con ceb ía s i no d e s en l a ce s trági co s para todo s l o s prob l em a s s en L a im a g inac ión d e do n
,
t im e n t a l e s
.
Pero L ink n o tení a t u v iví a l ej o s de todo S in emb argo q ui so emp ez ab a a g o l pea rl e ,
im a g i nac ión y s u e sp iri rom an ce sal ir p orqu e u n a id ea fij a en el cereb ro ,
.
,
.
H UGO WA S T
246
S i M atild e « lo h ab ía olvidad o po r otro hombre ? qu ién r a s u ri val e ¿ P ro n to l o s ab ría aun qu e e s tab a seguro d e q u e al s ab erl o pe rd erí a s u p o s t rera e sp eran z a Porq u e to do s l o s h om b re s q u e a traí an l a s m i rad a s d e el l a serí a n m ej o re s q u e é l ¿ Pero l a q u errí an com o é l ? Para re so l v er e s ta c u e s tión qu er í a co no cer el n om b re d e s u ri val S e e ncam i nó a B el grano v b u s có a Noem í p ue s e n s u s c a v il a c io n e s l o a s al tab a t e n a z m e n t e el rec uerdo d el ram o d e v iol e ta s ,
,
.
.
.
,
,
.
La
h al ló s ol a en e l a ndé n c a s i d es ierto s e n t a d i t a en u n ri ncón j u n to a s u can as ta de fl ore s — ¡ S eñ o r L ink ! excl am ó al e grem en te l a ch i c u ela T e ngo cin cu en ta ra m it o s e s cog ido s para ? l o s q u i ere e l cor so d e e s t a ¿ Carl o s L i nk acari c ió l a cab ez a de spe in ada y g ra cio s a d e l a cria t ura y l e comp ró u no ,
,
,
—Con
.
é s te m e b a s t a ; n o i ré al cors o — ¿ E n ton ce s i rá al b ail e ? — T am poco — L a n i ñ a M a ti l d e s i E l j o ven hi z o u n ge s to d e ca n san ci o p rend i ó a l a v en dedora d e flore s Ya no l a q u i ere ?
.
.
.
,
q ue
sor
.
E l l a n o m e q u i e re ! co n te s tó L i nk co n u na vi ol en ta n e ce sid ad d e co nfi ar s u dol or a a l g u ien c u al q u iera q u e fue s e ¿ M c va s a d e ci r l a ve rd ad Noem í ? ,
.
,
,
H UG O WAS T
2 48
el capri ch o d e a qu el h o m b re a fortun ado Ahora p odí a con te s tar s e : ¡q u é hab í a d e am arl a s u ri v al com o l a am ab a é l ! E n e s e m i s m o in s tan t e m i en tra s s ufrí a el atro z dol or d e l a certi d u m b re s en t ia s e cap az d e reco gerl a en el l odo d e l a cal l e p ara d arl e s u nom .
,
,
,
b re
.
¡A y !
n i a s í l o q u errí a el l a qu e s e dej ab a c a n d il a r como u n a p al om i ta ,
,
en
.
Corría L ink abanic ándo se c on el som brero el ro s tro con ge st io nad o Corrí a s in r umb o al p rin z u mb án d o l e e n l o s oí do s e l e c o du l ce d el c ipio l l a n to d e Noem í ; m a s p o co a po co fu é c a l m án do s e s u ag i tación y ap are ci en do el de s eo d e h a b l a r co n F ra s er .
,
,
.
E ran l a s n u eve d e l a m añ an a ; e n m edi a h ora l l egarí a a s u ca sa A qu el h omb re q u e h ab í a s u f ri do y q u e con s ervab a u n f on do d e h onradez y d e cordu ra comp ren derí a s u dol or y el in m in e n t e p el i gro e n q u e el l a e s tab a Era i n ú ti l q u e é l Carl o s L in k q u i s i era a d v e r t irl a d e e s o p orqu e el l a p en s a rí a q ue l o s c el o s o e l re n cor l o i mp u l sab an H abrí a q u eri do s e r s u h erm a no p ara d e cirl e y s er creí d o : ¿ A dón de va s h erm an a m í a p or e so s ca m i n o s torc ido s con l a carg a fa tal d e t u in ex ? r n i d y t u h erm o s u ra e i e c a e p Y F ra s er q u e teni a sob re e l l a u n a gran a u to ri d ad podí a t am b ié n h ab l ar a M ar io B u rg u e ñ o Cada ve z q u e el n omb re de é s te s e en ce ndí a .
,
.
,
,
,
.
,
,
,
,
.
L OS OJ os
VE NDADO S
2 49
m em oria de L i nk u n gran de s al ien to d i s ol vi a s u propó s i to S i el l a h ab í a en trega do s u coraz ón a aq uel homlb re a qu ien m im aLra n l a f uerza y la f o rtu na y el nac im i en to era i n ú ti l i n ten tar n ada ; p or q u e tení a el egoí sm o d e l o s ho m bre s fel i ce s y l a inc o n c ie n c ia d e u n n i ñ o Pero u n a i l u s ión de s e sperada e m puj áb a l o h a c ia l a cas a d e F ra ser Cu a nd o l l egó a b re ve di s ta ncia d e s u p u er ta se de t u vo e n l a a ce ra d e l fren te v ien do a d o s persona s e n el u mb ral u n a v i ej a y u n a n i ñ a Carl o s L in k no c onocí a a L i an a pero com p rendi ó q u e era el l a por l o s ra sgo s d e s u cara q u e re cordab an a l o s d e s u padre Vol vi a de m i p u e s traí a u n g r u e so l i b ro y l a an c ian a con sa q u ien con vers ab a an im adam en te ten í a u n ro sa rio env uel to en l a m u ñ e ca La j oven escuchaba lo que hablaba su com pa ñ e ra y L i nk creyó a dver tir l ágri m a s e n s u s oj o s la
en
,
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,
,
,
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,
,
,
,
.
,
,
,
.
,
,
,
.
,
.
¡ L ágrima s
u n d om ingo d e carnav al e n l o s O j os de una mu chacha que no tenía veinte a ñ os ! ¿ Q u é h ad a rep arti a l a s a l e g rí a s d el m un do o torgánd ol a s s i n t a sa a u n o s y negán dol a s a o tro s ? en
,
,
,
L in k ag uard ó s i n m over s e y c ua nd o l a an c i a é l l a s ig uió d e n a s e d e sp i d i ó y en tró Li an a s ea n d o verl a d e cerca P ero tu vo q u e e sp erar e l a s cen sor po r qu e era ,
,
.
,
HUG O W AS T
25o
c a sa d e d ep artam en to s y F ra ser v iví a en e l qu i n to p i s o L l egó a u n a p u ert a do nde u n a ch ap i t a d e b ron ce l e i ndi có q u e e ra l a q u e b u s cab a y oy ó l a v o z d e Fras er q u e de cí a a s u h ij a e n ton o i rri tad o : ¿ H a s l lorado o tra v e z ? S i empre q u e v u el ve s d e m i s a t e p a s a l o m i s m o ¿ H a s v i s to d e n u evo a e s a v iej a q u e t e l len a d e c uen to s ? L i nk n o e n ten d ió l a re spu e s ta d e l a n i ña y d ej ó p a s ar u no s mi n u to s p ara q u e n o S o sp ech a s en que alcanzó a Oi r e sas p al a bras L l am ó l u ego v l a m i s m a L i an a s al ió a ab rir l e C o n o c í a s e q u e hab í a l l orad o p ero s u ro s tro i rra d ia b a co n u n a l u z cel es ti al qu e i m pre s io nó a L in k p en s ó q ue e s u n n i ñ o q u e S e d irí a a cab a de en co n trar a s u m adre u na
,
,
.
,
s
,
,
.
,
,
.
.
,
,
.
]
? B u s ca a p ap á preg un tó el la h a cié n dol o ¿ p a sar a u n e s tre ch o z ag uá n q u e a ca u sa de u na s s i l la s y u n a m e s i ta con v i ej a s re vi s ta s p are cí a s er s al a de e sp era de a qu el m éd i co s in c l ien te s F ra s e r t a rdó b ast ant e e n ap are cer S e s in ti ó d e n u ev o s u v o z m á s b aj a y como en t ernecid a ; y cu an do s al i ó u n a real al eg ri a s e p in tó e n s u cara al v e r qu ié n e ra s u v i s it an te ,
,
,
.
.
,
.
L in k d e v uel ta y a ? — S i docto r — i B a s tan te h a tar d ado ! b rán e ch ado de m eno s ! L i nk aga ch ó l a cab ez a ¿
,
,
.
.
¡Y
b as tan t e l o h á
HUG O
252
Sí
wa s r
.
— B u e no p ue s : de el l a d e s u novi a n o l e pre gu n to p orq u e s é m ás q u e u s t ed — ¿ Q u é s ab e ? — S é q u e e s tá m u y a tare ada con l o s ú l ti m os to qu e s d e s u traj e d e su l t an a p ara el b ail e d e l ¿ V a a i r u s te d ? ,
,
,
.
,
,
— ¿ Q u é l e parec e ? ¿ deb o i r ? ¡ H o m b re ! U n no v io deb e ir s i em pre adond e v a s u n ovi a excl am ó L ink ¡ E n ton ce s u s te d ¡ Ah ! n o s ab e m á s qu e y o ! .
.
F ra ser so nrió e n trec e rra n d o l o s oj o s co n a ire a l a v e z compa s i vo y m al i cio so — ¡A v e r a v e r ! d ij o ¿ q u é e s l o qu e s a b e u s ted ? Y L i nk con te s tó con u n a i ngen u id ad d e n i ñ o q u e con se rva al gu na e sp eran z a l l en o s d e l ág ri m a s l o s oj o s : ¡ Yo s é q u e l a h e p erdi do p ara s iem pre ! E l s em b l an te de F ra s er s e o s c ure ció P u e s to q u e L i nk s ab í a e so m ej or a s í n o t en dri a q u e de cí rs el o é l No l o c on tra d ij o m á s b ie n lo apo y ó comp art ien do a q u el dol or q u e s e ad i vin ab a e n e l ro s tro fa ti ga do e n l a f ren t e m arcad a p or el i n s om n io v l a i dea fij a en l a b o ca apre tada com o s i a ú n tem i era q u e l e d i e s en m á s h i el y vi nagre —Y s i l a h ub i era p erd id o ¿ q u é h arí a ? L in k s e en c o g ió d e h om bro s ,
,
.
,
,
,
.
,
,
.
,
,
,
,
.
,
.
J O S VEN DAD O S
i
L os O
253
—¡ N ada ! m atar lo Co n
.
q u é q u i e re q u e haga y o , qu e no s é Porq u e é l qu e l a e nga ñ ará , m ere ce q u e ,
s onri sa F ra ser a l iv ia n ó e l pe sad o ri d í c u l o de aqu ell a excl am a ción — H abrí a q ue ha cer u n a c arn ic erí a Pri m ero ten dri am o s qu e m atar a e s a t il in g a de m i s i a Pre s e n t a c ió n y a e s e p az gu a to de don Pe dro de C á ray y a l c a c ha fa z de s u h ij o y l u ego a l pap an a ta s de B is tol fi y a l a bri bon a de su muj er T od os son más culpables que M ario Después mi amigo ten d rí a m o s q ue m atarl o a u s ted q u e se enam oró n e c ia m e n t e d e u n a cria t ura t a n l i nda p en s ando q u e podrí a l l e v árs e l a p ara u s te d sol o ¿ No f u é u n a ne cedad l a s uy a ? una
.
.
,
,
,
.
,
.
,
,
,
,
‘
.
L ink m irab a a l s u e l o tor va m en te y un m a l pen sam i en to lo ron dab a F ra ser comp re nd ió qu e s u s b rom a s h e ria n a q u e l coraz ón ul cerado y que e s tab a a p un to de p er der l a confi a nz a d el j oven — H e s ido u n nec io m u rm u ró L in k Lo compren do Pero e ra m i de s ti no q u ererl a —No so tro s m i s m o s el ab oram o s n u e s tro prop io destino ; replicó Fraser — P ero s i y o m erez co m orir por ne c io é l m e rece qu e l o m aten p or ca nal l a E s ta s pal abra s l a s d ij o co n u n a a terradora fri al dad exteriori z an d o i nvol u n tari am en t e u n a ré sol u ción repen t in a p ero i mpl a cab l e y defi n i ti va com o u n a verdad m atem át i ca ,
,
.
q
,
.
,
.
.
.
.
,
,
.
,
,
,
.
H UG O Wa s t
'‘
2 54
hab ers e ol vid ado d el verdade ro propó s i to q u e l o m ov ió a v i s i tar a F ra s er o no i n t ere s ars e y a en q u e é s te ad virt i era a M a til d e e l ab i s m o h a cia e l c ua l l a l l e vab a s u i nexp eri en cia S e l evan tó y e s t iró l a m a no F ra s er s i n tió el e s cal ofrí o d e u n a traged i a e n p er sp e c t i va y con ge s to a u tori tario d e p adre q u e m and a a s u h ij o h i z o s en tar d e n uevo a L i nk y l e d ij o co n tern u ra : — ¿ U s te d cree d e vera s q u e M a t i ld e e s tá e n a P a re c í a
,
.
.
,
,
,
,
m orada d e M ari o B u rg u e ñ o ? I rrem edi ab lem en te enam orada ! —No p ro nun ci e e s a pal ab ra T odo e n e l m un do t ien e rem ed io — M en o s u n am or co m o é s te ; rep u s o L ink ¡ B ah ! T od o am o r es ef ímero com o un f ue go d e paj a s Y es m ej or qu e s ea a s í porqu e n i n gú n i n s ti nt o e n v il e ce m á s a l ho m b re q u e el a m or Por el a m or u n ho m b re ol vi da a s u m adre in fam a a s u s h ij o s p ierde s u hon or y t odaví a e n E s u n m al in s tin to c u e n t ra q u e h a h e cho b i en y d u ra poco S ól o h ay u n am or i n ven cib l e y s a n to y es el am or de u n a m adre po r s u h ij o E s com o l a l u z de u na e s trel l a Pu ed e n ub l a rs e u n a h ora p u ed e parecer apagad a m u cho t iem p o p ero s i u n v ien to d i s ipa l a n ub e l a e s trel l a e s tá a l lí in m u t a b l e y e tern a .
.
.
.
,
,
.
.
,
,
,
.
.
.
,
.
,
,
,
,
.
M ie n tra s F ra se r h ab l aba l o s oj o s bu s can d o en el l o s ,
,
L i nk lo m i rab a en l a s i n ceridad F ra s e r .
HU G O WA S I
2 56
'‘
e n m i u m b ral p ar a q u e l a dej e ver a m i h ij a q u e e s s u ¡ A y d e el l a en ton ce s ! L iana l a d e s c on o cerá y yo l a escupi ré en l a cá ra C u an do L i nk al z ó l o s oj o s F rase r hab í a d es ap arecido Ag u ardó u n o s m i nu to s h a s ta q u e fu é cal m án do s e s u ag i ta ci ón y com o el o tro n o vo l vi era n i é l t uv ie s e gana s d e v erl o s al ió del d e s pa ch o y de s ce nd i ó s il en ci o s am en te 1a l arg a é s cal era d il l a rs e
,
,
,
,
,
.
,
,
,
,
.
F ra se r fu é a l o d e B is t o l fi I b a desal e n tado porqu e s u i mp l a cab l e pes im is m o l e e n se ñ ab a q u e l a p a s ión i no cente e s tá m ás cerca del ab i s m o q u e l a m al i c io s a co qu e terí a ; y s i e ra tarde y a s u fi g ura d e p red i cador l a ico y v i cio so s erí a d e u n i mp agab l e ri dí cu lo Pero a m edi da q u e avan z ab a en e l torb el l i no d el carn aval qu e l len ab a l a s cal l e s co n s u fi c ti ci a al egría c o n firm áb a s e e n s u prop ós i to d e h ab l a r a M a t il de p ara de c irl e u n a gra n ve rdad qu e “ n u n c a l e l l egarí a t ard e : Cu an do con s u p rop ia m an o s e h ay a cerrado toda s la s s al i da s p or do n d e p ueda s al va rs e todavi a l e q uedará u n refu g io ” y e s e l am or d e e s e h om b re a qu i en al ej a No habí a h ab l ado gra n co s a con L i nk p ero e s tab a s eg u ro d e q u e a qu el am o r era i n cu rab l e en el co r a z ó n del j ove n C erca v a d e s u d e s t in o en u n a cal l e e s tre ch a E s a s i e s ta
.
,
,
,
.
,
,
,
,
,
,
,
,
,
.
,
.
,
,
O J O S VE NDADO S
L os
25
7
com p ars a l e ob s truyó el p a so Q u i so re tro ced er m a s por e l o tro lado ven i a d e sem b o can d o un a h il e ra d e co ch e s cargad o s d e m a s c a rit a s ch i l lona s y p ro ca ce s E n aqu el l a m i sm a cu adra a l y casi z áb a s e l a m ol e sil en c io sa de u n col eg io e n l a e s qu i na a b rí a s e l a p ue rta d e s u cap il l a co n s t ru id a com o u n a crip ta e n el s ub s uel o F ras er sal vó el pre til y s e m e ti ó d e ro n d ó n en l a ig l e s it a o s cura fre s c a y si l en ci o sa u na
.
,
,
,
.
,
,
.
,
.
,
,
E n el tab ern á cul o re spl a nde cí a e l S an tí s im o en tre u n arco d e vel a s q u e ard ia n con e l su ave ol or d e l a cera vi rg en S e sen tó F ra se r e n u n e s ca ñ o sorpren d id o y h a l a g a d o por tan ta pa z U n a sal m od i a ind i s ti n ta l l e gab a a s u s oido s y s ól o cuan d o s e h ab i tuó a l a o sc u ridad d i vi s ó m u y cerca d e é l u n a v iej a h in cad a e n el s uel o L a con temp ló u n ra to con extrañ ez a tra tan do d e im ag inar l o s pen sam ien to s de aq u el l a a lm a de s grac iada o fe l i z p ero s en ci l l a com o l a de l carb onero c rev en t e L a v iej a ib a re corrien d o l a i gl e si a A rrod il l a b a se f rente a cada est ación del V í a Cruci s Se dab a golp e s d e pech o y en c o rv án d o s e peno sa m e nt e b e s ab a l a t ierra O h S eñ or ! pen só F ra s er conm ov id o v hu m i ll ado M ien tra s l o s fi lós ofo s d i s c u ten t u exi s ten cia e s ta p obre al m a v ive de tu verdad E n l a s p il a s tra s de m árm o l re l u cí an l e tra s d e oro
,
,
.
,
.
,
,
,
.
,
,
,
.
.
.
,
,
.
,
.
,
.
.
y
H UG O W A S T
!
“
E ran versí cul o s d e l o s S al m o s : Com o el ci er v o b ram a p or l a s corrien t e s d e l a s ag u a s así cl a ” “ m a p or t í oh D io s el al m a m í a M i al m a tiene s e d de D i o s d el D io s v i vo : ¿ cu ánd o v en dré y p are ceré del an t e d e D io s E n l a s em io s c u rid a d rein an t e e ra d ifí ci l l eer pero F ras e r in tere s ad o p rofun dam en te f u é re co rrie n d o p il a s tra por p il a s tra p ar a g u s tar aqu el l a s m e táfora s el o cu en te s l l ena s d e m i s terio s a e sp e ra n z a '
,
,
,
.
,
,
.
,
,
,
.
“
Hazm e
la
gra ci a
de
tu
l ey
” .
“
Po r el cam ino d e tu s m a nd am i en to s correré ” c u and o en s a n c h a re s m i cora z ón “ J eh ová ab re l o s oj o s a l o s ci ego s ; J eh ová l e ” van ta a l o s cai do s ; J eh ová a m a a l o s j u s to s
,
.
v iej a h ab í a term i nad o s u s rez o s y F ra s er e s tab a s ol o cerc a d el al tar m ay or h i n cado j un to a l a p alp i tan te l a m pa rit a d e a ce i t e d el S an tí s i m o ¿ Q u é l e d urarí a aqu el l a s al u dab l e em o ción ? B a s t áb a l e s ab er q u e U n a h ora u n d í a u n l o s cam ino s d e s u coraz ón n o e s tab an cerrado s d e l todo p ara a qu el l a s c o rrie n te s d e agu a s v i va s A l gun a v ez s e s aciaria e n el l a s p ara n o m ori r “ El que b eb iere del agua que yo Ie daré habí a p ro m e ti d o J e s ú s a l a S am ari tan a n u n ca j am ás ” t endrá s ed La
,
,
,
.
,
,
.
.
,
.
La
de s co n certa n t e al garab í a d el carn aval no tení a se n t ido b aj o l os ra y o s d e oro d el tab er n ác u l o
,
.
L o s ru id o s
d el
m u ndo m orí an e n
l as
g r a d as d el
H UG O
2 60
wa s r
en ga en m al a h ora ¡ Cóm o e s tará de o cup ada c o n el b ai l e d e e s ta n o ch e ! — Al con trario : e s toy dan do v uel ta s e n m i j a u l a s in s a b e r q u é h a cer v
.
“
,
de
.
Parec e m en t ira ! ¡ A tres h oras d e u n b ai l e c arna va l ! S i a o tro s e l o d i ce no l e Greerá .
— ¿ Y u s te d m e cree ? — Y o sí ; y o l e creo c u an to qu iera de cirm e
.
Si
ahora m e con ta se u n a co s a i n vero sí m il u n a gran tri s te z a p or ej em p l o n o d u darí a n i u n E ll a l o m iró afano s am en te y l e d ij o : U s ted l ee e n m i cara no e s c ier to ? — S í M a til de — ¿ Y qu é e s l o u e l e e ? q ,
,
,
,
,
.
,
F ra s er no co n te s tó d e p ron to B u s có a s ien to y com o s i é l fu era el d u e ñ o d e c as a in di có u n a si lla a l a j oven y s e sentó a su lad o No h e l l egad o t ard e p en só y el l a m e O irá Y m aq u i nal m e n te rep i tió en v o z al ta e sas pa l ab ra s — ¡ No h e l l eg ado tarde ! u s ted m e O irá ¿ no e s ? ci er to — ¿ Q ué d i ce ? p re gu n tó ell a sorpren d i da S i s up i era M a til d e dón d e h e p asad o u na h o ra ! E n u n a i gl e s ia con u n a vi ej a q u e h a ci a e s ta c ion e s y u n a m uj er q u e s e confe sab a —¿ Q u ié ne s era n ? — No s é ; ni s i qu iera l e s v í l a cara .
,
,
.
,
,
,
.
.
.
.
,
,
.
,
.
L os
¡ P ob res
O J O S V E NDADO S
26r
exc lam ó el l a y F ra ser
m uj ere s !
,
rec t ific ó :
—¡ No
p ob re s c om o yo q u e e nvid i ab a s u fe y com o u s ted M a t ild e qu e p odrí a e n vid iar su pa z ! —¡Y o n o e nv id io n ad a de n ad ie ! repl i có e l l a m o rt ific a d a y F ra ser a g u ardó q u e pa sara s u rep en tin a cól era p ara d ec irl e con t ernu ra p a te r t an
,
,
,
,
,
n al :
— H ace u n m i n u to re cono c ió q ue y o leí a e n s u ? pues l a o f ende que siga u é le Por ¿ q y endo ? A tre s ho ra s d e u n ba il e e s tá in tran q u i l a ? y de u é t iene m i edo ¿ q — m u rm u ró el la s i n ne gar v se ¡ No s é ! ,
,
qu edó cal lada —Yo c onoz co al gun o s de s u s s ec re to s M a t i l d e Pero qu iero c ono cer lo s t odo s para a co n s e j arl a — Ya no e s t iem po m urm uró l a j o ve n con .
,
.
,
.
,
m i sm a v o z H a ce u n m e s q u e no no s vem o s Déj eme gua r dar ahora todos m i s sec r etos T ení a un an t i f a z ro s a en l a m a no I n s tin t iva m en te l o l l evó a l o s oj o s y s e cu b rió con é l H ij a m í a ! excl am ó F ra ser condo l ido ¿ H e l l egado t arde en ton ce s ? M u y tarde ! co n te s tó el l a s in de s cu brir l a cara ¡ No m e preg u n t e m ás ! No n ece s i to pre gun tarl e m ás E l verl a l lo rar con es e an tifaz en l a m a no m e ¡ pob re h ij a m ía !
la
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H UG O WA S T
2 62
S e l evan tó y e l la l o to m ó por e l bra z o ,
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— ¡ No s e vay a t odaví a ! l e s up l i có — d ij o é l d and o u no s p a so s ¡ No m e voy ! po r l a s al a p ara e n cub ri r l a p en a q u e l e a guab a l o s oj o s S e a cercó de nu evo a M a t i l de y e n v o z m uy b aj a y dol ori da com o e l rep ro ch e d e u n p adre l e p reg un tó : .
,
,
.
,
,
,
P or q ué n o m e l l am ó c ua ndo
a ú n e ra
t iem
po ? E l l a al z ó l a ca ra m oj a da e n l l an to y m irán d ol o fren t e a fren te com o s i é l fuese e l m u n do e n tero l e d ij o c o n c ie rt a vi ol en ci a : ,
,
,
— ¿ Q u é sab e u na m uj er com o y o c uá ndo e s t iemp o y c uán do dej a de s er? E n e s to s ca m ino s se v a con l os o j os vendados S i yo f uese una obre ra d e g u s to s s imp l e s n o h ab rí a caído P ero m e h an e du cado ; m e h a n i nfun d i do a m b i cion e s ; m e h an h ech o co n ceb i r e spera nz a s ; m e h a n q u i tado la s fu erz a s ¿ qu é c ulp a tengo y o s i t odo l o q u e h e ap rend ido n o m e s irv e p ara ga narm e honra d a m en t e l a v i da ? .
,
.
.
,
Vo l vió a tap arse l a c ara con e l an ti faz y F ra s er s e qu edó m i ran do l a al fom b ra S i L i an a l e h ub iera h e cho a qu el l a p e no s a con fe s ión n o h a b ri a h al l ad o p ara re sp on derl e m á s q u e e l árido l l an to q u e e n e s e m om en to tem b l ab a e n s u s pu p il a s si n b ro tar de l todo S e l e va n tó d e n ue v o y e l l a v ol vió a m irarl o s upl i c an t e ,
.
,
,
.
,
,
'
H UG O WAS T
2 64
s in h ab erl e an u n ciado q u e a ú n ve n cido p or el c á ri c h o d e M ario el am or d e L i nk l e ofre cerí a p s i em pre u n refu g io P a rec í a l e u n a afren ta y u n s arcas m o p en s ar e n e so p u es n in g u no d e l o s q u e h ab í an creí do en e ll a p orqu e l a am aron p o drí a p erdo narl a ‘
,
,
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,
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X V
E l murciél ago
L a s h ora s q u e lo s ep arab a n de l b ai l e f u eron para L i nk u n a re al a goní a — S ól o u n gran dol or podrá d ev o l v é rm el a ; repe tí a con de s ol ad o f a tal i sm o y el od i o y el de seo d e ven gar se de l ho mb re qu e l a al ej ó de é l emp ez ab a a arde r e n s u al m a con u na s in i e s tra cl aridad P ero cu a nd o cayó l a tarde y l a d u l c e n oc he es t ival c ub rió d e m i s terio l o s j ard in e s de O l ivo s don d e é l s e refu g iara p ara e s tar m ás c erc a de l s i t io i nd i cado p or e l la s u s n e rvio s s e ga s taron y s u coraz ón s e apa cig uó ¡ L a culpa era d e é l q u e h abí a p ue s to lo s oj o s tan al to ! E n el ho tel s e vi st ió con d e s al ien to ¿ Q ué i l u s ió n pod í a ten er de lo que el l a ib a a co n tarl e e s a noch e s i y a lo ad i v inab a tod o ? C on s ideran do l a de s ven t u ra de el l a m ás q ue l a s u v a prop ia s u s m an o s d e l ab rador s e cri spa b a n co n ira H ub iera qu eri do s er s u herm ano p ara qu e n a .
,
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,
H UG O
2 66
wa s r
p en s ara s i u n d í a s e l e an toj ab a tom ar c u en ta s de a qu el l a in iq ui dad q u e el de sp ech o l e m o
d ie
,
,
v
ia
.
C u a nd o a cab ó de v e s t irs e e ra t arde y en el com e dor l a o rq u e s ta emp ez ab a a to car S e f u é al j ardí n q u e d ab a a 1a cal l e y al an dén d e l a e s ta ción D es de al l í po dí a a dver t i r s u l legad a en cu al q u ier form a q u e v i n ie s e E l l ug ar e s tab a o s curo a p e s ar de l a s g u ir n al da s d e l u ce s ten d i da s e n l a arb ol eda Podí a v er a n te s de qu e l o vi eran D e h ab er s ido hom b re d e i ng en io s e h ab rí a di sfraz ado p a ra tra tar s u a su n to con M ati l d e p ero e s tab a s eg uro d e q u e con l a p ri m era p al ab ra s e d ela tari a y l e rep u gn ab a e l r idí cu l o D i s c urrí a p or e n tre l a s a l ta s p al m era s s om b ri a s e sp i a ndo l a e n trada c u an do oy ó el nom b re de ella al pasar j unto a u n grupo de mu cha cho s ve s t ido s d e e t i q ue ta S e ap roxi m ó con l a ca rn e e s tre m e cida d e do l or y re cono ció en u n o d e el l o s a H erá cl i to C á b ral a que l a m igo y c om en sa l d e M ari o B ur ,
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,
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,
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!
,
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,
g ueñ o
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No p ud o Oir l o que deci an ; ma s l e q uedó l a s en sa ción d e qu e e l n om b re d e el l a rodab a p or los oídos indi f erentes H uyó de las c o n v ersa c io ne s y s e s en tó e n u n b an co en tre u n m a ci z o de hor ten s i as fl orec id a s .
,
.
F ra se r l o s a có d e s u ab s tracc ión L l egab a d el b raz o con B is t o l fi S e le s acercó i n s La voz d e
.
.
2 68
UG O
H
wa s r '
—¡ C uernos de bú f alo ! re fun f u ñ ó Fraser dej ánd o lo irse y cog ien d o d el b raz o a L ink ¿ Co n qu e s e v i no u s ted a p e s ar d e to do ? — Ella m e l o m urm u ró com o u n a ex cu s a e l j ov en — ¿ Y l e d ij o co n u é di sfra z ven drí a ? q — V e s tid a d e m u s u l m an a con c h a rc h a ff F ra s er s o nrió comp a s ivam en te é t iem p o n e ce s i t a u s te d p ar a el im i nar s u e e Q veneno ? — ¿ V e neno ? rep i tió L i nk s i n comp ren der No s i en t e q u e e s a s í p ob re am i go m í o ? E l am or e s com o l a m o rfin a com o el al cohol S i e l l a v in ie s e ah ora m i s m o c u an d o u s te d y a n o cre e en ella A l d e cir e s ta s p al ab ra s Fira s e r m iró a L i nk y vol vi ó a sonreí r c on p iedad U s ted n o dej ará d e creer n u n ca e n el l a ! excl am ó co n dese sp era ción ¡ Q u é ve neno l e h a h e ch o b eb er ! D i ero n u no s cu an to s p aso s p or el j ard ín q u e e mp ez ab a a p ob l ar se L i nk n o tenía ga na s d e h á b l a r m a s l e c on sol ab a l a comp a ñí a d e aqu e l h om b re co n q u ien h ab ía cam b iado s u s c o n fid en c ia s M ire qu iénes l le gan p or al l á ! excl am ó d e repe n te F ra ser E n tre l a s ol a s d e gen te s q u e de scen dían d e u n tren L i nk v ió a m i s i a Pre s en tación peg a d it a a s u m ari do an im ad o e l ro s tro p or u n a an ch a s onri sa E l e n ca m b io a van z ab a a pa s i to s corto s m uy ,
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O J OS
L OS
D DOS
2 69
VEN A
serio preo cup ado todaví a con l a s con cl u s i one s de u n lab orio so in form e q u e e s a t arde el evara a l a I n tend en ci a M u ni cip al acerca del cin em a tó g rafo com o fac t o r d e m oral idad p úb l ic a Frase r q ue tenía cu riosid ad d e sabe r baj o q u é d i sfra z re con ocerí a a M a t ilde s e l e s ac ercó — Ven ga L in k ; vam o s a ped ir no ti cia s a e so s tipo s Pero L i nk no d i ó u n p a so Ya n o con o ci a a l o s l u e e h abí an cerrad o s u cora z ón y s u p uerta q Pa re c í a l e q u e s u re se n t im ien to al canz ab a t a m b i én a L a ura p o rq u e no l o h ab í a defe nd i do en s u au s en c ia D ej ó a F ra s er q u e s e adel an tara y se q u edó v u el to h a cia l a c al l e s in t ie ndo q u e s u an g u s ti a crecí a c o n l a e sp era U n a m uj er ves tida co m o B e atri z en s u pri m er en cu e n tro con e l D an te e n e l c u adro cl á s i co d e Holiday atraj o su s m iradas E l an t ifa z l e c ub rí a l a cara ha s ta e l m e n tón E s tab a sol a y p areci a b u sc a r a al gu ien —Yo e s pero a u n a m u s ul m an a s e dij o c on am arga sonri s a L i nk a l n o t ar q u e aq u el l a B ea tr iz l o m irab a y s e d irig í a h aci a é l ? No m e h a s v i s to l l egar l e pr eg u n tó el la ? so con l a vo z al terad a No sab e s qu i é n y ¿ L ink re cono ció a L aura y s u r e s en t im ien to se t ro c ó en gra ti tu d ,
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:
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HUGO
2 7o
wa s r
— ¡ No m e n om bre ! l e d ij o el l a con t e rnura L a l l am aré ¿ Y ahora exp l í qu em e p or q u é no h a i do a ca s a ? — Y a n ad a t en go q u e h acer en s u ca s a T al r esp u e s t a dad a con de spe go y dol or pare c ió o f ender a la j oven S e apa rtó un poco d e aquel ho m b r e tri s t e q u e n o te ní a p en s am i en to s p a r a el l a y excl am ó : —¡Allí están sus l ibr os esperand o q ue v aya a busc a rlos ! — ¿ E n ton ce s no recu erd a cóm o m e a cogió s u m am á ? ¿ Q u i ere q u e ten ga al m a p ara ir d esp u é s .
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,
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,
,
,
de
eso
?
Y e l l a en e l m i s m o tono l e repl i có : E n ton ce s p en sab a a l ej ars e d e ca s a s i n d es ? í pedi rs e d e n i m d e ¿ H ab rí a h e ch o m a l e s cier to ! confe só é l Pero n o s e res ien t a con m i go H a caíd o u n ray o j unto a m í y estoy a t u rdid o y D eme su m ano L a u ra y g u iem e ¿ Q ué deb o h a cer ? E l l a ced ió a l a t en ta ci ón d e con sol ar a qu e l l a de s ol ad a re s ig na ción y l e d ió l a m ano y l o al ej ó de l s end ero do nde s e cru z ab an todo s lo s q u e en trab a n o s al ian ¡ Ven ga po r aqu í ! ¿ L a b u s ca n o e s verdad ? S i ; e l l a m e p id ió q u e v in ie s e rep i t ió L au ra ¡ L e p id ió q u e v i n ies e ! ¿ Y n o l e an u n ció s u d i s fr a z ? — Me d ij o qu e s e ve s ti r í a d e m u s ul m an a .
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HUG O
272
wa er '
— Si ;
s ol a e n m ed io d e l a m u l ti t ud Pare ce ex t ra ñ o p ero e s a s í U s ted e s tá m á s cerca d e el l a q u e yo ¡ H áb l el a ! N o querrá oí rm e ! —No l e h ab l e d e am o r S ea com o u n am igo o c o mo un ¡ U s t ed L ink p u ede s al varl a ! L au ra arra s trab a a L in k p or en tre l a s gen te s s orp re nd i da s —T i en e q u e h ab er v eni do y a H a cam b iado con .
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,
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,
,
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M ari ana s u d i sfra z L a B is t o l fi vendrá d e m u s ul m an a y M a til d e d e u n iform e d e l a Cru z ¡ Al l á e s t á ! .
,
E l corazón de L ink se co nt raj o d ol onos am en te —A b a n d ó n em e ; y pa s e p or s u l ad o E l l a m i s m a l o l l am ará Lau ra soltó el brazo d e Link aceptó el d e o tro h om b re q u e s e l e ap roxi m ó crey en do con o c e rl a y desap are ció e n tre e l g en tí o L i nk b aj ó l a e s cal in ata lo s oj o s fij o s en l a s u a v e y arm on i os a fig u rí t a b l an ca q u e h uí a a n te él s i n h ab erl o vi s to e n comp a ñ í a d e u n a s ul tan a y d e u n ho m b re con d om inó Adónde i rá ? Pensaba ¿ Quiénes s o n e so s ? S i gu ié nd ol a vol vió a l l u gar don d e p as ó u n a h ora e sp ian do l a en trad a L a su l tan a y e l do m i nó s e ap ar taro n d e el l a y L i nk se l e ace rcó t em b l a ndo C arl o s Carl o s ! l e g ri tó el l a d is i m ul an do .
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L os
la
2 73
hij a de M aho m a q ue t e b u sca L in k s e l e ap roxi m ó d o m in ánd o s e p ara tene r aplomo y sacar partido del ca mbio d e di s f ra z — Y O s oy cr i s tiano con te s tó ofre c ién dol e el brazo T e prefiero a ti — S i s up i era s q u ié n e s l a m u s u l m an a l a pre te riri a s a el la —L a h e v i s to pa s a r con u n dom i nó ¡D ej a l o s q u e s e vay an ! T am b i é n y o ten g o q u e irm e c on te s tó el l a vi s ib l emen te n ervio sa L in k l a re t uv o de l a m ano : ? m O e e C ruz Roj a ! C ómo te ll as a m ¡ y ¿ —Como me h a s dicho : C ru z Roj a ? m e con oce s ¿ D e dónd e — ¿ Q u ié n n o te c ono ce Carl o s ? D éj am e teng o q u e i rm e —E s toy s olo ; no te vaya s ¡ H a c e tre s d ía s q u e e s toy s ol o l v oz
H ay
O JO S VEN DADO S
.
u na
,
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—T engo qu e irm e
rep i t ió el l a de ten i e n do se s in emb argo y m irand o a L i n k — YO con o z co e so s oj o s l e d ij o é l con pá s ión ,
,
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,
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,
.
la p rimera vez que nos vemos ! ¡ l o s h abrá s s oñ ado ! —Es a es l a verdad : l o s h e so ña do H e v i v ido so ñ an do u n a ñ o en t ero p ero h ac e tre s día s q u e h e de sper ta do ¡ Mentira ! ¡ es
.
,
.
WAS T
H UG O
2 74
— T i en e s
cara tri s te ; s eñ al d e q ue no h as ganado e n el cam b io —Pero t eng o el coraz ón al eg re L a v erdad e n t ris t e c e l a cara p ero al egra el coraz ón — Prefiero l a m en t ira re sp on d ió el l a re s u e l tam en te E n u n a no ch e d e carn aval n o h a ce b uen a fi gura t u v erdad ? S i t e s ac a Q u é e s tá s d i cien do Cru z Roj a ¿ ra s e l a n t ifaz p odría d es m en t irt e T amp oco t u cara e s tá m á s al egre q u e l a m í a S eñ al d e q u e tam b ié n ha s de sp ertado d e u n — No m e ves l a cara — T e veo l o s oj o s — Q u iz á s te nga s ra z ón Yo t am b i é n ha ce tre s día s q u e e s toy s ol a com o t ú — C uéntame qué te pasa — ¿ Ren u n c ia s a t u m u s u l m an a ? — S í t ú C ru z Roj a r en u n cia s a t u ¿ d e q ué ? s e h a d i sfra z ado e l hom b re u b u s cab a s e q —D e m u rcié l ago No ha ven i do a ún ; h e re corrido to do s l o s s i t io s dond e h ay m á s cara s y s é q u e n o h a ven ido ¡ No l e i n tere s a s ! Cu én tam e p or q ué e s tá s sol a de s de h a ce tre s d i a s — P orqu e h e perd ido a m i Ah ! ¿ T e nía s u n h erm an o ? H a ce s b ie n en creerte sol a s i l o perd i s te p o rq u e e s l a p érd i da q u e n o s e rep on e n u n ca S i pierdes u n am igo o u n n o vio o u n m arido o u n h ij o p odrá s tener la
.
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,
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,
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,
H UG O
’
‘
vvx s ï ’
—Y ahora n o qu ie e s dej arm e i r r
—Es
l o h e h all a do y n o q ui e r o p erderlo d e n u evo ¡T en go m i edo d e m i s ol ed ad ! — No es tará s s ol a D en tro d e al g uno s m in u to s vendrá tu M u rciélago a busca r te y te irás con que
.
.
,
,
el
— S í po rqu e es m i destino ¡ P ob rec it a Cru z Roj a ! ¿ S ab e s q u e ha s m o j ado el a nti f az c on t us l ágrimas ? O lvíd ate de hom b re qu e t e h a c e l lorar ¡ I m p o s ib l e ! —¿Es u n fl ir t ? — ¡ Es m á s ! E s u n nov io ? ,
.
— ¡!
s
m ás !
E s u n am an te
?
— ¡Sí !
E l q u e l o h ab ía ad i v i n ado y a y crey ó q u e po d í a exp on ers e a l d olo r d e s ab e rl o d e s u s p rop io s l ab io s no l o gró ap ag a r e l rel ámp ago d e od io qu e M a qu ina l m e n te s e v o l s e en cen d ió en s u m irada y v ió a u no y o tro l ado b u s can do a l M urciél ago i e l l a com prend ió q u e L i nk l a h ab a co no c i do y tem ió p or M ari o B u g u e ñ o S e qu i tó e l h úm e d o an t ifaz y l e d ij o : —Carl o s j úrem e q u e n o t en dré q u e arrepen t ir m e d e h ab erl e confiado m i secre to E l s e ech ó a reí r c on u na risa des ol ada que hacia daño o ir ,
,
,
.
,
,
r
.
,
.
,
.
L OS
— Yo
O J O S V E NDADO S
2 77
su herm an o Mat il de ¿ no me ha b au t í z a d o u s t ed a s i ? Y o haré l o q u e ha ga e l o tro h erm an o s u yo ¿ A ca s o P ul garc i to p ien sa e n v e n garla ? M a t il d e s e rub ori z ó in ten sam en t e No m e p rive d e su dol o r ! dij o ¡ M e sent i rí a tan ab an do n ad a s i al g u ien no s u f ri er a co n m i go ! ¿ Q u ién m e comp rend erí a e n ton ce s ? L ink v olvi ó a reí r can l a m i sm a c ru eld ad —¡ Q u é s in gu l are s s o n l a s m uj e e s ! ¡ Se q uej an d e hal l ar l o q u e h an b u s cado ! — P ien s e d e m i l q ue q u iera ; repu so el la M e m or irí a an te s l e qu ej a rm e d e t o n al t i vez l o q u e n ad i e m ás q u e y o t ien e l a c ul p a e x cl a m ó L in k si n M e arroj a d e su lado escu ch arla y no quie re que yo la bo rre de mi c orazó n ! E ll a ofend id a dej ó d e m irarl o v g u ardó s i le n c io E n el s al ón s e n tia s e el ru id it n s eco d e l a b a t u ta d el d ire c tor de orq ues ta q u e l l am ab a a l o s m ú s i co s gol p ean do c l a t ril L in k t u vo m iedo de h ab er d i c h o u na p al abra y m urm u ró s u avem en t e : i rreparabl e M a ti ld e ! L a muchac ha se v o lvió ap enada alzó l a f rente para q u e é l l a m ir a s e b ien com o s i n o d eb i era verla m ás y le dij o poniéndose el anti faz : —S i u s ted qu e m e h a q u e ri d o tan to n o m c ? e m c om pren de e com prend rá ¿ q ui é n s oy
,
.
¡
.
,
.
r
o
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,
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,
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HU GO W A S T
2 78
—¡ I n son d ab l e
xcl am ó L in k v eh em e n ci a c on j I n a c c e s ib l e co mo u n e mi g m a ! La he querido sin conocerla sm adivinarla M a ti l d e con te s tó v a n h u m i l dad : Yo m i sm a n o nt e co no cí a ! La orquesta ini ció un shimmy desen frenado L a con cu rren c i a on d u l ó com o u n m a r y el re fl u o i l hacia los al nes dej ó des ert o e j ardin L ink o s j y M a t il de qu edaron s ol o s t ( s a fi g ura b l an ca l e e ll a d e s e a c ab a e n l a no L c h e b aj o l a s l u ce s d e col or De p ron t o c omo un a apari ción surgió d e em t re las sombras un murciélago gigantes co y pasó u n to a L i nk q u e s i n t ió el vi en to d e su s n e gra s alas Cru z Roj a ! ¡ e s t e shi m m y e s m í o ! S u vo z f u é u n c o r j u ro p ara l a m u ch ach a q u e acudió a su llamado y se alej ó al compá s d e la m ú s i ca y e nv u el ta e n l a s ala s m em b ran o sa s Carl o s L in k n o h iz o n i u n g e s t o d e p ro tes ta S e sen tó e n e l b an co y cl avó en t ierra l a torva m i rada com o s i m a d u a s e u n m al de si gn io ,
in s n n d a b l e !
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28o
form ab a l a b l an ca ! L ur i ta d e l a C ru z Roj a con y d e s m e u rada s i l u e t a del M u rc ié a s in i e s tra l ago Y v ol v ió a ca er sob re el banc o pálido y venci do p ero pro te s tan d o co n tra l a s n ez q u in a s p al a b ra s d e F ra ser a
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Es u n a nove l a h i stóri c a d e p u j ant e i nteres Su desen vuelve en 1a epoca d e Roz as Dos n acc i ón se l homb res am an 1a m i sm a m uj er don B al t asar B al b a s t ro y su h l ] 0 J osé An t on i o Pero e st e que h a a d rv m a d o e ] a m or de su p adre h a c ra l a ge n t rl í s rm a g Leonor c all a y sufre l N i n gun ot ro l l b I O h a evocado c on t a n cl ara v 1s16n aque l B uenos Ai res del a n o 4 9 d e t rag i c a memo sus alegr i as y rra c on sus tert ul i as y su s am o rros sus angu st i a s y dom i n a n do e l fon do del cu adro l a e st ra f i gur a d e l t i rano Roz as sm r O
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U n sen t ido p sicol ógi c o profundo orien t a l a t ram a d e este l ib ro obj et o de d iscusión cu a n do sal ió Algun os d e sus person aj es modest as y en c an t ado ra s figuras prov inc i an as q u darán com o creac i ones v igorosas ; o tros inq u ie t an tes y mórb idos ap arecen llenos de p asión como arreb a t ados por u n a fuer z a desconocida E l es t ilo en este l ibro es m ás su t il y m ás l im p io q ue en n inguno de l os ot ros ; y l a t ram a de su argu ment o e s cerr ada y fuert e y l len a del indiscut ible in t e ré s q ue h ay e n t od a l a ob ra novelesc a de s u au t or .
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E l g ran c ri t ic o esp añol d on Mi guel d e U nam uno h a esc rito ac e rca d e e ste l ib nol u n j u ici o d el q u e c ep ia m o s este párraf o : “
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leído Va ll e N e9 ro c on el án im o sus ens o vol v eré a lee rl o p orq ue el int e rés qu e me d espe rt ó e s el d e un dr a mático j uego d e p asio n es H
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C orrespondiendo a esta manera d e senti r y de entend er l a n o v el a es el es t il o a ld ecu ald o L imp i o claro p reciso sin contorsiones meta fóri cas sin re i errto s C S t l l l S t llC Ü S a q ue ah or a h ay al gu i en t o roimr ” ta n afici onad o r
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es ta nove l a se d e se nvu elve en pro Desc ribe se en ell a l a ép oc a az a rosa de l as v inc ias r ev ol uci one s h a c ia el añ o 1877 El revolucionario I ns ua mata a l j e fe de l as tro i o s b e rn o J arque y a su sec reta rio B o rj a a d e l t p g He ri do a su vez h uye a c a ballo y log ra es cap ar ” “ L o ac ogen m u rib un d o en un a e stancia E s l a c a sa d e d oñ a Carmen de B orj a d o nde v ive con s u hij a l a v i u d a de J a rq u e Aquella r ecibe a l a vez l a noticia de que su hij o y su yerno h a n muer t o e n l a rev o l u ci ón y ad iv ina q u ién los mat ó pe ro guarda su terrible secreto para no in f undir el odio en el c o razón d e l a j oven E l l a s oc ultan al he rido y lo sal van y un id ilio m iste ri os o al p rinci pi o nac e en t re el revvccl uc iona rio y aquell a j oven abnegada U n d í a é l sabe que el l a es l a v iuda y hermana de sus víctimas v res ue l v e alej a rse Pe ro ella ign o rando el secreto q u ie re .
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de em oci ón y de m a gn i fic a s pintu ras de ambiente esta novela h a llegado a ser clásica en l a Arge nt i na l
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I II o A d a pta d a a l tea tro A d a pta d a al cí nema tó gm / l I I I “ ” I Flor de Durazno marca un a época en l a l li terat ura argen t ina señalan do el momen to en que Il l os l ibros nac ionales dej aron de ser lect ura de l I unos pocos e legidos y alc a nzaron los grandes t i I I raj es que const it u y en l a defin i t iva consag r ación I I popular I l Nad a m ás un iversal y conmovedo r que el dolo I I roso idil io d e R in a l a i n mortal protagonist a d e l ” “ I Flor d e Dura z no I l El lector sub y u gado por el estilo sencill o y por I l l a profun da te rnura del roman ce s e sien te v i vi r en l cl p rodigioso m arco de l a s sierras cordobes as I .
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Est a novela es de l as q ue se leen un a y otr a v ez y de l as q ue se te rm in an c on el corazón templado en buenos propó si tos y l os oj os l lenos de lá grimas ,
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E s l a pri m e ra n o el a h ec h o d e e ll a n u m e ro sa s
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Se han po r H u go W a s a l gu n a s a d a p a d a s p a ra e d i c io n e s e l p ú b l i c o i n fa n i l q u e g u s t a d e s u i ni m i a b l e s e n c i ll e z H i s o ria d e u n n iñ o q u e pa s a po r a e n u ra s e x t ra o rd i n a ria s e n ierra s l e a n a s ; pa i s a e s y t ipo s e n tre i s o s c o m o e n s u eñ o ; re l a o i n ge n u o y p u ro h ec h o en u n e s il o f ác i l y s i n pre e n si o n es t a l e s l a o b ra e m b el e s a al es i s S i n ra s c e n d e r! ia , s i n f il o s o f í a , s in pú b l ic o a q u i e n f u é d es i na d o , q u e b u s ca e n l o s l i b ro s e l so l a z d e u n ro m a n c e t i e rn o , y n o l a a gi a c ió n d e u n l ib ro f i lo só f ic o
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